Retiro Espiritual LA SANTA CRUZ parte 2

1
A los amigos de
La Cruz
5º TEMA
2
Fragmento de Carta a los amigos de la cruz, de
San Luis María Grignon de Monfort
3
"Que tome su cruz. La cruz suya."
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a
sí mismo, lleve su cruz y sígame.
Que este hombre, que esta mujer excepcional, tome
con alegría, abrace con entusiasmo y lleve sobre
sus hombros con valor su cruz y no la de otro.
4
Su cruz, que mi sabiduría fabricó para él, con
número, peso y medida.
Su cruz, cuyas cuatro dimensiones tracé por mi
propia mano con extraordinaria exactitud.
5
Su cruz, que yo mismo le he labrado de un trozo
de la llevada por mí en el Calvario, cual rasgo
de la infinita bondad con que le amo.
Esto es, su grosor, su longitud, su altura y su
profundidad.
6
Su cruz, que es el mayor presente que puedo hacer
a mis elegidos en esta tierra.
Su cruz, compuesta en cuanto a su grosor de
pérdidas de bienes, de humillaciones, de
menosprecios, de dolores, de enfermedades y de
penas espirituales.
7
Estas situaciones, por permisión mía, le
acompañarán todos los días hasta la muerte.
8
Su cruz, compuesta en cuanto a su longitud de
una cierta duración de meses o de días
En ese tiempo se verá estrujado por la calumnia,
postrado en su lecho, reducido a mendigo y a ser
presa de las tentaciones, de las arideces,
abandonos y otras congojas espirituales.
9
Su cruz, compuesta en cuanto a su anchura de
todas las circunstancias las más duras y las más
amargas, ya vengan de parte de los amigos, de
los jefes o superiores aun de sus familiares.
10
Su cruz, en fin, compuesta en cuanto a su
profundidad de las penas más ocultas con que le
afligiré, sin que le sea dado hallar consuelo en
las criaturas, las cuales, por orden mía, le
volverán las espaldas y se unirán a mí para
hacerle padecer.
11
"Que la lleve" y que no la arrastre, ni la
arroje de sí, ni la recorte, ni la oculte. Es
decir, que la lleve erguida, sin impaciencia ni
repugnancia.
12
Que la cargue sin queja ni crítica voluntaria,
sin partición ni miramientos naturales, sin
rubor y sin respeto humano.
13
Que la ponga sobre su frente, diciendo con San
Pablo
"No me gloriaré en otra cosa, sino en la cruz de
nuestro Señor Jesucristo."
14
Que la lleve a cuestas a ejemplo de Jesucristo, a
fin de que esta cruz se transforme en arma de sus
conquistas y en cetro de su imperio.
Que la lleve según aquello que dijo Isaías "su
imperio está sobre su hombro."
15
Por último, que la grabe en su corazón por el
amor, para transformarla en zarza ardiente que de
noche y de día se abrase en el puro amor de
Dios, sin que llegue a consumirse.
16
"Que lleve la cruz.
" Nada hay tan necesario, tan útil, tan dulce y
tan glorioso como el padecer algo por Jesucristo.
17
ACLARACIÓN
Algunas de las imágenes empleadas en esta
presentación corresponden a la Colina de las
Cruces, en Lituania.
Respecto de este sitio escribió SS. Juan Pablo II
18
La colina de las Cruces. Se trata de un pequeño
altozano adonde, ya desde el siglo pasado, y
sobre todo durante los últimos tiempos los
lituanos llevaban el testimonio de sus múltiples
sufrimientos (deportaciones, encarcelamientos,
persecuciones) bajo forma de grandes o pequeños
crucifijos. De este modo, en torno a la cruz de
Cristo ha ido creciendo un bosque de cruces
humanas, que ha cubierto la colina.
Ese lugar nos recuerda que continuamente el
hombre completa ... lo que falta a las
tribulaciones de Cristo, según las palabras de
san Pablo (Col 1, 24).