Saber orar

1
SABER ORAR
2
Cuentan que un humilde zapatero tenía la
costumbre de hacer sus oraciones en la mañana, al
mediodía y en la noche.
Para esto usaba un libro de plegarias porque no
se sentía capaz de dirigirse al Creador con sus
pobres palabras.
3
Pero un día, este buen hombre, se sintió mal
porque, estando de viaje, olvidó su libro de
oraciones.
Entonces el zapatero le dijo a Dios
4
Ya que Tú eres un Padre de Amor, voy a recitar
varias veces el alfabeto desde la A hasta la Z.
Perdóname, Dios mío! Porque necesito orar y, sin
el libro no sé cómo hacerlo.
Y Tú, que eres sabio y bueno, podrás juntar las
letras que recito, y así sabrás qué es lo que yo
deseo decirte.
5
Cuenta la historia que ese día, Dios reunió a sus
ángeles y les dijo conmovido,
que esa era la más sincera y la más bella de las
oraciones que le habían hecho en mucho tiempo.
Orar es dejar que Dios ore en nosotros, y
agradecer su obra.
Que Dios te bendiga.