Title: SALMO 118
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3Es el más largo de los salmos. El salmista es
un humilde servidor de Dios. Sabe que la
verdadera felicidad nace en la fidelidad a Yahvé,
que manifiesta su voluntad por medio de la ley.
Aunque desgarrado por una terrible prueba,
ama y observa la voluntad divina. Quiera Dios,
en recompensa, arrancarle de la muerte que le
amenaza y darle un conocimiento aún más claro de
su voluntad, y así, una mayo fidelidad, una
alegría más intensa y una vida más plena.
41. CON ISRAEL
Hemos tomado sólo seis estrofas, de este salmo,
el más largo del salterio. Se compone de 22
estrofas de 8 versos encabezadas por 22 letras
del alfabeto hebreo. En cada estrofa, cada verso
comienza por la misma letra. Así por ejemplo,
cada línea de la primera estrofa comienza con la
letra Aleph, cada línea de la segunda comienza
por Beph, y así las demás. Es como el A.B.C. del
amor a la Ley. Es más, el autor introdujo en cada
verso la palabra "Ley" o uno de sus sinónimos.
Tus exigencias, tus caminos, tus preceptos, tus
mandamientos, tus voluntades, tus decisiones, tu
palabra, tus promesas.
2. CON JESÚS
Si nos parece rigurosa esta actitud de
observancia de la Ley, basta pensar en la actitud
de Jesús y sus "mandamientos". Ante su Padre,
Jesús siempre tuvo un comportamiento de
obediencia amorosa, tal como lo expresa este
salmo. "Obro según el mandamiento que me dio mi
Padre"(Juan 14,31) "Hágase tu voluntad" (Mateo 6,
10- 26, 42). "Mi alimento es hacer la voluntad de
mi Padre" (Juan 4, 32).
3. CON NUESTRO TIEMPO
La Ley, para un hebreo, no era este código
jurídico, rígido, de "permitido y prohibido",
transmitido por la herencia romana. La Ley era el
más bello regalo de Dios, el don de Dios al
pueblo que El amaba, con el que había hecho
Alianza. El hombre sin Ley, es un hombre
abandonado a sí mismo, que no sabe cómo
comportarse, que no conoce las normas de su
propio ser.
5Dichoso el que, con vida intachable,camina en la
voluntad del Señordichoso el que, guardando sus
preceptos,lo busca de todo corazónel que, sin
cometer iniquidad,anda por sus senderos.Tú
promulgas tus decretospara que se observen
exactamente.Ojala esté firme mi camino,para
cumplir tus consignasentonces no sentiré
vergüenzaal mirar tus mandatos.Te alabaré con
sincero corazóncuando aprenda tus justos
mandamientos.Quiero guardar tus leyes
exactamente,tú, no me abandones.
6Cómo podrá un joven andar honestamente?Cumpliend
o tus palabras.Te busco de todo corazón,no
consientas que me desvíe de tus mandamientos.En
mi corazón escondo tus consignas,así no pecaré
contra ti.Bendito eres, Señor,enséñame tus
leyes.Mis labios van enumerandolos mandamientos
de tu bocami alegría es el camino de tus
preceptos,más que todas las riquezas.Medito
tus decretos,y me fijo en tus sendastu
voluntad es mi delicia,no olvidaré tus palabras.
7Haz bien a tu siervo viviréy cumpliré tus
palabrasábreme los ojos, y contemplarélas
maravillas de tu voluntadsoy un forastero en la
tierrano me ocultes tus promesas.Mi alma se
consume, deseandocontinuamente tus
mandamientosreprendes a los soberbios,malditos
los que se apartan de tus mandatos.Aleja de mí
las afrentas y el desprecio,porque observo tus
preceptosaunque los nobles se sienten a
murmurar de mí,tu siervo medita tus leyestus
preceptos son mi delicia,tus decretos son mis
consejeros.
8Mi alma está pegada al polvoreanímame con tus
palabraste expliqué mi camino, y me
escuchasteenséñame tus leyesinstrúyeme en el
camino de tus decretos,y meditaré tus
maravillas.Mi alma llora de tristeza,consuélame
con tus promesasapártame del camino falso,y
dame la gracia de tu voluntadescogí el camino
verdadero,deseé tus mandamientos.Me apegué a
tus preceptos,Señor, no me defraudescorreré
por el camino de tus mandatoscuando me ensanches
el corazón.
9Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes,y lo
seguiré puntualmenteenséñame a cumplir tu
voluntady a guardarla de todo corazónguíame
por la senda de tus mandatos,porque ella es mi
gozo.Inclina mi corazón a tus preceptos,y no
al interésaparta mis ojos de las
vanidades,dame vida con tu palabracumple a tu
siervo la promesaque hiciste a tus
fieles.Aparta de mí la afrenta que temo,porque
tus mandamientos son amablesmira cómo ansío tus
decretosdame vida con tu justicia.
10Señor, que me alcance tu favor,tu salvación
según tu promesaasí responderé a los que me
injurian,que confío en tu palabrano quites de
mi boca las palabras sinceras,porque yo espero
en tus mandamientos.Cumpliré sin cesar tu
voluntad,por siempre jamásandaré por un camino
ancho,buscando tus decretoscomentaré tus
preceptos ante los reyes,y no me
avergonzaré.Serán mi delicia tus mandatos,que
tanto amolevantaré mis manos hacia tirecitando
tus mandatos.
11Recuerda la palabra que diste a tu siervo,de la
que hiciste mi esperanzaeste es mi consuelo en
la aflicciónque tu promesa me da vidalos
insolentes me insultan sin parar,pero yo no me
aparto de tus mandatos.Recordando tus antiguos
mandamientos,Señor, quedé consoladosentí
indignación ante los malvados,que abandonan tu
voluntadtus leyes eran mi canciónen tierra
extranjera.De noche pronuncio tu nombre,Señor,
y, velando, tus preceptosesto es lo que a mí me
tocaguardar tus decretos.
12Mi porción es el Señorhe resuelto guardar tus
palabrasde todo corazón busco tu favorten
piedad de mí, según tu promesahe examinado mi
camino,para enderezar mis pies a tus
preceptos.Con diligencia, sin tardanza,observo
tus mandatoslos lazos de los malvados me
envuelven,pero no olvido tu voluntada media
noche me levanto para darte graciaspor tus
justos mandamientos.Me junto con tus
fieles,que guardan tus decretosSeñor, de tu
bondad está llena la tierraenséñame tus leyes.
13Has dado bienes a tu siervo,Señor, con tus
palabrasenséñame a gustar y a
comprender,porque me fío de tus mandatosantes
de sufrir, yo andaba extraviado,pero ahora me
ajusto a tu promesa.Tú eres bueno y haces el
bieninstrúyeme en tus leyeslos insolentes
urden engaños contra mí,pero yo custodio tus
leyestienen el corazón espeso como grasa,pero
mi delicia es tu voluntad.Me estuvo bien el
sufrir,así aprendí tus mandamientos
14Tus manos me hicieron y me formaroninstrúyeme
para que aprenda tus mandatostus fieles verán
con alegríaque he esperado en tu
palabrareconozco, Señor, que tus mandamientos
son justos,que con razón me hiciste sufrir.Que
tu bondad me consuele,según la promesa hecha a
tu siervocuando me alcance tu compasión,
viviré,y mis delicias serán tu voluntadque se
avergüencen los insolentesdel daño que me
hacenyo meditaré tus decretos.Vuelvan a mí
tus fielesque hacen caso de tus preceptossea
mi corazón perfecto en tus leyes,así no quedaré
avergonzado.
15Me consumo ansiando tu salvación,y espero en tu
palabramis ojos se consumen ansiando tus
promesas,mientras digo "Cuándo me
consolarás?"Estoy como un odre puesto al
humo,pero no olvido tus leyes.Cuántos serán
los días de tu siervo?Cuándo harás justicia de
mis perseguidores?Me han cavado fosas los
insolentes,ignorando tu voluntadtodos tus
mandatos son leales,sin razón me persiguen,
protégeme.Casi dieron conmigo en la tumba,pero
yo no abandoné tus decretospor tu bondad dame
vida,para que observe los preceptos de tu boca.
16Tu palabra, Señor, es eterna,más estable que el
cielotú fidelidad de generación en
generación,igual que fundaste la tierra y
permanecepor tu mandamiento subsisten hasta
hoy,porque todo está a tu servicio.Si tu
voluntad no fuera mi delicia,ya habría perecido
en mi desgraciajamás olvidaré tus
decretos,pues con ellos me diste vidasoy tuyo,
sálvame,que yo consulto tus leyes.Los malvados
me esperaban para perderme,pero yo meditaba tus
preceptoshe visto el límite de todo lo
perfectotu mandato se dilata sin término.
17Cuánto amo tu voluntad!todo el día la estoy
meditandotu mandato me hace más sabio que mis
enemigos,siempre me acompañasoy más docto que
todos mis maestros,porque medito tus
preceptos.Soy más sagaz que los
ancianos,porque cumplo tus leyesaparto mi pie
de toda senda mala,para guardar tu palabrano
me aparto de tus mandamientos,porque tú me has
instruido.Qué dulce al paladar tu promesamás
que miel en la boca!Considero tus decretos,y
odio el camino de la mentira.
18Lámpara es tu palabra para mis pasos,luz en mi
senderolo juro y lo cumpliréguardaré tus
justos mandamientosestoy tan afligido!Señor,
dame vida según tu promesa.Acepta, Señor, los
votos que pronuncio,enséñame tus mandatosmi
vida está siempre en peligro,pero no olvido tu
voluntadlos malvados me tendieron un lazo,pero
no me desvié de tus decretos.Tus preceptos son
mi herencia perpetua,la alegría de mi
corazóninclino mi corazón a cumplir tus
leyes,siempre y cabalmente.
19Detesto a los inconstantesy amo tu voluntadtú
eres mi refugio y mi escudo,yo espero en tu
palabraapartaos de mí, los perversos,y
cumpliré tus mandatos, Dios mío.Sostenme con tu
promesa, y viviré,que no frustrada mi
esperanzadame apoyo, y estaré a salvo,me
fijaré en tus leyes sin cesardesprecias a los
que se desvían de tus decretos,sus proyectos son
engaño.Tienes por escoria a los malvados,por
eso amo tus preceptosmi carne se estremece con
tu temor,y respeto tus mandamientos.
20Practico la justicia y el derecho,no me
entregues a mis opresoresda fianza en favor de
tu siervo,que no me opriman los insolentesmis
ojos se consumen aguardandotu salvación y tu
promesa de justicia.Trata con misericordia a tu
siervo,enséñame tus leyesyo soy tu siervo
dame inteligencia,y conoceré tus preceptoses
hora de que actúes, Señorhan quebrantado tu
voluntad.Yo amo tus mandatosmás que el oro
purísimopor eso aprecio tus decretosy detesto
el camino de la mentira.
21Tus preceptos son admirables,por eso los guarda
mi almala explicación de tus palabras
ilumina,da inteligencia a los ignorantesabro
la boca y respiro,ansiando tus
mandamientos.Vuélvete a mí y ten
misericordia,como es tu norma con los que aman
tu nombreasegura mis pasos con tu promesa,que
ninguna maldad me dominelíbrame de la opresión
de los hombres,y guardaré tus decretos.Haz
brillar tu rostro sobre tu siervo,enséñame tus
leyesarroyos de lágrimas bajan de mis ojospor
los que no cumplen tu voluntad.
22Señor, tú eres justo,tus mandamientos son
rectoshas prescrito leyes justassumamente
establesme consume el celo,porque mis enemigos
olvidan tus palabras.Tu promesa es
acrisolada,y tu siervo la amasoy pequeño y
despreciable,pero no olvido tus decretostu
justicia es justicia eterna,tu voluntad es
verdadera.Me asaltan angustias y aprietos,tus
mandatos son mi deliciala justicia de tus
preceptos es eterna,dame inteligencia, y tendré
vida.
23Te invoco de todo corazónrespóndeme, Señor, y
guardaré tus leyesa ti grito sálvame,y
cumpliré tus decretosme adelanto a la aurora
pidiendo auxilio,esperando tus palabras.Mis
ojos se adelantan a las vigilias,meditando tu
promesaescucha mi voz por tu misericordia,con
tus mandamientos dame vidaya se acercan mis
inicuos perseguidores,están lejos de tu
voluntad.Tú, Señor, estás cerca,y todos tus
mandatos son estableshace tiempo comprendí que
tus preceptoslos fundaste para siempre.
24Mira mi abatimiento y líbrame,porque no olvido
tu voluntaddefiende mi causa y rescátame,con
tu promesa dame vidala justicia está lejos de
los malvadosque no buscan tus leyes.Grande es
tu ternura, Señor,con tus mandamientos dame
vidamuchos son los enemigos que me
persiguen,pero yo no me aparto de tus
preceptosviendo a los renegados, sentía
asco,porque no guardan tus mandatos.Mira como
amo tus decretos,Señor, por tu misericordia dame
vidael compendio de tu palabra es la verdad,y
tus justos juicios son eternos.
25Los nobles me perseguían sin motivo,pero mi
corazón respetaba tus palabrasyo me alegraba
con tu promesa,como el que encuentra un rico
botíndetesto y aborrezco la mentira,y amo tu
voluntad.Siete veces al día te alabopor tus
justos mandamientosmucha paz tienen los que
aman tus leyes,y nada los hace tropezaraguardo
tu salvación, Señor,y cumplo tus mandatos.Mi
alma guarda tus preceptosy los ama
intensamenteguardo tus decretos,y tú tienes
presente mis caminos.
26Que llegue mi clamor a tu presencia,Señor, con
tus palabras dame inteligenciaque mi súplica
entre en tu presencia,líbrame según tu
promesade mis labios brota la alabanza,porque
me enseñaste tus leyes.Mi lengua canta tu
fidelidad,porque todos tus preceptos son
justosque tu mano me auxilie,ya que prefiero
tus decretosansío tu salvación, Señortu
voluntad es mi delicia.Que mi alma viva para
alabarte,que tus mandamientos me auxilienme
extravié como oveja perdidabusca a tu siervo,
que no olvida tus mandatos.
27Cuánto amo tu voluntad! Todo el día la estoy
meditando.
Enséñame, Señor, a reconocer tu voluntad en las
leyes de la naturaleza y en los accidentes de la
vida, en las normas que rigen a los pueblos y en
los sucesos que llenan el día, en las órdenes de
la autoridad y en los impulsos de mi propio
corazón. Tu voluntad es todo lo que sucede,
porque tú estás en todas las cosas y tu dominio
es supremo. Verte a ti en todas las cosas y
reconocer tu voluntad en todos los
acontecimientos es el camino de la sabiduría, la
felicidad y la paz. Hazme aprender esa lección
fundamental en la meditación reposada de las
profundidades de tu Ley.
Que tu voluntad haga siempre mis delicias, Señor.
28Que tu palabra, Señor, sea lámpara para nuestros
pasos y luz en nuestro sendero que, iluminados
por ella, nunca nos desviemos de tus decretos por
muchos que sean los lazos que nos tienda el
enemigo. Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.