Title: 2
12ª Etapa Mornés
Permaneced en mi amor El que permanece en mí
y yo en él, ése da mucho fruto porque separados
de mí no podéis hacer nada (Jn 15, 9.5)
2El Permaneced en mi amor, en Mornese, se
colorea con intensísimas evocaciones.
3Para María Dominica Mazzarello Mornese lo es
todo.
Aquí nace aquel espíritu de Mornese que, también
hoy, debe caracterizar cada una de nuestras
comunidades
4la casa del nacimiento
Mornese Mazzarelli
Permanecer en la familia significa redescubrir
cada día el gran don de la vida y del amor,
darse cuenta de que sólo en compañía de Dios se
pueden construir relaciones y lazos, coser de
nuevo desgarrones, dar y recibir perdón.
5María Dominica, primogénita de 13 hermanos, de
los cuales algunos muertos en tierna edad, creció
en la escuela exigente del amor y del dolor, de
la enfermedad y de la muerte.
Su familia la educó muy pronto a la participación
activa y solidaria en la educación, a la
corresponsabilidad en la orientación familiar, a
la laboriosidad creativa y fiel de quien sabe
compartir, amar y sufrir.
6Valponasca
lugar de silencio y de oración, de trabajo y de
don de sí mismo
aquí Maín aprende a tener unidos ámbitos vitales
aparentemente contrapuestos como
el trabajo y la oración, el don infatigable de
sí misma y la contemplación,
la oración personal y la familiar-comunitaria
7De la Cronohistoria
Cada mañana, al regresar de la iglesia, antes de
que los otros se levanten de la cama, María
prepara el desayuno, ordena la casa y en marcha
al trabajo del campo, precediendo a los obreros,
aún a los más rápidos.
8Sólo hacia la tarde una mirada atenta descubriría
en ella algo de premura. Ni siquiera espera a que
los trabajadores se vayan y, si el padre no da
una orden distinta, pone rápidamente su
instrumento de trabajo en el hombro y aprisa
hacia casa. Aquí, un saludo a la madre, una broma
a los hermanitos y, después de cenar, corre a la
ventana que, mirando a occidente, queda enfrente
de la lejana parroquia, pero bien a la vista.
9El período transcurrido en la Valponasca
aparece como el más rico de la formación
espiritual de María Dominica
10La Valponasca es para ella escuela de vida. En
contacto con la naturaleza, la muchacha aprende
en la soledad, en el
en el silencio, en el trabajo los principales
contenidos de la fe, los elabora de forma
personal y los asimila en profundidad
11Signos evidentes de este movimiento de
interiorización de la fe son la oración, que
asume dimensiones típicamente personales, la
capacidad de conjugar oración y trabajo, la
intensidad y la profundidad de la relación
contemplación y virginidad.
Su oración se revela verdaderamente personal y no
impuesta por el confesor
12Es característica de este período la oración
vespertina que María Dominica hace junto a la
ventana que todavía hoy recuerda la mirada de la
contemplación fija en el tabernáculo de la
iglesia parroquial.
Típica y conocida por los compañeros de trabajo
su oración a lo largo de la jornada, cuando
entre los viñedos se arrodilla y adora.
13Colegio
Aquí María Dominica y las primeras hermanas
experimentan el amor que viene de Dios y que,
ensanchándose a los hermanos y a las hermanas,
vuelve a Él en la verdad del corazón. Su vida
sencilla, vivida en la pobreza y en la caridad,
hace que se sientan verdaderamente felices y hace
de la Comunidad una alabanza perenne al Señor.
la casa del Amor de Dios
14Don Pestarino escribe de la primera comunidad
Lo que más se nota con satisfacción es la
verdadera unión de espíritu, de caridad, la
armonía gozosa y la santa alegría de todas en el
recreo, donde se divierten siempre fraternalmente
unidas todas gozan por sentirse unidas en el
juego y en el descanso.
15En la piedad son edificantes, en el recogimiento
como en el acercarse a los santos sacramentos, en
la meditación, en el rezo del Oficio Divino y en
otras oraciones y funciones. ()
16En todas se nota un verdadero desprendimiento del
mundo, de los parientes y de sí mismas, en cuanto
la fragilidad humana lo comporta asiduas y muy
atentas en sus trabajos que nunca he tenido que
oír una pequeña lamentación de una a la que le
disguste y espontáneamente toman parte en los
intereses de la casa
17Desde que asumió hasta que finalizó su misión,
María Mazzarello especifica su maternidad
espiritual en formas distintas formación directa
y continua de las hermanas a través de la palabra
oral y escrita, los numerosos viajes
pero sobre todo a través de la donación de su
vida, gastada en el ejercicio de una caridad
paciente, benigna y universal.
18Juntos, como comunidad educativa, hacemos memoria
del permanecer en Cristo mornesino, del que
nace la pasión del da mihi animas cetera tolle
que unifica la vida y le confiere un amplio
respiro.
19... con la mirada amplia y la actitud del
cuidarnos los unos de los otros podemos
considerarnos sarmientos de la vid que es Jesús,
en el que se realiza la unidad de la familia de
los hijos e hijas de Dios.