Me he extraviado como una oveja,

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Un momento de nostalgia
Por Noris Capín
Me he extraviado como una oveja, ven en
busca mía, pues no me he olvidado de tus
mandatos! Salmo 119176
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Nostalgia que nace del alba. Nostalgia que no
muere en el ocaso. Enajenante fracaso que no se
aleja nunca. Congoja que vive oculta interceptando
mi paso, cada hora del día cada minuto del
año. Luz y oscuridad, claridad y
penumbra, enjugando lágrimas se confunden
juntas. Nostalgia que reprende al día, júbilo que
opaca la noche. Siempre la nostagia
será nostalgia, y la alegría nunca será alegría.
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Mi alma despierta con los rayos del
sol, renaciendo con el canto del gallo. La
frescura de los campos, rescatan mi alma inerte
acampando con la aurora, un amanecer y un
presente. Qué puedo hacer sino halagar la
belleza que domina mi existencia? Cuando
respiro la esencia del verdor que sale de la
tierra fresca no hago más que ver las estrellas
y en cada una de ellas, te veo a ti.
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Así como el sol desciende sus rayos sobre las
colinas, también espera la paz encontrar remanzo
en mi alma. Un momento más, un minuto menos!
Un segundo eterno puede parecer un
día! Mientras que el crepúsculo sortea su
apacible canto, sobre las montañas y los
adoquines mi corazón se cementa a los pies de
la noche, buscando en el resplador de la luna, la
luz de tu mirada. gh
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-4-
El vacio que reina en mi ser es muy
hondo. Pozo profundo, lleno de resbaladizas
algas. El frío socava la piel de mi espalda,
extrayendo el gozo que corroe mi
alegría. Las plegarias internas que se
acumulan entre las piedras del infernal
pozo, esquivan el rumor triste de palabras
insensibles y huecas. La profundidad
del abismo ignora mi angustia, que
torpezmente, trata de salir a la luz del
día. Dios levantó mi cuerpo del sepulcro,
y la nostalgia se esfumó, al toque de la
mano poderosa de Dios.
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Tu has preservado mi vida de la fosa
destructora, porque has perdonados todos mis
pecados. Quienes están en el sepulcro no pueden
alabarte, los muertos no pueden darte gloria, los
que bajan a la fosa no pueden esperar tu
felicidad. Isaías 3818-19 Solo
los que viven pueden alabarte
como hoy lo hago yo. Isaías 3819
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Porque tú has sido un refugio para el pobre, y
un protector para el necesitado en su aflicción,
refugio contra la tempestad, sombra contra el
calor. Isaías254