Title: La oraci
1LA ORACIÓN
Texto José Enrique Galarreta. Presentación Asun
Gutiérrez. Música Jesús Guridi. Díez melodías
vascasReligiosa.
2Tan fácil como respirar, tan natural. Mi cuerpo
está hecho para eso, lo hace espontáneamente, y
se siente bien.
3Dios está ahí,tan cierto como el aire que
respiro. Ahí, ni arriba ni fuera sino sobre
todo, dentro. Conmigo.
4Levantar el corazón a Dios,sin salir del
corazón. Encontrarse, darse cuenta,sentir,
gustar.
5Palabras al silencio. Silencio a la
palabra. Silencio gustado entre amigos. Tiempo.
Sentir el tiempo mío, regalado. Sentirme dueño de
mi tiempo.
6Saberme fuente, gustar el Viento de mi Madre
alentando,firme y suave desde lo más dentro de
mí mismo.
7Y conversar con palabras, sin palabras
tenemos tantas cosas de que hablar,cosas que
sólo pueden quedar entre los dos,que nadie más
que los dos entendería!
8Saborear la palabra, como un bocado
delicioso,repetirla, gustarla,dejando que
suscite sentimiento y placer.
9Sentir cómo el torrente se remansa,cómo los
ruidos de la ciudad se apagan,volver a oír los
pájaros y el viento,sentirse vivo, acompañado,
atento,despierto, entendido, capaz, acariciado.
10Y ver las cosas desde la distancia interior,con
los ojos cerrados, sonriendo,como asistiendo al
cómplice secretoque me coge discreto de la mano
mientras nadie nos mira.
11Tan fácil como respirar, tan natural. Mi cuerpo
está hecho para eso, lo hace espontáneamente, y
se siente bien.Dios está ahí,tan cierto como el
aire que respiro. Ahí, ni arriba ni fuera sino
sobre todo, dentro. Conmigo. Levantar el corazón
a Dios, sin salir del corazón. Encontrarse, darse
cuenta, sentir, gustar.Palabras al silencio.
Silencio a la palabra. Silencio gustado entre
amigos. Tiempo. Sentir el tiempo mío,
regalado. Sentirme dueño de mi tiempo.Saberme
fuente, gustar le Viento de mi Madre
alentando,firme y suave desde lo más dentro de
mí mismo.Y conversar con palabras, sin palabras
tenemos tantas cosas de que hablar,cosas que
sólo pueden quedar entre los dos,que nadie más
que los dos entendería! Saborear la palabra,
como un bocado delicioso, repetirla,
gustarla,dejando que suscite sentimiento y
placer. Sentir cómo el torrente se remansa, cómo
los ruidos de la ciudad se apagan,volver a oír
los pájaros y el viento, sentirse vivo,
acompañado, atento,despierto, entendido, capaz,
acariciado. Y ver las cosas desde la distancia
interior,con los ojos cerrados, sonriendo,como
asistiendo al cómplice secreto que me coge
discreto de la mano mientras nadie nos mira.
José E. Galarreta, SJ