Title: Testimonio de paz, de serenidad, de distinguir entre lo esencial y lo accidental
1PENSAMIENTOS SACERDOTALES
Fundador Siervo de Dios Juan Sánchez Hernández
Instituto Secular Siervas Seglares de Jesucristo
Sacerdote
www.siervas-seglares.org
2Mi sacerdocio me exige el reproducir en mí la
vida de Jesús. Debo penetrar mi vivir de la
presencia de Jesús y de la exigencia de conformar
mi sentir y mi hacer con el suyo.
3Dejarme invadir por Dios plenamente, y dejarme
transformar por Él totalmente.
4No soy siempre fiel, pero no me desaliento
nunca, porque tiendo a serlo.
5Por mí no puedo ser apóstol muy eficaz ni
santo. Dios lo ha de hacer, supuesta mi humildad
profunda, mi oración ardiente, mi vencimiento
habitual, mi ansia de crecer en celo y caridad.
6Confianza, la llave de todas las gracias, el
suplemento de mi inutilidad, el secreto para
comunicar optimismo a las almas y fecundidad a mi
ministerio.
7Ante la presencia de una dificultad, serenidad,
confianza, apoyarme en Dios, mi roca, y
actuar con prudencia, bondad y fortaleza.
8Unirse a Cristo en el cumplimiento de la voluntad
del Padre, a través de la Eucaristía y profunda
vida de oración.
9La celebración de la Eucaristía exige- una
sincera conversión interior,- una verdadera
comunión de amor,- un sincero y valiente
testimonio.
10Ejercitarme a diario, voluntaria y valerosamente
en el espíritu de sacrificio. Es algo
fundamental en mi vida, porque así como sin Canon
no hay Misa, sin sacrificio personal, sin
tercer grado de humildad,no hay sacerdocio digno
y fecundo.
11No puede ser amigo íntimo de Cristo quien no
sufre con Él y no sube con Él a la cruz.
12Vivir unido al Espíritu Santo, pidiéndole me
infunda el espíritu de los primeros apóstoles
cristianos.
13Los Apóstoles, sacerdotes, fueron elegidos por
Jesucristo, antes que nada, para estar con Él.
Este es el fundamento de la eficacia de mi
sacerdocio estar con Jesucristo. El que
permanece en mí y yo en él, este da mucho fruto.
14Ser Cristo por la interioridad, caridad y
paciencia.
15Siendo Jesús, Sacerdote, Víctima y Altar, todo el
que participa de su sacerdocio tiene que
participar de los otros dos caracteres.
Sacerdote, Víctima y Altar son diversas
participaciones de Jesús, que deben estar
íntimamente unidas.
16En el grado en que seamos Jesús, será perfecto
nuestro sacrificio, si Jesús vive y se inmola
en nosotros. Él hace preciosos y en cierto modo
divinos nuestros más pequeños sacrificios.
17Ser Jesús en el apostolado de bondad y de
servicio.
18Testimonio de paz, de serenidad, de distinguir
entre lo esencial y lo accidental
19Preferir la vida escondida y el trato con los
pobres y pequeños a la compañía delos grandes.
20Sostener o restaurar la fe de mis hermanos
sacerdotes, con la fuerza de la oración, el
testimonio de vida y la oportunidad del diálogo
cuando me sienta iluminado, humilde y tranquilo.
21Cada día un rasgo más de fidelidad, un
testimonio más de amor. Yo en Él y Él en mí en
unidad progresiva, hasta llegar al abrazo
eterno.