La Pedagoga seguir siendo

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LA PEDAGOGIA SEGUIRA SIENDO
siempre un lugar de conflicto y de dialogo,
de encuentro y de tensión.
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siempre un proyecto, una practica y un proceso.
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Se moverá siempre entre lo que hay que hacer y lo
que quisiéramos seguir haciendo.
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La pedagogía exige del educador audacia, gran
humildad y una paciencia a prueba de todo, solo
es paciente el que es fuerte.
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Necesitamos una pedagogía que forme a la
rebeldía, no solo al pensamiento divergente, sino
a la indignación.
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5
Necesitamos una pedagogía de la escucha. La
escucha supone el silencio, solo se escucha
cuando uno apuesta por el otro hay que abrir las
orejas del corazón. La escucha es una exigencia
pedagógica. Hijos de una cultura del grito
apostamos por escuchar al otro, entrar en la
realidad del otro.
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Necesitamos una pedagogía de la construcción del
poder subjetivo, para reconstruir los seres
humanos.
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Una pedagogía de los saberes y de la
sabiduría. Aprender a ser sabios para desarrollar
un sentido histórico sensato que nos permita
repensar el sentido de la vida desde una nueva
filosofía
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8
Una pedagogía que articule el eros y el ágape,
reformular nuestra concepción erótica,
recuperando la sensibilidad de lo erótico y
recuperar ese sentido de koinonia, de comunión,
de amor y afecto humano.
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Una pedagogía del protagonismo no es una
pedagogía del estrellismo, sino de la
responsabilidad y del sentido de pertenencia.
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Una pedagogía de la solidaridad, del cariño, del
afecto y la ternura.
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Una pedagogía así, tendría corazón de carne.
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