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Diapositiva 1

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Enciende la luz, haz clic en el bot n Amor de tarde Es una l stima que no est s conmigo cuando miro el reloj y son las cuatro y acabo la planilla y pienso diez ... – PowerPoint PPT presentation

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Title: Diapositiva 1


1
Enciende la luz, haz clic en el botón
2
Ahora enciende la chimenea, haciendo clic en el
botón
CONTIENE MUSICA DE FONDO
3
para leer los poemas elije la estantería del
autor y haz clic
Salir
García Lorca
Gabriela Mistral
Rosalía de Castro
Pablo Neruda
Jorge Luis Borges
José Martí
Antonio Machado
Gustavo Adolfo Bécquer
Mario Benedetti
Miguel de Unamuno
Martes, 10 de Marzo de 2015
4
Federico García Lorca Granada 1898-1936
1898 el 5 de junio nace Federico García Lorca en
Fuente Vaqueros, provincia de Granada, hijo de
Federico García Rodríguez y Vicenta Lorca Romero.
Será el mayor de cuatro hermanos Francisco,
Concha e Isabel.1908 Pasa unos meses en Almería,
donde comienza sus estudios de bachillerato.
Primeros estudios de música. 1909 se traslada con
su familia a vivir a Granada.1915-1917 Estudios
de Filosofía y Letras y de Derecho en la
Universidad de Granada. Amistad con el núcleo
intelectual granadino (Melchor Fernández
Almagro, Miguel Pizarro, Manuel Ángeles Ortiz,
Ismael G. de la Serna, Angel Barrios,...). Viajes
de estudios, dirigidos por el Catedrático Martín
Domínguez Barrueta, por Andalucía, Castillla y
Galicia. Inicia su amistad con el compositor
Manuel de Falla, quien fija su residencia en
Granada.1918 Publica en Granada su primer libro
Impresiones y Paisajes y escribe algunos poemas
que aparecerán más tarde en su primer libro de
versos, Libro de Poemas.
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5
Romance de la Luna La luna vino a la fragua con
su polizón de nardos.El niño la mira, mira. El
niño la está mirando. En el aire conmovido mueve
la luna sus brazos y enseña, úbrica y pura, sus
senos de duro estaño. Huye luna, luna, luna. Si
vinieran los gitanos, harían con tu corazón
collares y anillos blancos.Niño, déjame que
baile.Cuando vengan los gitanos,te encontrarán
sobre el yunquecon los ojillos cerrados.Huye,
luna, luna, luna, que ya siento los
caballos.Niño, déjame, no pises mi blancor
almidonado
El jinete se acercaba tocando el tambor del
llano.Dentro de la fragua el niño tiene los ojos
cerrados. Por el olivar venían, bronce y sueño,
los gitanos.Las cabezas levantadas y los ojos
entornados. Cómo canta la zumaya,ay, cómo canta
en el árbol!Por el cielo va la luna con un niño
de la mano. Dentro de la fragua lloran, dando
gritos, los gitanos.El aire la vela, vela.El
aire la está velando.
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6
Frunce su rumor el mar. Los olivos palidecen.
Cantan las flautas de umbría y el liso gong de la
nieve. Preciosa, corre, Preciosa, que te coge el
viento verde!Preciosa, corre, Preciosa!Míralo
por donde viene!Sátiro de estrellas bajas con
sus lenguas relucientes. Preciosa, llena de
miedo, entra en la casa que tiene, más arriba de
los pinos, el cónsul de los ingleses. Asustados
por los gritos tres carabineros vienen, sus
negras capas ceñidas y los gorros en las
sienes. El inglés da a la gitana un vaso de tibia
leche, y una copa de ginebraque Preciosa no se
bebe. Y mientras cuenta, llorando, su aventura a
aquella gente, en las tejas de pizarra el viento,
furioso, muerde.
Preciosa y el aire Su luna de pergamino Preciosa
tocando viene por un anfibio sendero de cristales
y laureles.El silencio sin estrellas, huyendo
del sonsonete, cae donde el mar bate y canta su
noche llena de peces.En los picos de la sierra
os carabineros duermen guardando las blancas
torres donde viven los ingleses. y los gitanos
del agua levantan por distraerse, glorietas de
caracolas yramas de pino verde. Niña, deja que
levante tu vestido para verte.Abre en mis dedos
antiguos la rosa azul de tu vientre. Preciosa
tira el pandero y corre sin detenerse.El
viento-hombrón la persigue con una espada
caliente.
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7
El juez, con guardia civil,por los olivares
viene.Sangre resbalada gimemuda canción de
serpiente.Señores guardias civiles aquípasó lo
de siempre.Han muerto cuatro romanosy cinco
cartagineses. La tarde loca de higuerasy de
rumores calientescae desmayada en los
muslosheridos de los jinetes.Y ángeles negros
volabanpor el aire del poniente.Ángeles de
largas trenzasy corazones de aceite.
Reyerta En la mitad del barrancolas navajas de
Albacetebellas de sangre contraria,relucen como
los peces.Una dura luz de naiperecorta en el
agrio verdecaballos enfurecidosy perfiles de
jinetes.En la copa de un olivolloran dos viejas
mujeres.El toro de la reyertase sube por las
paredes.Ángeles negros traíanpañuelos y agua de
nieve.Ángeles con grandes alasde navajas de
Albacete.Juan Antonio el de Montillarueda
muerto la pendiente,su cuerpo lleno de liriosy
una granada en las sienes.Ahora monta cruz de
fuego,carretera de la muerte.
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8
Romance Sonámbulo Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña. Con la sombra en la
cintura ella sueña en su baranda, verde carne,
pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te
quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas la
están mirando y ella no puede mirarlas. Verde que
te quiero verde. Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra que abre el camino
del alba. La higuera frota su viento con la lija
de sus ramas, y el monte, gato garduño, eriza sus
pitas agrias. Pero quién vendrá? Y por
dónde...? Ella sigue en su baranda, verde carne,
pelo verde, soñando en la mar amarga. Compadre,
quiero cambiar mi caballo por su casa,mi montura
por su espejo, mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando, desde los puertos de
Cabra. Si yo pudiera, mocito, ese trato se
cerraba. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya
mi casa. Compadre, quiero morir decentemente en
mi cama. De acero, si puede ser, con las sábanas
de holanda. No ves la herida que tengo desde el
pecho a la garganta? Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos hasta las altas barandas,
dejadme subir!, dejadme hasta las verdes
barandas. Barandales de la luna por donde retumba
el agua. Ya suben los dos compadres hacia las
altas barandas. Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas. Temblaban en los
tejados farolillos de hojalata. Mil panderos de
cristal, herían la madrugada. Verde que te quiero
verde, verde viento, verdes ramas. Los dos
compadres subieron. El largo viento, dejaba en la
boca un raro gusto de hiel, de menta y de
albahaca. Compadre! Dónde está, dime? Dónde
está tu niña amarga? Cuántas veces te esperó!
Cuántas veces te esperara cara fresca, negro
pelo, en esta verde baranda! Sobre el rostro del
aljibese mecía la gitana. Verde cama, pelo
verde, con ojos de fría plata. Un carámbano de
luna la sostiene sobre el agua. La noche se puso
íntima como una pequeña plaza. Guardias civiles
borrachos en la puerta golpeaban. Verde que te
quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El
barco sobre la mar. Y el caballo en la montana.
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9
La monja gitana Silencio de cal y mirto.Malvas
en las hierbas finas.La monja borda
alhelíessobre una tela pajiza.Vuelan en la
araña gris,siete pájaros del prisma.La iglesia
gruñe a lo lejoscomo un oso panza arriba.Qué
bien borda ! Con qué gracia!Sobre la tela
pajiza,ella quisiera bordarflores de su
fantasía.Qué girasol! Qué magnoliade
lentejuelas y cintas!Qué azafranes y qué
lunas,en el mantel de la misa!Cinco toronjas se
endulzanen la cercana cocina.Las cinco llagas
de Cristocortadas en Almería.
Por los ojos de la monjagalopan dos
caballistas.Un rumor último y sordole despega
la camisa,y al mirar nubes y montesen las
yertas lejanías,se quiebra su corazónde azúcar
y yerbaluisa.Oh!, qué llanura empinadacon
veinte soles arriba.Qué ríos puestos de
pievislumbra su fantasía!Pero sigue con sus
flores,mientras que de pie, en la brisa,la luz
juega el ajedrezalto de la celosía. .
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10
San Miguel Se ven desde las barandas,por el
monte, monte, monte,mulos y sombras de
muloscargados de girasoles. Sus ojos en las
umbríasse empañan de inmensa noche.En los
recodos del airecruje la aurora salobre. Un
cielo de mulos blancoscierra sus ojos de
azoguedando a la quieta penumbraun final de
corazones.Y el agua se pone fríapara que nadie
la toque.Agua loca y descubiertapor el monte,
monte, monte. San Miguel lleno de encajesen la
alcoba de su torre,enseña sus bellos
muslosceñidos por los faroles. Arcángel
domesticadoen el gesto de las doce,finge una
cólera dulcede plumas y ruiseñores.
San Miguel canta en los vidrios efebo de tres
mil noches, fragante de agua colonia y lejano de
las flores. El mar baila por la playa,un poema
de balcones. Las villas de la luna pierden
juncos, ganan voces. Vienen manolas
comiendosemillas de girasoles, los culos grandes
y ocultos como planetas de cobre.Vienen altos
caballeros y damas de triste porte, morenas por
la nostalgia de un ayer de ruiseñores. Y el
obispo de Manila, ciego de azafrán y pobre, dice
misa con dos filos para mujeres y hombres San
Miguel se estaba quietoen la alcoba de su
torre,con las enaguas cuajadasde espejitos y
entredoses. San Miguel, rey de los globosy de
los números nones,en el primor berberiscode
gritos y miradores.
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11
Muerto de amor Qué es aquello que relucepor los
altos corredores?Cierra la puerta, hijo
mío,acaban de dar las once.En mis ojos, sin
querer,relumbran cuatro faroles.Será que la
gente aquellaestará fregando el cobre. Ajo de
agónica platala luna menguante, ponecabelleras
amarillasa las amarillas torres.La noche llama
temblandoal cristal de los balcones,perseguida
por los milperros que no la conocen,y un olor
de vino y ámbarviene de los corredores. Brisas
de caña mojaday rumor de viejas voces,resonaban
por el arcoroto de la media noche.Bueyes y
rosas dormían.
Sólo por los corredores las cuatro luces clamaban
con el furor de San Jorge.Tristes mujeres del
valle bajaban su sangre de hombre, tranquila de
flor cortada y amarga de muslo joven.Viejas
mujeres del río lloraban al pie del monte, un
minuto intransitable de cabelleras y nombres.
Fachadas de cal, ponían cuadrada y blanca la
noche. Serafines y gitanos tocaban acordeones.
Madre, cuando yo me muera, que se enteren los
señores. Pon telegramas azules que vayan del Sur
al Norte.Siete gritos, siete sangres, siete
adormideras dobles, quebraron opacas lunas en los
oscuros salones.Lleno de manos cortadas y
coronitas de flores, el mar de los juramentos
resonaba, no sé donde. Y el cielo daba portazos
al brusco rumor del bosque, mientras clamaban las
luces en los altos corredores.
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12
El Camborio de camino a Sevilla Antonio Torres
Heredia,hijo y nieto de Camborios,con una vara
de mimbreva a Sevilla a ver los toros.Moreno de
verde lunaanda despacio y garboso.Sus
empavonados buclesle brillan entre los ojos.A
la mitad del caminocortó limones redondos,y los
fue tirando al aguahasta que la puso de oro.Y a
la mitad del camino,bajo las ramas de un
olmo,guardia civil camineralo llevó codo con
codo. El día se va despacio,la tarde colgada a
un hombro,dando una larga torerasobre el mar y
los arroyos.Las aceitunas aguardanla noche de
Capricornio,y una corta brisa, ecuestre,salta
los montes de plomo.
Antonio Torres Heredia,hijo y nieto de
Camborios,viene sin vara de mimbreentre los
cinco tricornios. Antonio, quién eres tú?Si te
llamaras Camborio,hubieras hecho una fuentede
sangre con cinco chorros.Ni tú eres hijo de
nadie,ni legítimo Camborio.Se acabaron los
gitanosque iban por el monte solos!Están los
viejos cuchillostiritando bajo el polvo. A las
nueve de la nochelo llevan al calabozo,mientras
los guardias civilesbeben limonada todos.Y a
las nueve de la nochele cierran el
calabozo,mientras el cielo relucecomo la grupa
de un potro.
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13
El Camborio Voces de muerte sonaroncerca del
Guadalquivir.Voces antiguas que cercanvoz de
clavel varonil.Les clavó sobre las
botasmordiscos de jabalí.En la lucha daba
saltosjabonados de delfín.Bañó con sangre
enemigasu corbata carmesí,pero eran cuatro
puñalesy tuvo que sucumbir.Cuando las estrellas
clavanrejones al agua gris,cuando los erales
sueñanverónicas de alhelí,voces de muerte
sonaroncerca del Guadalquivir. Antonio Torres
Heredia,Camborio de dura crin,moreno de verde
luna,voz de clavel varonilQuién te ha quitado
la vidacerca del Guadalquivir?
Mis cuatro primos Herediashijos de Benamejí.Lo
que en otros no envidiaban, ya lo envidiaban en
mí.Zapatos color corinto, medallones de marfil,
y este cutis amasadocon aceituna y jazmín.Ay
Antoñito el Camborio,digno de una
Emperatriz!Acuérdate de la Virgen porque te vas
a morir.Ay Federico García,llama a la Guardia
Civil! Ya mi talle se ha quebrado como caña de
maíz. Tres golpes de sangre tuvoy se murió de
perfil.Viva moneda que nuncase volverá a
repetir.Un ángel marchoso ponesu cabeza en un
cojín.Otros de rubor cansado,encendieron un
candil.Y cuando los cuatro primosllegan a
Benamejí,voces de muerte cesaroncerca del
Guadalquivir.
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14
El Piyayo Tu conoces al Piyayoun viejecillo
renegro, reseco y chicuelola mirada de gallo
pendenciero y hocico de raposo tiñoso... que pide
limosna por "tangos y maldice cantando
"fandangos gangosos?A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena y me causa un respeto
imponente!Ata a su cuerpo una guitarra, Que
chilla como una corneja Y zumba como una
chicharra Y tiene arrumacos de vieja Pelleja. Yo
le he visto cantando,Babeando De rabia y de
vino, BailandoCon saltos felinos Tocando a
zarpazos,.Los acordes de un viejo"tangazo Y, a
sus contorsiones de ardilla, Hace son con la
sucia calderilla. a chufla lo toma la gente y a
mi me da pena y me causa un respeto imponente!Es
su extraño arte su cepo y su cruz,su vida y su
luz, su tabaco y su aguardientillo... y su pan y
el de sus nietecillos "churumbeles" con greñas
de alambre y panzas de sapos. Que aullan de
hambre Tiritando bajo los harapos Sin madre que
lave su roña Sin padre que "afane Porque pena
una muerte en santoña
Sin mas sombra que la del abuelo... poca sombra,
porque es tan chicuelo en el altozano tiene un
cuchitril a las vigas alcanza la mano y por
lumbre y por luz, un candil. Vacia sus alforjas
Que son sus bolsillos, Bostezando los siete
chiquillos, Se agrupan riendo. Y entre carantoñas
les va repartiendo Pan y pescao frito, Con la
parsimonia de un antiguo rito chavales!pan
de flor de harina! Mascarlo despasio.Mejo pan no
se come en palasio. Y este pescaito, no es na?
sacao uno a uno del fondo del má! gloria pura
él! Las espinas se comen tamié, Que to es
alimento... Asi....despasito. no llores,
Manuela!Tu no pués, porque no tiés muelas. es
tan chiquitita mi niña bonita!.. así,
despasito.Muy remascaito, Migaja a migaja, que
dure, Le van dando fin A los cinco reales que
costo el festín. Luego entre guiñapos durmiendo,
Por matar el frío, muy apiñaditos. La Virgen
María contempla al Piyayo Riendo Y hay un Angel
rubio que besa la frente De cada gitano chiquito.
A chufla lo toma la gente!...y a mi me da penay
me causa un respeto imponente!
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15
La casada infiel Y que yo me la lleve al
ríocreyendo que era mozuela,pero tenía
marido.Fue la noche de Santiagoy casi por
compromiso.Se apagaron los farolesy se
encendieron los grillos.En las últimas
esquinastoqué sus pechos dormidos,y se me
abrieron de prontocomo ramos de jacintos.El
almidón de su enagua mesonaba en el oído,como
una pieza de sedarasgada por diez cuchillosSin
luz de plata en sus copaslos árboles han
crecido,y un horizonte de perrosladra muy lejos
del río. Pasadas las zarzamoras,los juncos y
los espinos,bajo su mata de pelohice un hoyo
sobre el limo.
Yo me quité la corbata. Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver Ella sus cuatro
corpiños.Ni nardos ni caracolas tienen el cutis
tan fino, ni los cristales con luna relumbran con
ese brillo. Sus muslos se me escapaban como peces
sorprendidos, la mitad llenos de lumbre, la mitad
llenos de frío.Aquella noche corrí el mejor de
los caminos, montado en potra de nácar sin bridas
y sin estribos. No quiero decir, por hombre, las
cosas que ella me dijo. La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido. Sucia de besos y
arena,yo me la lleve del río. Con el aire se
batían las espadas de los lirios. Me porté como
quien soy. Como un gitano legítimo. La regalé un
costurero grande de raso pajizo, y no quise
enamorarme porque teniendo marido me dijo que era
mozuela cuando la llevaba al río.
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16
Nació en Santiago de Compostela. Fue bautizada
con los nombres de María Rosalía Rita. hija de
padres desconocidos. Muy poco se sabe de su
educación. Se sabe que en la escuela mostró
talento de versificadora. También le gustaba el
dibujo, la música y la declamación. Rosalía de
Castro contrajo matrimonio con Manuel Martínez
Murguía, erudito cronista de Galicia. Al año
siguiente Rosalía da luz a su primera hija,
Alejandra, a la que han de seguir seis hijos más.
Su domicilio cambió varias veces, entre Madrid y
Simancas. Rosalía nunca disfrutó de buena salud.
Luchó siempre contra enfermedades, y a menudo con
la penuria, vivió dedicada a su hogar, a sus
hijos y a su marido, nunca aspiró a la fama. Su
marido fue quien la convenció para que publicara
sus obras. Murió de cáncer a los cuarenta y ocho
años en su casa de Padrón, la cual hoy es un
museo. Todos sus hijos murieron antes que ella,
sin poder dejar herederos. Compuso sus primeros
versos a la edad de 12 años. A los 17 años ya era
conocida en el "Liceo de San Agustín". por su
primer libro La Flor. y Follas Novas es el
título de su último libro que contiene su manera
de ver la vida, en el muestra su esencia vital.
Rosalía muestra una visión sombría de la
existencia humana. En los Cantares, Rosalía asume
la voz del pueblo gallego. Su obra maestra en
castellano es En las Orillas del Sar, versos de
tono íntimo, de extraña penetración, cargados de
nocturna belleza. Merece ser considerada, al lado
de Gustavo Adolfo Bécquer, como la precursora de
la Modernidad e iniciadora de una nueva métrica
castellana.
Rosalía de Castro Santiago de Compostela
(Galicia) 1837-1885
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17
2 Otra vez!, tras la lucha que rindey la
incertidumbre amargadel viajero que errante no
sabedónde dormirá mañana,en sus lares
primitivoshalla un breve descanso mi alma.Algo
tiene este blando reposode sombrío y de
halagüeño,cual lo tiene, en la noche callada,de
un ser amado el recuerdo,que de negras
traiciones y dichasinmensas, nos habla a un
tiempo.Ya no lloro..., y no obstante, agobiado y
afligido mi espíritu, apenas de su cárcel
estrecha y sombría osa dejar las tinieblaspara
bañarse en las ondasde luz que el espacio
llenan.Cual si en suelo extranjero me hallase,
tímida y hosca, contemplodesde lejos los bosques
y alturasy los floridos senderos donde en cada
rincón me aguardabala esperanza sonriendo.
1 A través del follaje perenneque oír deja
rumores extraños,y entre un mar de ondulante
verdura,amorosa mansión de los pájaros,desde
mis ventanas veoel templo que quise tanto.El
templo que tanto quise...,pues no sé decir ya si
le quiero,que en el rudo vaivén que sin
treguase agitan mis pensamientos,dudo si el
rencor adustovive unido al amor en mi pecho.
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18
3 Oigo el toque sonoro que entonces a mi lecho a
llamarme venía con sus ecos que el alba
anunciaban, mientras, cual dulce caricia, un rayo
de sol doradoalumbraba mi estancia
tranquila.Puro el aire, la luz sonrosada, qué
despertar tan dichoso! Yo veía entre nubes de
incienso, visiones con alas de oro que llevaban
la venda celestede la fe sobre sus ojos... Ese
sol es el mismo, mas ellas no acuden a mi
conjuro y a través del espacio y las nubes, y
del agua en los limbos confusos, y del aire en la
azul transparencia,ay!, ya en vano las llamo y
las busco. Blanca y desierta la vía entre los
frondosos setos y los bosques y arroyos que
bordan sus orillas, con grato misterio atraerme
parece y brindarmea que siga su línea sin
término.Bajemos, pues, que el caminoantiguo nos
saldrá al paso,aunque triste, escabroso y
desierto,y cual nosotros cambiado,lleno aún de
las blancas fantasmasque en otro tiempo adoramos
4 Tras de inútil fatiga, que mis fuerzas agota,
caigo en la senda amiga, donde una fuente brota
siempre serena y pura,y con mirada incierta,
busco por la llanura no sé qué sombra vana o que
esperanza muerta, no sé qué flor tardía de
virginal frescura que no crece en la vía arenosa
y desierta. De la oscura Trabanca tras la espesa
arboleda, gallardamente arranca al pie de la
vereda La Torre y sus contornos cubiertos de
follaje, prestando a la mirada descanso en su
ramaje cuando de la ancha vega por vivo sol
bañada que las pupilas ciega, atraviesa el
espacio, gozosa y deslumbrada. Como un eco
perdido, como un amigo acento que sueña cariñoso,
el familiar chirrido del carro perezoso corre en
alas del viento y llega hasta mi oído cual en
aquellos días hermosos y brillantes en que las
ansias mías eran quejas amantes, eran dorados
sueños y santas alegrías. Ruge la Presa lejos...,
y, de las aves nido, Fondón cerca descansa la
cándida abubilla bebe en el agua mansa donde un
tiempo he creído de la esperanza hermosa beber el
néctar sano, y hoy bebiera anhelosa las aguas del
olvido, que es de la muerte hermano donde de los
vencejos que vuelan en la altura, la sombra se
refleja.
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19
5 Cuán hermosa es tu vega, oh Padrón, oh Iria
Flavia! Mas el calor, la vida juvenil y la savia
que extraje de tu seno, como el sediento niño el
dulce jugo extrae del pecho blanco y lleno,de mi
existencia oscura en el torrente amargo pasaron,
cual barrida por la inconstancia ciega, una
visión de armiño, una ilusión querida, un suspiro
de amor. De tus suaves rumores la acorde
consonancia, ya para el alma yerta tornóse bronca
y dura a impulsos del dolor secáronse tus flores
de virginal fragancia perdió su azul tu cielo,
el campo su frescura, el alba su candor.La nieve
de los años, de la tristeza el hielo constante,
al alma niegan toda ilusión amada, todo dulce
consuelo. Sólo los desengaños preñados de
temores, y de la duda el frío, avivan los dolores
que siente el pecho mío, y ahondando mi herida,
me desti rran del cielo, donde las fuentes brotan
eternas de la vida.
6 Oh tierra, antes y ahora, siempre fecunda y
bella!Viendo cuán triste brilla nuestra fatal
estrella,del Sar cabe la orillaal acabarme,
siento la sed devoradoray jamás apagada que
ahoga el sentimiento,y el hambre de justicia,
que abate y que anonadacuando nuestros clamores
los arrebata el vientode tempestad airada.Ya en
vano el tibio rayo de la naciente aurora tras del
Miranda altivo, valles y cumbres dora con su
resplandor vivo en vano llega mayo de sol y
aromas lleno, con su frente de niño de rosas
coronada, y con su luz serena en mi pecho ve
juntos el odio y el cariño, mezcla de gloria y
pena,mi sien por la corona del mártir agobiada y
para siempre frío y agotado mi seno.
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20
7 Cuán hermosa es tu vega, oh Padrón, oh Iria
Flavia! Mas el calor, la vida juvenil y la savia
que extraje de tu seno, como el sediento niño el
dulce jugo extrae del pecho blanco y lleno,de mi
existencia oscura en el torrente amargo pasaron,
cual barrida por la inconstancia ciega, una
visión de armiño, una ilusión querida, un suspiro
de amor. De tus suaves rumores la acorde
consonancia, ya para el alma yerta tornóse bronca
y dura a impulsos del dolor secáronse tus flores
de virginal fragancia perdió su azul tu cielo,
el campo su frescura, el alba su candor.La nieve
de los años, de la tristeza el hielo constante,
al alma niegan toda ilusión amada, todo dulce
consuelo. Sólo los desengaños preñados de
temores, y de la duda el frío, avivan los dolores
que siente el pecho mío, y ahondando mi herida,
me desti rran del cielo, donde las fuentes brotan
eternas de la vida.
8 Ya que de la esperanza, para la vida
mía,triste y descolorido ha llegado el ocaso,a
mi morada oscura, desmantelada y fría,tornemos
paso a paso,porque con su alegría no aumente mi
amargurala blanca luz del día.Contenta el
negro nido busca el ave agorerabien reposa la
fiera en el antro escondido,en su sepulcro el
muerto, el triste en el olvidoy mi alma en su
desierto.
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21
Jorge Luis Borges Buenos Aires 1899-1986
Nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899.
Fue bilingüe desde su infancia ya que su abuela
materna le hablaba en Inglés. "Georgie", como le
decían en casa, tenía apenas seis años cuando
dijo a su padre que quería ser escritor. En 1910
aparece su primera publicación en el diario El
País, de Buenos Aires, donde tradujo El príncipe
feliz, de Oscar Wilde. En 1914, el padre de
Borges se jubiló debido a su ceguera casi total,
por lo que la familia pasó una temporada en
Europa. Sorprendidos por la guerra, se instalaron
en Ginebra donde el joven Borges escribió algunos
poemas en francés y cursó la preparatoria
(1914-1918). Vivió en España de 1919 a 1921 y dos
años después la familia regresó a Buenos Aires.
En 1923 publicó el poemario Fervor de Buenos
Aires.
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22
Alguien Un hombre trabajado por el tiempo, un
hombre que ni siquiera espera la muerte (las
pruebas de la muerte son estadísticas y nadie
hay que no corra el albur de ser el primer
inmortal), un hombre que ha aprendido a
agradecer las modestas limosnas de los días
el sueño, la rutina, el sabor del agua, una no
sospechada etimología, un verso latino o sajón,
la memoria de una mujer que lo ha abandonado
hace ya tantos años que hoy puede recordarla sin
amargura, un hombre que no ignora que el presente
ya es el porvenir y el olvido, un hombre que ha
sido desleal y con el que fueron desleales,
puede sentir de pronto, al cruzar la calle, una
misteriosa felicidad que no viene del lado de la
esperanza sino de una antigua inocencia, de su
propia raíz o de un dios disperso. Sabe que no
debe mirarla de cerca, porque hay razones más
terribles que tigres que le demostrarán su
obligación de ser un desdichado, pero
humildemente recibe esa felicidad, esa ráfaga.
Quizá en la muerte para siempre seremos, cuando
el polvo sea polvo, esa indescifrable raíz, de la
cual para siempre crecerá, ecuánime o atroz,
nuestro solitario cielo nfierno.o...
Alhambra Grata la voz del agua a quien
abrumaron negras arenas, grato a la mano cóncava
el mármol circular de la columna, gratos los
finos laberintos del agua entre los limoneros,
grata la música del zéjel, grato el amor y
grata la plegaria dirigida a un Dios que está
solo, grato el jazmín. Vano el alfanje ante
las largas lanzas de los muchos, vano ser el
mejor. Grato sentir o presentir, rey doliente,
que tus dulzuras son adioses, que te será
negada la llave, que la cruz del infiel borrará
la luna, que la tarde que miras es la última.
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23
Arte poético Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río, saber que
nos perdemos como el río y que los rostros pasan
como el agua. Sentir que la vigilia es otro
sueño que sueña no soñar y que la muerte que
teme nuestra carne es esa muerte de cada noche,
que se llama sueño. Ver en el día o en el año un
símbolo de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años en una música,
un rumor y un símbolo, ver en la muerte el
sueño, en el ocaso un triste oro, tal es la
poesía que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso. A veces en
las tardes una cara nos mira desde el fondo de
un espejo el arte debe ser como ese espejo que
nos revela nuestra propia cara. Cuentan que
Ulises, harto de prodigios, lloró de amor al
divisar su Itaca verde y humilde. El arte es esa
Itaca de verde eternidad, no de prodigios.
También es como el río interminable que pasa y
queda y es cristal de un mismo Heráclito
inconstante, que es el mismo y es otro, como el
río interminable.
Antelación del amor Ni la intimidad de tu frente
clara como una fiesta ni la privanza de tu
cuerpo, aún misterioso y tácito y de niña, ni la
sucesión de tu vida situándose en palabras o
acallamiento serán favor tan persuasivo de ideas
como el mirar tu sueño implicado en la vigilia
de mis ávidos brazos. Virgen milagrosamente otra
vez por la virtud absolutoria del sueño, quieta
y resplandeciente como una dicha en la selección
del recuerdo, me darás esa orilla de tu vida que
tú misma no tienes, Arrojado a la quietud
divisaré esa playa última de tu ser y te veré
por vez primera quizás como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo sin el amor,
sin mí.
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24
(Sevilla, 1875 - Collioure, 1939) Poeta español.
Aunque influido por el modernismo y el
simbolismo, su obra es expresión lírica del
ideario de la Generación del 98. Hijo del
folclorista Antonio Machado y Álvarez y hermano
menor del también poeta Manuel Machado, pasó su
infancia en Sevilla y en 1883 se instaló con su
familia en Madrid. Se formó en la Institución
Libre de Enseñanza y en otros institutos
madrileños. En 1899, durante un primer viaje a
París, trabajó en la editorial Garnier, y
posteriormente regresó a la capital francesa,
donde entabló amistad con R. Darío. De vuelta a
España frecuentó los ambientes literarios, donde
conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán y M.
de Unamuno. En 1907 obtuvo la cátedra de francés
en el instituto de Soria, cuidad en la que dos
años después contrajo matrimonio con Leonor
Izquierdo. En 1910 le fue concedida una pensión
para estudiar filología en París durante un año,
estancia que aprovechó para asistir a los cursos
de filosofía de H. Bergson y Bédier en el College
de France. Tras la muerte de su esposa, en 1912,
pasó al instituto de Baeza. Doctorado en
filosofía y letras (1918), desempeñó su cátedra
en Segovia y en 1928 fue elegido miembro de la
Real Academia Española. Al comenzar la Guerra
Civil se encontraba en Madrid, desde donde se
trasladó con su madre y otros familiares al
pueblo valenciano de Rocafort y luego a
Barcelona. En enero de 1939 emprendió camino al
exilio, pero la muerte lo sorprendió en el
pueblecito francés de Colliure.
Antonio Machado Sevilla 1875-1939
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25
A un olmo seco Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido, con las lluvias de abril
y el sol de mayo algunas hojas verdes le han
salido. El olmo centenario en la colina que
lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la
corteza blanquecina al tronco carcomido y
polvoriento. No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera, habitado de
pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en
hilera va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas. Antes que te
derribe, olmo del Duero, con su hacha el
leñador, y el carpintero te convierta en melena
de campana, lanza de carro o yugo de carreta
antes que rojo en el hogar, mañana, ardas en
alguna mísera caseta, al borde de un camino
antes que te descuaje un torbellino y tronche
el soplo de las sierras blancas antes que el
río hasta la mar te empuje por valles y
barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la
gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida, otro
milagro de la primavera.
A un viejo y distinguido señor Te he visto, por
el parque ceniciento que los poetas aman para
llorar, como una noble sombra vagar, envuelto en
tu levita larga. El talante cortés, ha tantos
años compuesto de una fiesta en la antesala,
?qué bien tus pobres huesos ceremoniosos
guardan!? Yo te he visto, aspirando distraído,
con el aliento que la tierra exhala ?hoy, tibia
tarde en que las mustias hojas húmedo viento
arranca?, del eucalipto verde el frescor de las
hojas perfumadas. Y te he visto llevar la seca
mano a la perla que brilla en tu corbata.
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26
A un naranjo y limonero Naranjo en maceta, qué
triste es tu suerte! Medrosas tiritan tus hojas
menguadas. Naranjo en la corte, qué pena da
verte con tus naranjitas secas y arrugadas!.
Pobre limonero de fruto amarillo cual pomo
pulido de pálida cera, qué pena mirarte, mísero
arbolillo criado en mezquino tonel de madera!
De los claros bosques de la Andalucía, quién os
trajo a esta castellana tierra que barren los
vientos de la adusta sierra, hijos de los campos
de la tierra mía? Gloria de los huertos, árbol
limonero, que enciendes los frutos de pálido oro,
y alumbras del negro cipresal austero las
quietas plegarias erguidas en coro y fresco
naranjo del patio querido, del campo risueño y el
huerto soñado, siempre en mi recuerdo maduro o
florido de frondas y aromas y frutos cargado!
A Miguel de Unamuno Este donquijotesco don
Miguel de Unamuno, fuerte vasco, lleva el arnés
grotesco y el irrisorio casco del buen
manchego. Don Miguel camina, jinete de quimérica
montura, metiendo espuela de oro a su locura,
sin miedo de la lengua que malsina. A un pueblo
de arrieros, lechuzos y tahúres y logreros
dicta lecciones de Caballería. Y el alma
desalmada de su raza, que bajo el golpe de su
férrea maza aún durme, puede que despierte un
día. Quiere enseñar el ceño de la duda, antes
de que cabalgue, el caballero cual nuevo
Hamlet, a mirar desnuda cerca del corazón la
hoja de acero. Tiene el aliento de una estirpe
fuerte que soñó más allá de sus hogares, y que
el oro buscó tras de los mares. Él señala la
gloria tras la muerte. Quiere ser fundador, y
dice Creo Dios y adelante el ánima española...
Y es tan bueno y mejor que fue Loyola sabe a
Jesús y escupe al fariseo.
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27
Oh, tierra triste y noble, la de los altos
llanos y yermos y roquedas, de campos sin arados,
regatos ni arboledas decrépitas ciudades,
caminos sin mesones, y atónitos palurdos sin
danzas ni canciones que aún van, abandonando el
mortecino hogar, como tus largos ríos, Castilla,
hacia la mar! Castilla miserable, ayer
dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia
cuanto ignora. Espera, duerme o sueña? La
sangre derramada recuerda, cuando tuvo la fiebre
de la espada? Todo se mueve, fluye, discurre,
corre o gira cambian la mar y el monte y el ojo
que los mira. Pasó? Sobre sus campos aún el
fantasma yerta de un pueblo que ponía a Dios
sobre la guerra. La madre en otro tiempo fecunda
en capitanes, madrastra es hoy apenas de humildes
ganapanes. Castilla no es aquella tan generosa un
día, cuando Mío Cid Rodrigo el de Vivar volvía,
ufano de su nueva fortuna, y su opulencia, a
regalar a Alfonso los huertos de Valencia o que,
tras la aventura que acreditó sus bríos, pedía la
conquista de los inmensos ríos indianos a la
corte, la madre de soldados, guerreros y adalides
que han de tornar, cargados de plata y oro, a
España, en regios galeones, para la presa
cuervos, para la lid leones. Filósofos nutridos
de sopa de convento contemplan impasibles el
amplio firmamento y si les llega en sueños, como
un rumor distante, clamor de mercaderes de
muelles de Levante, no acudirán siquiera a
preguntar qué pasa? Y ya la guerra ha abierto
las puertas de su casa. Castilla miserable, ayer
dominadora, envuelta en sus harapos desprecia
cuanto ignora.
A orillas del Duero Mediaba el mes de julio. Era
un hermoso día. Yo, solo, por las quiebras del
pedregal subía, buscando los recodos de sombra,
lentamente. A trechos me paraba para enjugar mi
frente y dar algún respiro al pecho jadeante o
bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia adelante
y hacia la mano diestra vencido y apoyado en un
bastón, a guisa de pastoril cayado, trepaba por
los cerros que habitan las rapaces aves de
altura, hollando las hierbas montaraces de fuerte
olor ?romero, tomillo, salvia, espliego?. Sobre
los agrios campos caía un sol de fuego. Un buitre
de anchas alas con majestuoso vuelo cruzaba
solitario el puro azul del cielo. Yo divisaba,
lejos, un monte alto y agudo, y una redonda loma
cual recamado escudo, y cárdenos alcores sobre la
parda tierra ?harapos esparcidos de un viejo
arnés de guerra?, las serrezuelas calvas por
donde tuerce el Duero para formar la corva
ballesta de un arquero en torno a Soria. ?Soria
es una barbacana, hacia Aragón, que tiene la
torre castellana?. Veía el horizonte cerrado por
colinas oscuras, coronadas de robles y de
encinas desnudos peñascales, algún humilde prado
donde el merino pace y el toro, arrodillado sobre
la hierba, rumia las márgenes de río lucir sus
verdes álamos al claro sol de estío, y,
silenciosamente, lejanos pasajeros, tan
diminutos! ?carros, jinetes y arrieros?, cruzar
el largo puente, y bajo las arcadas de piedra
ensombrecerse las aguas plateadas del Duero. El
Duero cruza el corazón de roble de Iberia y de
Castilla.
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28
Mario Benedetti nació el 14 de septiembre de 1920
en Paso de Toros, en Tacuarembó, Uruguay, fruto
del matrimonio entre Brenno Benedetti y Matilde
Farugia. La economía familiar se vio seriamente
afectada por un engaño que sufrió el padre de
Mario y así con tan sólo 4 años, la familia se
trasladó a Montevideo (no en vano en Montevideo
vive más de la mitad de la población de Uruguay,
el mayor porcentaje de población que vive en una
capital de toda Sudamérica). Este engaño condujo
a tiempos difíciles para la familia Benedetti que
tuvo que vender multitud de objetos de valor para
seguir adelante y que obligó a Brenno a la
clandestinidad económica para evitar a los
acreedores y en busca del soñado empleo público,
un auténtico sueño en el Uruguay de la época en
el que el sueldo de un funcionario era
inembargable y echarlo era casi una cuestión de
Estado. Mario estudió en un colegio alemán, en
parte por la admiración que el padre tenía por
ese país. De esta experiencia, además de aprender
el idioma, aprendió el gusto por el trabajo bien
hecho y por la puntualidad. Pero en 1933 el padre
le obligó a salir del colegio, ya que en éste
obligaban a utilizar el saludo nazi, otro año en
un Liceo y termina su educación.
Mario Benedetti Tacuarembó (Uruguay) 1920-2009
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29
Desde los afectos Cómo hacerte saber que siempre
hay tiempo? Que uno solo tiene que buscarlo y
dárselo. Que nadie establece normas salvo la
vida. Que la vida sin ciertas normas pierde
forma. Que la forma no se pierde con
abrirnos. Que abrirnos no es amar
indiscriminadamente. Que no está prohibido
amar. Que también se puede odiar. Cómo hacerte
saber que nadie establece normas salvo la
vida!... Que el odio y el amor son afectos. Que
la agresión porque sí, hiere mucho. Que las
heridas se cierran. Que las puertas no deben
cerrarse. Que la mayor puerta es el afecto. Que
los afectos nos definen. Que definirse no es
remar contra la corriente. Que no cuanto más
fuerte se hace el trazo más se dibuja. Que buscar
un equilibrio no implica ser tibio. Que negar
palabras implica abrir distancias. Que
encontrarse es muy hermoso. Que el sexo forma
parte de lo hermoso de la vida. Que la vida parte
del sexo. Que el porqué de los niños tiene un por
qué. Que querer saber de alguien no sólo es
curiosidad. Que querer saber todo de todos es
curiosidad malsana. Que nunca está de más
agradecer. Que la autodeterminación no es hacer
las cosas solo.
Que nadie quiere estar solo. Que para no estar
solo hay que dar. Que para dar debimos recibir
antes. Que para que nos den también hay que saber
cómo pedir. Que saber pedir no es regalarse. Que
regalarse es, en definiva, no quererse. Que para
que nos quieran debemos mostrar quiénes
somos. Que para que alguien sea hay que
ayudarlo. Que ayudar es poder alentar y
apoyar. Que adular no es ayudar. Que adular es
tan pernicioso como dar vuelta la cara. Que las
cosas cara a cara son honestas. Que nadie es
honesto porque no roba. Que el que roba no es
ladrón por placer. Que cuando no hay placer en
hacer las cosas, no se está viviendo. Que para
sentir la vida no hay que olvidarse que existe la
muerte. Que se puede estar muerto en vida. Que se
siente con el cuerpo y la mente. Que con los
oídos se escucha. Que cuesta ser sensible y no
herirse. Que herirse no es desangrarse. Que para
no ser heridos levantamos muros. Que quien
siembra muros no recoge nada. Que casi todos
somos albañiles de muros. Que sería mucho mejor
construir puentes. Que sobre ellos se va a la
otra orilla y también se vuelve.
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30
Corazón coraza Porque te tengo y no porque te
pienso porque la noche está de ojos
abiertos porque la noche pasa y digo amor porque
has venido a recoger tu imagen y eres mejor que
todas tus imágenes porque eres linda desde el pie
hasta el alma porque eres buena desde el alma a
mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña
y dulce corazón coraza porque eres mía porque no
eres mía porque te miro y muero y peor que
muero si no te miro amor si no te miro porque tú
siempre existes dondequiera pero existes mejor
donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes
frío tengo que amarte amor tengo que
amarte aunque esta herida duela como dos aunque
te busque y no te encuentre y aunque la noche
pase y yo te tenga y no..
Estados de ánimo A veces me siento como un
águila en el aire Unas veces me siento como
pobre colina y otras como montaña de cumbres
repetidas. Unas veces me siento como un
acantilado y en otras como un cielo azul pero
lejano. A veces uno es manantial entre rocas y
otras veces un árbol con las últimas hojas. Pero
hoy me siento apenas como laguna insomne con un
embarcadero ya sin embarcaciones una laguna
verde inmóvil y paciente conforme con sus
algas sus musgos y sus peces, sereno en mi
confianza confiando en que una tarde te acerques
y te mires, te mires al mirarme.
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31
Hagamos un trato Cuando sientas tu herida
sangrar cuando sientas tu voz sollozar cuenta
conmigo. Compañera,usted sabe que puede contar
conmigo, no hasta dos ni hasta diez sino contar
conmigo. Si algunas veces advierte que la miro a
los ojos, y una veta de amor reconoce en los
míos, no alerte sus fusiles ni piense que
deliro a pesar de la veta, o tal vez porque
existe, usted puede contar conmigo. Si otras
veces me encuentra huraño sin motivo, no piense
que es flojera igual puede contar conmigo. Pero
hagamos un trato yo quisiera contar con usted,
es tan lindo saber que usted existe, uno se
siente vivo y cuando digo esto quiero decir
contar aunque sea hasta dos, aunque sea hasta
cinco. No ya para que acuda presurosa en mi
auxilio, sino para saber a ciencia cierta que
usted sabe que puede contar conmigo.
Pasatiempo Cuando éramos niños los viejos tenían
como treinta un charco era un océano la muerte
lisa y llana no existía. Luego cuando
muchachos los viejos eran gente de cuarenta un
estanque un océano la muerte solamente una
palabra. Ya cuando nos casamos los ancianos
estaban en cincuenta un lago era un océano la
muerte era la muerte de los otros. Ahora
veteranos ya le dimos alcance a la verdad el
océano es por fin el océano pero la muerte
empieza a ser la nuestra.
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32
Rostro de vos Tengo una soledad tan
concurrida tan llena de nostalgias y de rostros
de vos de adioses hace tiempo y besos
bienvenidos de primeras de cambio y de último
vagón. Tengo una soledad tan concurrida que puedo
organizarla como una procesión por colores
tamaños y promesas por época por tacto y por
sabor. Sin temblor de más me abrazo a tus
ausencias que asisten y me asisten con mi rostro
de vos. Estoy lleno de sombras de noches y
deseos de risas y de alguna maldición. Mis
huéspedes concurren concurren como sueños con sus
rencores nuevos su falta de candor yo les pongo
una escoba tras la puerta porque quiero estar
solo con mi rostro de vos. Pero el rostro de vos
mira a otra parte con sus ojos de amor que ya no
aman como víveres que buscan su hambre miran y
miran y apagan mi jornada. Las paredes se
van queda la noche las nostalgias se van no queda
nada. Ya mi rostro de vos cierra los ojos y es
una soledad tan desolada.
Si Dios fuera una mujer Y si Dios fuera
mujer? pregunta Juan sin inmutarse, vaya, vaya si
Dios fuera mujer es posible que agnósticos y
ateos no dijéramos no con la cabeza y dijéramos
sí con las entrañas. Tal vez nos acercáramos a su
divina desnudez para besar sus pies no de
bronce, su pubis no de piedra, sus pechos no de
mármol, sus labios no de yeso. Si Dios fuera
mujer la abrazaríamos para arrancarla de su
lontananza y no habría que jurar hasta que la
muerte nos separe ya que sería inmortal por
antonomasia y en vez de transmitirnos SIDA o
pánico nos contagiaría su inmortalidad. Si Dios
fuera mujer no se instalaría lejana en el reino
de los cielos, sino que nos aguardaría en el
zaguán del infierno, con sus brazos no
cerrados, su rosa no de plástico y su amor no de
ángeles. Ay Dios mío, Dios mío si hasta siempre y
desde siempre fueras una mujer qué lindo
escándalo sería, qué venturosa, espléndida,
imposible, prodigiosa blasfemia.
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33
Alguien Alguien limpia la celdade la
torturaque no quede la sangreni la
amarguraalguien pone en los murosel nombre de
ellaya no cabe en la nocheninguna
estrellaalguien limpia su rabiacon un consejoy
la deja brillantecomo un espejoalguien piensa
hasta cuandoalguien caminasuenan lejos las
risasuna bocinay un gallo que propone su canto
en hora mientras sube la angustia la voladora
alguien piensa en afuera que allá no hay plazo
piensa en niños de vida y en un abrazo alguien
quiso ser justo no tuvo suerte es difícil la
lucha contra la muerte alguien limpia la celda de
la tortura lava la sangre pero no la amargura.
Allende Para matar al hombre de la pazpara
golpear su frente limpia de pesadillastuvieron
que convertirse en pesadillapara vencer al
hombre de la paztuvieron que congregar todos los
odiosy además los aviones y los tanques para
batir al hombre de la paz tuvieron que
bombardearlo hacerlo llama porque el hombre de la
paz era una fortaleza para matar al hombre de la
paz tuvieron que desatar la guerra turbia para
vencer al hombre de la paz y acallar su voz
modesta y taladrante tuvieron que empujar el
terror hasta el abismo y matar más para seguir
matando para batir al hombre de la paz tuvieron
que asesinarlo muchas vecesporque el hombre de la
paz era una fortalezapara matar al hombre de la
paz tuvieron que imaginar que era una tropa una
armada una hueste una brigada tuvieron que creer
que era otro ejército pero el hombre de la paz
era tan sólo un pueblo y tenía en sus manos un
fusil y un mandato y eran necesarios más tanques
más rencores más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza para
matar al hombre de la paz para golpear su frente
limpia de pesadillas tuvieron que convertirse en
pesadilla para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando y
condenarse a la blindada soledad para matar al
hombre que era un pueblo tuvieron que quedarse
sin el pueblo.
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34
Amor de tarde Es una lástima que no estés
conmigocuando miro el reloj y son las cuatroy
acabo la planilla y pienso diez minutosy estiro
las piernas como todas las tardesy hago así con
los hombros para aflojar la espalday me doblo
los dedos y les saco mentiras.Es una lástima
que no estés conmigocuando miro el reloj y son
las cincoy soy una manija que calcula
intereseso dos manos que saltan sobre cuarenta
teclaso un oído que escucha como ladra el
teléfonoo un tipo que hace números y les saca
verdades.Es una lástima que no estés
conmigocuando miro el reloj y son las
seis.Podrías acercarte de sorpresay decirme
"Qué tal?" y quedaríamosyo con la mancha roja
de tus labiostú con el tizne azul de mi
carbónico.
Ausencia de Dios Digamos que te alejas
definitivamentehacia el pozo de olvido que
prefieres,pero la mejor parte de tu espacio,en
realidad la única constante de tu
espacio,quedará para siempre en mí,
doliente,persuadida, frustrada,
silenciosa,quedará en mí tu corazón inerte y
sustancial,tu corazón de una promesa únicaen mí
que estoy enteramente solosobreviviéndote.Despué
s de ese dolor redondo y eficaz,pacientemente
agrio, de invencible ternura,ya no importa que
use tu insoportable ausenciani que me atreva a
preguntar si cabescomo siempre en una palabra.
Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras que repetí
buscándote, rodeándote. Hay solamente un eco
irremediable de mi voz como niño, esa que no
sabía. Ahora que miedo inútil, qué vergüenza no
tener oración para morder, no tener fe para
clavar las uñas, no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala, que Dios
retrocede con los brazos cerrados, con los labios
cerrados, con la niebla, como un campanario
atrozmente en ruinas que desandara siglos de
ceniza. Es tarde. Sin embargo yo daría todos los
juramentos y las lluvias, las paredes con
insultos y mimos, las ventanas de invierno, el
mar a veces, por no tener tu corazón en mí, tu
corazón inevitable y doloroso en mí que estoy
enteramente solo sobreviviéndote..
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35
Síndrome Todavía tengo casi todos mis
dientes casi todos mis cabellos y poquísimas
canas puedo hacer y deshacer el amor trepar una
escalera de dos en dos y correr cuarenta metros
detrás del ómnibus o sea que no debería sentirme
viejo pero el grave problema es que antes no me
fijaba en estos detalles.
Táctica y estrategia Mi táctica
es mirarte aprender como sos quererte como
sos. Mi táctica es hablarte y escucharte construir
con palabras un puente indestructible. Mi
táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni
sé con qué pretexto pero quedarme en vos. Mi
táctica es ser franco y saber que sos franca y
que no nos vendamos simulacros para que entre los
dos no haya telón ni abismos. Mi estrategia es en
cambio más profunda y más simple. Mi estrategia
es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué
pretexto por fin me necesites.
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36
Te quiero Tus manos son mi caricia, mis acordes
cotidianos te quiero porque tus manos trabajan
por la justicia. Si te quiero es porque sos mi
amor, mi cómplice, y todo. Y en la calle codo a
codo somos mucho más que dos. Tus ojos son mi
conjuro contra la mala jornada te quiero por tu
mirada que mira y siembra futuro. Tu boca que es
tuya y mía, Tu boca no se equivoca te quiero por
que tu boca sabe gritar rebeldía. Si te quiero es
porque sos mi amor mi cómplice y todo. Y en la
calle codo a codo somos mucho más que dos. Y por
tu rostro sincero. Y tu paso vagabundo. Y tu
llanto por el mundo. Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora, ni cándida moraleja,
y porque somos pareja que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso es decir, que en mi país
la gente vive feliz aunque no tenga permiso. Si
te quiero es por que sos mi amor, mi cómplice y
todo. Y en la calle codo a codo somos mucho más
que dos.
Una mujer desnuda Una mujer desnuda y en lo
oscuro tiene una claridad que nos alumbra de modo
que si ocurre un desconsuelo un apagón o una
noche sin luna es conveniente y hasta
imprescindible tener a mano una mujer desnuda.
Una mujer desnuda y en lo oscuro genera un
resplandor que da confianza entonces dominguea el
almanaquevibran en su rincón las telarañas y los
ojos felices y felinos miran y de mirar nunca se
cansan. Una mujer desnuda y en lo oscuro es una
vocación para las manos para los labios es casi
un destino y para el corazón un despilfarro una
mujer desnuda es un enigma y siempre es una
fiesta descifrarlo. Una mujer desnuda y en lo
oscuro genera una luz propia y nos enciende el
cielo raso se convierte en cielo y es una gloria
no ser inocente una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
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37
Ustedes y nosotros Ustedes cuando aman exigen
bienestar una cama de cedro y un colchón
especial, nosotros cuando amamos es fácil de
arreglar con sábanas qué bueno sin sábanas da
igual. Ustedes cuando aman calculan interés y
cuando se desaman calculan otra vez, nosotros
cuando amamos es como renacer y si nos
desamamos no la pasamos bien. Ustedes cuando aman
son de otra magnitud hay fotos chismes prensa y
el amor es un boom, nosotros cuando amamos es un
amor común tan simple y tan sabroso como tener
salud. Ustedes cuando aman consultan el reloj
porque el tiempo que pierden vale medio millón,
nosotros cuando amamos sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale barata la función. Ustedes
cuando aman al analista van él es quien
dictamina si lo hacen bien o mal, nosotros cuando
amamos sin tanta cortedad el subconsciente
piola se pone a disfrutar. Ustedes cuando
aman exigen bienestar una cama de cedro y un
colchón especial, nosotros cuando amamos es fácil
de arreglar con sábanas qué bueno sin sábanas da
igual.
Viceversa Tengo miedo de verte necesidad de
verte esperanza de verte desazones de
verte. Tengo ganas de hallarte preocupación de
hallarte certidumbre de hallarte pobres dudas de
hallarte. Tengo urgencia de oírte alegría de
oírte buena suerte de oírte y temores de oírte. o
sea, resumiendo estoy jodido y radiante quizá más
lo primero que lo segundo y también viceversa.
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38
Ayer Ayer pasó el pasado lentamentecon su
vacilación definitivasabiéndote infeliz y a la
derivacon tus dudas selladas en la frenteayer
pasó el pasado por el puentey se llevó tu
libertad cautivacambiando su silencio en carne
vivapor tus leves alarmas de inocenteayer pasó
el pasado con su historiay su deshilachada
incertidumbre/con su huella de espanto y de
reprochefue haciendo del dolor una
costumbresembrando de fracasos tu memoriay
dejándote a solas con la noche.
Bienvenida Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más lindani más fuerteni más
docilni más cautatan solo que vas a llegar
distintacomo si esta temporada de no vermete
hubiera sorprendido a vos tambiénquizá porque
sabescómo te pienso y te enumerodespués de todo
la nostalgia existeaunque no lloremos en los
andenes fantasmalesni sobre las almohadas de
candorni bajo el cielo opacoyo nostalgiotu
nostalgiasy cómo me revienta que él nostalgietu
rostro es la vanguardiatal vez llega
primeroporque lo pinto en las paredescon trazos
invisibles y segurosno olvides que tu rostrome
mira como pueblosonríe y rabia y cantacomo
puebloy eso te da una lumbre inapagable ahora no
tengo dudas vas a llegar distinta y con señales
con nuevas con hondura con franqueza sé que voy a
quererte sin preguntas sé que vas a quererme sin
respuestas.
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39
Gabriela Mistral Vicuña (Chile)1889- Nueva York
1957
Lucila Godoy, llamada Gabriela Mistral (conocida
mejor como Gabriela Mistral), escritora chilena.
Hija de un maestro rural, que abandonó el hogar a
los tres años del nacimiento de Gabriela, la
muchacha tuvo una niñez difícil en uno de los
parajes más desolados de Chile. A los 15 años
publicó sus primeros versos en la prensa local, y
empezó a estudiar para maestra. En 1906 se
enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles,
Romelio Ureta, que, por causas desconocidas, se
suicidó al poco tiempo de la enorme impresión
que le causó aquella pérdida surgieron sus
primeros versos importantes. En 1910 obtuvo el
título de maestra en Santiago, y cuatro años
después se produjo su consagración poética en los
juegos florales de la capital de Chile los
versos ganadores- Los sonetos de la muerte-
pertenecen a su libro Desolación (1922), que
publicaría el instituto de las Españas de Nueva
York. En 1925 dejó la enseñanza, y, tras actuar
como representante de Chile en el Instituto de
cooperación intelectual de la S.D.N., fue cónsul
en Nápoles y en Lisboa. Vuelta a su patria
colaboró decisivamente en la campaña electoral
del Frente popular (1938), que llevó a la
presidencia de la república a su amigo de
juventud P. Aguirre Cerda. En 1945 recibió el
premio Nobel de literatura viajó por todo el
mundo, y en 1951 recogió en su país el premio
nacional.
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Adios En costa lejana y en mar de Pasión,
dijimos adioses sin decir adiós. Y no fue
verdad la alucinación. Ni tú la creíste ni la
creo yo, y es cierto y no es cierto como en
la canción. Que yendo hacia el Sur diciendo iba
yo Vamos hacia el mar que devora al Sol. Y
yendo hacia el Norte decía tu voz Vamos a ver
juntos donde se hace el Sol. Ni por juego
digas o exageración que nos separaron tierra y
mar, que son ella, sueño y el alucinación. No te
digas solo ni pida tu voz albergue para uno al
albergador. Echarás la sombra que siempre se
echó, morderás la duna con paso de dos... Para
que ninguno, ni hombre ni dios, nos llame
partidos como luna y sol para que ni roca ni
viento errador, ni río con vado ni árbol
sombreador, aprendan y digan mentira o error del
Sur y del Norte, del uno y del dos!
Agua Hay países que yo recuerdo como recuerdo
mis infancias. Son países de mar o río, de
pastales, de vegas y aguas. Aldea mía sobre el
Ródano, rendida en río y en cigarras Antilla
en palmas verdi-negras que a medio mar está y me
llama roca lígure de Portofino, mar italiana,
mar italiana! Me han traído a país sin río,
tierras-Agar, tierras sin agua Saras blancas y
Saras rojas, donde pecaron otras razas, de
pecado rojo de atridas que cuentan gredas
tajeadas que no nacieron como un niño con unas
carnazones grasas, cuando las oigo, sin un
silbo, cuando las cruzo, sin mirada. Quiero
volver a tierras niñas llévenme a un blando país
de aguas. En grandes pastos envejezca y haga al
río fábula y fábula. Tenga una fuente por mi
madre y en la siesta salga a buscarla, y en
jarras baje de una peña un agua dulce, aguda y
áspera. Me venza y pare los alientos el agua
acérrima y helada. Rompa mi vaso y al beberla
me vuelva niñas las entrañas!
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Amor Anda libre en el surco, bate el ala en el
viento, late vivo en el sol y se prende al
pinar. No te vale olvidarlo como al mal
pensamiento le tendrás que escuchar! Habla
lengua de bronce y habla lengua de ave, ruegos
tímidos, imperativos de mar. No te vale ponerle
gesto audaz, ceño grave lo tendrás que
hospedar! Gasta trazas de dueño no le ablandan
excusas. Rasga vasos de flor, hiende el hondo
glaciar. No te vale decirle que albergarlo
rehúsas lo tendrás que hospedar! Tiene
argucias sutiles en la réplica fina, argumentos
de sabio, pero en voz de mujer. Ciencia humana
te salva, menos ciencia divina le tendrás que
creer! Te echa venda de lino tú la venda
toleras. Te ofrece el brazo cálido, no le sabes
huir. Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque
vieras que eso para en morir!
Ausencia Se va de ti mi cuerpo gota a gota. Se
va mi cara en un óleo sordo
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