Title: Diapositiva 1
1Orar al Dios de Jesús
Diseño JL Caravias sj
2No recen como los paganos
Ellos creen en dioses caprichosos e
impredecibles
Fuertemente castigadores cuando se sienten
ofendidos
Dioses altaneros, y orgullosos
Hay que rogarles sin cesar y ofrecerles
dones para conseguir su protección
Podemos ofender su dignidad aun sin darnos
cuenta
3Con los dioses hay que ser zalameros
Y debemos temer sus iras y sus rayos, si es que
no le damos gusto, aunque sea inconscientemente
Ustedes no recen así
Si quieren, pueden arruinarnos la vida
Dan felicidad o desgracias, sin que sepamos por
qué
Hay que alagarles y colmarles de atenciones
Están siempre castigándonos
4El Dios que nos presenta Jesús es totalmente
otra cosa
Él es todopoderoso sólo en el amor
Es amor Sólo AMOR
Está siempre dándose
ofreciéndose, esperando, perdonando, ayudando
Con inmenso respeto a nuestra libertad
5Reflexiones de José Mª Castillo
Se define el hecho religioso como una búsqueda
de Dios por parte del hombre. El hecho
cristiano, en cambio, es la búsqueda del
hombre por parte de Dios.
El cristianismo no se distingue de las otras
religiones porque tenga un objeto distinto
(Cristo, Yavé o Alá), sino porque se basa en una
forma radicalmente nueva de encuentro con Dios.
La fe cristiana no es ante todo un sistema de
verdades, ni un conjunto de prácticas religiosas
con las que se intenta influir en la divinidad
la fe es la aceptación sin condiciones de Cristo
Jesús, como norma decisiva de la propia
existencia.
Cree en Cristo el hombre que se decide seriamente
a coejecutar la vida de Cristo.
Lo original y diferencial del cristianismo está
en la relación personal que el hombre entabla con
Dios, aceptando y comprometiéndose con la persona
de Cristo Jesús.
6En la unión a Cristo reside el verdadero problema
de la oración, y no en la elección de su forma o
de su fórmula.
La más bella contemplación histórica, afectiva o
estética de una escena evangélica no es
necesariamente una oración cristiana.
Tampoco lo es la más impecable liturgia. Ni
siquiera la meditación más profunda de
las verdades cristianas.
La oración es cristiana cuando te hace vivir
sinceramente como hijo de Dios, en Cristo
Jesús.
Esta decisión distingue a la oración cristiana
de toda otra oración, pagana, musulmana,
budista...
7La oración cristiana no es posible en la sola
verticalidad si no hay una orientación de toda
la vida hacia los demás, no es oración
cristiana
La oración de un cristiano brota del encuentro
personal con Cristo, que precisamente está
esperandonos en los hermanos...
La plegaria que surge en nosotros a la luz de
la encarnación implica atención a las
realidades humanas, para que, a través suyo,
nos dejemos encontrar por Dios.
8Únicamente cuando el hombre llega a dar su sí
al Crucificado, al hombre que existió para los
demás hombres, hasta dejarse matar, amando en
la muerte, únicamente entonces, el hombre llega
a situarse en la zona del profundo humanismo
que ha venido a ofrecernos Jesús.
José Mº Castillo, Oración y existencia cristiana
9Reflexiones de Andrés Torres Queiruga
No tiene sentido insistir a Dios para que tenga
misericordia con nosotros.
Él está siempre queriéndonos ayudar...
Ante un Dios que no tiene otro interés que
nuestra realización, la única postura razonable
es abrirle nuestras puertas de par en par.
Su alegría como Padre/Madre es que seamos
felices. Su gozo es nuestra realización.
No es necesario insistirle en nada porque nos
está ofreciendo todo.
Lo que necesitamos es decirle de veras que SÍ
ACEPTARLO!
Dejarnos ayudar por él
Dejarle quedarse en nosotros
10El Dios de Jesús no nos crea para que le
sirvamos a él, sino para servirnos él a nosotros
(Mc 10,45).
Le interesa todo lo que nosotros somos y podemos
ser cuerpo y espíritu, individuo y sociedad,
cosmos e historia.
El Dios amor nos ha creado -y sigue creando-
para nuestra realización y felicidad.
Fallará la realidad que, en cuanto finita,
tiene fallos inevitables.
Y fallaremos nosotros que no comprenderemos, nos
resistiremos o nos negaremos.
Cuando algo que parece tener solución, no la
recibe, es porque o en realidad no la tiene o
nosotros no colaboramos con Dios. Entonces es
Dios quien nos pide a nosotros que recibamos su
llamada y su impulso en bien nuestro y de los
hermanos.
11No sería posible creer en un Dios que,
pudiendo, no impidiera el mal
si el mal puede evitarse, ninguna razón
puede valer contra la necesidad
incondicional de evitarlo
Un mundo en evolución no puede realizarse
sin choques y sin catástrofes una vida
limitada no puede escapar al conflicto, al
dolor y a la muerte una libertad finita no
puede excluir a priori la situación límite del
fallo y de la culpa.
12Supuesta su decisión de crear, Dios no puede
evitar la fragilidad de todo lo material
sería anular con una mano lo que crea con la
otra.
No es que Dios no pueda mantener un mundo
sin mal, es que eso no es posible sería tan
contradictorio como hacer un círculo-cuadrado
Mientras estemos situados en el espacio y en el
tiempo, somos torpes, rompibles y ensuciables
No debe decirse que Dios manda o permite
ciertos males, sino que los sufre como
frustración de la obra de su amor en seres
limitados.
13Cada vez que pedimos a Dios que acabe con el
hambre en África o que cure la enfermedad de un
familiar estamos suponiendo que lo puede hacer
y que, si no lo hace, es porque no quiere.
En nuestra actual situación cultural, ello tiene
consecuencias terribles
Un Dios que, pudiendo, no elimina los enormes
males que afectan al mundo, acaba mostrándose
como un ser mezquino, indiferente y cruel.
14No tiene sentido que intemos convencer a Dios
para que nos libre de nuestros males.
Él es el primero en luchar contra ellos y es él
quien nos llama y suplica que colaboremos con él
en esta lucha.
Muchas de nuestras oraciones toman ideas del
Antiguo Testamento, sin tener en cuenta la
novedad del Dios revelado en Jesús.
La imagen de Dios que debemos grabar en nuestros
corazones y trasmitir a los demás no es la de un
Dios de omnipotencia arbitraria y abstracta, que
pudiéndonos librar del mal, no lo hace, o sólo
lo hace a veces en favor de unos cuantos
privilegiados
Dios es siempre solidario con nosotros, hasta
la sangre de su Hijo.
Dios no es un soberano altivo e indiferente,
sino el gran compañero, que nos comprende y
sufre con nosotros
15 Conversar con Dios como se conversa con una
persona de la que me fío totalmente
ORAR ES...
le cuento mis asuntos íntimos, lo que sufro y
lo que me alegra, y le escucho con mucha
atención y cariño.
Tratar a Dios como amigo íntimo, de
forma natural, nada complicada, como algo
lindo e indispensable...
Sentirme hijo muy querido de Papá-Dios.
Su alegría es mi alegría
Sentirme elevar por él, para ver, como él, el
horizonte
Sentirme en los hombros del más cariñoso de los
Padres
Dejarme mimar Recibir sus regalos Aceptar sus
proyectos
Aceptar que él me ha dado otros muchos
hermanos, a los que quiere tanto como a mí
16 Orar es ir dejándome llenar de los sentimientos
de Jesús, mi hermano mayor
pensar como pensaba Jesús, sentir como sentía
él, querer lo que quería Jesús, amar como
amaba él, hablar de lo que él hablaba, actuar
como actuaba él, comprometerme como él...
Orar es vivir no es "soñar Es abrirme a
Dios... Dejarle actuar en mí Verlo
esperándome en los demás.
Orar es experimentar a Dios, en mí y en los
demás. Una cosa es soñar en un río y
otra cosa es disfrutar del río metiéndose dentro
de él... Una cosa es saber hacer un dulce
y otra cosa muy diferente es saborearlo...!
La sed se quita bebiendo agua y no "pensando"
en una fuente de agua fresca...! Ignacio Hualde,
Despertar a la vida diferente
17SALMO AL DIOS ENTERAMENTE BUENO
Señor, Dios nuestro, te queremos dar gracias
porque en Jesús te has revelado como un Dios
Enteramente Bueno.
Tú has establecido con nosotros una alianza
eterna, y nada podrá quebrantarla. Por
eso no te enfureces con nuestros pecados ni
tomas venganza de los que obran el mal no
matas a los que matan sino que los
proteges, como a Caín, de sus vengadores.
Porque eres enteramente bueno haces salir el sol
sobre justos y pecadores.
Es que amas a cada uno y no quieres la muerte del
pecador sino que se convierta y viva.
A todos nos perdonas los pecados y haces sentar a
la misma mesa al que llegó a última hora y al
que trabajó desde el amanecer
18Estás tan apartado del mal, tan ajeno a todos los
mecanismos del mal, que ni siquiera castigas a
los transgresores para no añadir violencia a
nuestras violencias.
Tú no tienes el poder de matar porque ése no es
un poder divino.
Tu poder es amar sin medida crear, sanar,
perdonar y hasta triunfar de la muerte.
Tu justicia no es tasar y medir, sino hacernos
justos y reconciliarnos por fin en esa justicia
de vida.
Dios nuestro, estamos contentos de que tú seas
nuestro Padre, y puesto que nos hiciste a tu
medida danos un corazón generoso como el tuyo.
Pedro Trigo, Salmos del Dios Enteramente Bueno