Hoy quisiera ser nio

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NAVIDAD 2008 HOY QUISIERA SER NIÑO
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Te desea Juan Manuel
Feliz Navidad
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Feliz Navidad
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Hoy quisiera ser niño y volver al belén familiar
de mi infancia -tiempo pasado vertido en
presente-. Le llevaría a mi Cristo hecho Niño,
-amigo del alma-, los árboles, fuentes y ríos,
y el perfil ondulado de los montes. .
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Le llevaría desiertos, majada y pastores. La
nieve del mes de noviembre y diciembre tan
suave, tan blanca, de la montaña, envuelta en un
chal de estrellas con el mapa del mundo, a
colores, como si fuera un buqué de claveles o
rosas cortadas al alba, le llevaría.
6
Y sobre todo la gente, la gente le llevaría, con
sus penas y llantos y el hambre presente de cada
día agazapada en las pateras de la esperanza, y
la muerte, escoltadas de feroces tiburones, o el
dolor de Bombay y Pakistán le llevaría.
7
Mas, qué tengo yo que otra cosa no sea sino el
confort, la hipocresía, y mi porción de egoísmo
insolidario, refrendado por el euro y su cómplice
el omnipotente dólar banderas de la cultura
nueva de la incivilidad?
8
A falta de nada, desnuda el alma le
llevaré, ante el portal que guardan la mula y
el buey, sin más vestido que el remordimiento y
el llanto, amparándome en la niebla del
amanecer.
9
Acepta, mi Dios hecho Niño, mi ofrenda. Este
es mi rezo humilde, mi plegaria, tan lejos de
aquel belén de mi infancia.
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Feliz Navidad
Te desea Juan Manuel
11
Mas, qué tengo yo que otra cosa no sea sino el
confort, la hipocresía, y mi porción de egoísmo
insolidario, refrendado por el euro y su cómplice
el omnipotente dólar banderas de la cultura
nueva de la incivilidad? A falta de
nada, desnuda el alma le llevaré, ante el portal
que guardan la mula y el buey, sin más vestido
que el remordimiento y el llanto, amparándome en
la niebla del amanecer. Acepta, mi Dios hecho
Niño, mi ofrenda. Este es mi rezo humilde, mi
plegaria, tan lejos de aquel belén de mi
infancia. Juan Manuel del Río
Hoy quisiera ser niño y volver al belén familiar
de mi infancia -tiempo pasado vertido en
presente-. Le llevaría a mi Cristo hecho Niño,
-amigo del alma-, los árboles, fuentes y ríos,
y el perfil ondulado de los montes. Le llevaría
desiertos, majada y pastores. La nieve del mes de
noviembre y diciembre tan suave, tan blanca, de
la montaña, envuelta en un chal de estrellas con
el mapa del mundo, a colores, como si fuera un
buqué de claveles o rosas cortadas al alba, le
llevaría. Y sobre todo la gente, la gente le
llevaría, con sus penas y llantos y el hambre
presente de cada día agazapada en las pateras
de la esperanza, y la muerte, escoltadas de
feroces tiburones o el dolor de Bombay y
Pakistán, le llevaría.