Title: El emigrante 2
1EL EMIGRANTE
2Nací en la montaña en el camino que baja hacia el
mar donde el paisaje ondulado se columpia en el
viento que empuja suavemente al pasar. Mi casa
era blanca con balcones de hierro forjado y
geranios verdes que miraban al sol.
3Todo en torno a la casa era un bello
jardín regado por el agua fresca y clara de un
perenne manantial. Daba gloria sentarse a la
sombra del cerezo de un verde fresco que era ya
grande cuando yo aún era niño.
4Hasta el día aquel en que yo también crecí y
siendo mozo la casa dejé y como emigrante a la
aventura me fui. Recuerdo aquellos besos,
aquel abrazo, aquel adiós, y la mirada tierna de
mi perro que fue lo que más me conmovió.
5Han pasado los años, tantos, que no recuerdo
cuántos son de mi ausencia el total.
6Hoy al volver, y empezar a ascender por el
camino verde que sube dejando abajo la mar, he
atisbado el lugar donde estuvo mi casa, mi
infancia, mi amor, mi querer, y juro que he
preferido no continuar, ni ascender, para qué
recordar lo demás si nadie me esperaba ya.
7El emigrante Nací en la montaña en el camino que
baja hacia el mar donde el paisaje ondulado se
columpia en el viento que empuja suavemente al
pasar. Mi casa era blanca con balcones de
hierro forjado y geranios verdes que miraban al
sol. Todo en torno a la casa era un bello
jardín regado por el agua fresca y clara de un
perenne manantial. Daba gloria sentarse a la
sombra del cerezo de un verde fresco que era ya
grande cuando yo aún era niño. Hasta el día
aquel en que yo también crecí y siendo mozo la
casa dejé y como emigrante a la aventura me
fui.
Recuerdo aquellos besos, aquel abrazo, aquel
adiós, y la mirada tierna de mi perro que fue lo
que más me conmovió. Han pasado los años,
tantos, que no recuerdo cuántos son de mi
ausencia el total. Hoy al volver, y empezar a
ascender por el camino verde que sube dejando
abajo la mar, he atisbado el lugar donde estuvo
mi casa, mi infancia, mi amor, mi querer, y juro
que he preferido no continuar, ni ascender, para
qué recordar lo demás si nadie me esperaba
ya. Juan Manuel del Río