Los Alimentos Picantes Y Solitarios

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Los Alimentos Picantes Y Solitarios
Por Aryannah Umedaly y Mari Mesri
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Había una vez dos chiles que se llamaban Rosario
y Antonio. Estos chiles no se conocían y ellos
estaban muy solitarios y tristes. Rosario vivía
en un platón con muchas frutas que no eran
reales! La vida de Rosario era muy tranquila y
aburrida, con la excepción del tiempo que pasaba
con la chiquita de su casa. La chiquita se
admiraba porque Rosario tenía un color verde tan
brillante como una esmeralda.
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Antonio vivía en un supermercado con otros
chiles. Pero, él era un habanero tan picante que
nadie lo quería. Los otros chiles se burlaban de
él porque Antonio era diferente, raro, y muy
picante. También los otros chiles estaban muy
celosos del color rojo de Antonio. El tenía un
color brillante como un rubí.
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Una vez, la chiquita fue al supermercado con su
mamá. Cuando ella vio los vegetales, ella corrió
hacia los chiles y los vio con sus ojos grandes y
azules. Cuando ella vio a Antonio, la chiquita
lo escogió de entre todos los chiles.
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?
La chiquita dijo, Hola! Cómo te
llamas? Antonio respondió, Me llamo Antonio Y
tú? Me llamo Ana. Por qué estás en el
supermercado? Y Antonio respondió, Porque nadie
me quiere. Yo estoy muy solo. Ana dijo, Tu eres
muy guapo, y tu color es tan brillante como un
rubí. Puedo llevarte a casa conmigo? Antonio
fue muy feliz. Sí por favor! Me
encantaría! Ana dijo, Tengo una compañera muy
bonita para tiElla está también muy sola.
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Durante el trayecto, él estaba nervioso. Él
tenía mucha curiosidad. Finalmente el coche
regresó a la casa de Rosario y Ana. Ana llevó
Antonio al comedor y buscó a Rosario. Ella
corrió a su dormitorio con el chile.
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  Cuando Ana entró al cuarto, ella se sorprendió
porque Rosario no estaba allí. Rosario! Dónde
estás? Rosario! Pero, no hubo una respuesta.
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Al mismo tiempo Antonio escuchó los maullidos de
un gato pero, Por qué? Ana tenía un expresión
de enojo. XAVIERPARA! Ella abrió el closet y
vio a Xavier, el gato, con Rosario. La cara de
Xavier estaba roja. Él estaba frenético porque
sus bigotes tenían fuego!
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Ana levantó a Rosario y la puso arriba de la
mesa. Oh Rosario... Estás bien? Lo Siento,
Rosario! Rosario respondió, Estoy bien Ana,
pero yo tengo una pequeña cortada. Quién está
aquí?
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Ana dijo, Ahlo siento, se me olvidaba. Este es
mi nuevo amigo, se llama Antonio. Ya veo
Antonio, yo espero que tu seas tan simpático
como eres guapo!, dijo Rosario. Gracias
chilita bonita!
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Mientras, Xavier continuaba maullando. Qué
quieres, Xavier? Leche, leche! dijo el gato
con la cara como un rubí. Bien, dijo Ana, y
metió a Xavier en una cubeta llena de leche.