Title: Diapositiva 1
1La Libertad. Más que una palabra es un don que
requiere ser administrado con mucho cuidado.
Todos, sin excepción, la proponen como uno de sus
máximos logros.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos
dones que a los hombres dieron los cielos con
ella no pueden igualarse los tesoros que
encierran la tierra y el mar por la libertad,
así como por la honra, se puede y debe aventurar
la vida.
2 hablar de libertad es hablar de la humanidad.
Así la definía Juan Pablo II ella es la raíz de
toda dignidad humana Aquí no hago referencia de
un simple movimiento o de ausencia de cadenas,
sino que es algo que diferencia al hombre de toda
la creación.
Por eso un ser humano encerrado en un calabozo es
libre. De ahí, que la libertad humana nada tiene
qu ver con libertad de pensamiento o física, sino
con la libertad de la voluntad.
Un acto humano es un acto libre.
3La libertad humana incluye la libertad moral. En
virtud de ella existen el bien y el mal, la
virtud y el vicio.
La libertad humana encuentra su máxima expresión
cuando tiene que elegir entre varias cosas buenas
y, especialmente, entre el bien y el mal.
La libertad obtiene su mejor expresión cuando
decidimos entre dos bienes.
4 La libertad es algo más que un deseo. Es la
capacidad para realizar ese deseo. Podrías
querer, tal vez, no morir jamás, o tener dos
metros de estatura, pero no podrás optar por esto
porque no tienes el poder para realizarlo. Sólo
podemos escoger aquellas cosas cuya realización
está dentro de nuestras posibilidades.
Nos realizamos cuando nos comprometemos
libremente como personas y vivimos coherentemente
los compromisos que hemos asumido.
La libertad humana no consiste en la ausencia de
compromisos, sino en la capacidad para
comprometerse y perseverar en ese compromiso.
5 A los católicos nos corresponde observar a Jesús
que nos dice Yo soy la verdad y que esa verdad
nos hará libres Esa verdad la descubrimos en la
frontera entre el bien y el mal. Eso que es el
bien tenemos la obligación de obtenerlo, esto es
lo que debemos conocer como la gracia de Dios,
que es la fuerza necesaria para realizar el bien.
Todos los cristianos estamos llamados a ser luz
para vivir y demostrar la verdad que nos rodea.
La oscuridad no es libertad. Que hermoso es leer
en San Pablo que cristianismo se identifica con
la libertad. Esa libertad que debemos vivirla es
iluminada por Cristo que nunca nos abandona.
Cristo, con su ejemplo, nos mostró lo que es
bueno y lo que es malo. La Iglesia, que somos
todos, debemos seguir esa misión. Somos enviados
apóstoles
P. Marcelo Rivas S.