Title: VIRTUDES, 8
1VIRTUDES, 8
ME 124 de 141
La prudencia exige valentía la falsa prudencia
es el recurso de los que quisieran llegar tarde
siempre a los momentos de peligro. En el
comportamiento individual y en la convivencia
social no es raro identificar prudencia con
pereza o cobardía, y no prudencia con veracidad y
valentía.
Si no hay prudencia, no hay posibilidad de
que haya virtud moral ni justicia, ni fortaleza,
ni tem- planza.
Las injusticias sociales tienen su origen en la
falta de prudencia de los gobernantes para
diagnosticar lo justo y llevarlo a la práctica.
2VIRTUDES, 9
ME 125 de 141
Determinarse por el bien no siempre es tarea
fácil de ahí la importancia de la fortaleza para
llevar a término lo resuelto por la voluntad
prudente. Las virtudes de la prudencia y de la
fortaleza se posibilitan mutuamente.
La fortaleza es la virtud cardinal que potencia
la voluntad para que se decida por el bien
difícil con el fin de alcanzarlo, empleando para
ello todas las fuerzas, incluso con riesgo de la
pro- pia vida corporal.
Fortaleza natural firmeza de carácter y energía
de la voluntad. Fortaleza virtud origen en el
auxilio de la gracia para sobrelle- var las
dificultades.
3VIRTUDES, 10
ME 126 de 141
La fortaleza equivale al imperativo cristiano de
cumplir en todo, también en lo arduo, la voluntad
de Dios. Debe superar el desor- den en la
naturaleza humana, debido al pecado original. Las
di- ficultades pueden ser internas o externas.
El cristiano fuerte no sufre por sufrir la
disposición a morir antes que renegar de la fe
supone el ejercicio máximo de la virtud de la
fortaleza pero el soportar la muerte no es
laudable en sí mismo, sino sólo en la medida en
que se ordena al bien (S. Th. II-II, q. 124, a.
3).
4VIRTUDES, 11
ME 127 de 141
Martirio es el acto de la virtud de la fortaleza
por el cual, para testificar la fe, se sufre
voluntariamente la muerte. Se requiere que esta
muerte se produz- ca por odio a la fe.
Los mártires cristianos han dado siempre el
testimonio público de que lo absoluto es Dios y
la vida eterna, por lo que todo lo demás, incluso
la existencia terrestre, es relativo y
subordinado a alcanzar la salvación eterna.
El que sobrevalora la vida placentera no entiende
la virtud de la fortaleza.
5VIRTUDES, 12
ME 128 de 141
No es fácil que en la vida de los cristianos se
les presente la ocasión de hacer grandes cosas
por Dios, pero a diario pueden vivir la
for- taleza en las circunstancias normales y
cotidianas de su vida.
San Josemaría, Amigos de Dios 7 Ciertamen- te
se trata de un objetivo elevado y arduo. Pero
no me perdáis de vista que el santo no nace se
forja en el continuo juego de la gracia divina y
de la correspondencia humana. (...) Si deseas
portarte como un cristiano consecuente (...), has
de poner un cuidado extremo en los detalles más
nimios, por- que la santidad que Nuestro Señor te
exige se al- canza cumpliendo con amor de Dios el
trabajo, las obligaciones de cada día, que casi
siempre se com- ponen de realidades menudas.
6VIRTUDES, 13
ME 129 de 141
La fortaleza del audaz toma la iniciativa cuando
es necesario por- que lo exige el bien que está
amenazado. La verdadera fortaleza está más en la
resistencia que en el ataque.
El miedo y el temor que acompañan a la acción
decisiva y fuerte para afrontar el riesgo e
incluso la muerte, no se oponen a la fortaleza.
Fuerte no es el que no teme, sino quien, a pesar
del miedo, se mantiene firme en la defensa del
bien, aunque en el empeño tenga que exponer su
vida.
7VIRTUDES, 14
ME 130 de 141
Virtudes derivadas y unidas a la fortaleza, 1
Si se refieren a la actitud y disposición para
acometer grandes empresas - Magnanimidad
inclina a la persona a acometer, en el ejercicio
de cualquiera de las virtudes, grandes
obras, dignas de honor y de aprecio. El magnánimo
practica también la caridad, la honradez, la
veracidad, la sinceri- dad, la justicia, etc..
Pecados por exceso presunción, ambición y
vanagloria por defecto pusilanimidad. -
Magnificencia dispone a llevar a cabo grandes
obras y no fáciles de ejecutar, sin que sea
obstáculo para rea- lizarlas las dificultades,
incluida la cuantía económica. Pecados por
exceso despilfarro por defecto tacañería.