Estudios cient

1

• Estudios científicos demuestran que la fe tiene
  efectos terapéuticos.

Rezar y asistir a Misa mejora la salud
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• La oración, la asistencia regular a Misa o
  una aceptable formación religiosa no sólo
  incrementan la salud espiritual sino que
  repercuten directamente en la salud física.
• Así lo demuestran sustanciosos informes y
  análisis científicos que han estudiado la
  relación entre la práctica religiosa y la salud
  mental o la meditación de un pasaje del Evangelio
  y la elevación del umbral de dolor en enfermos.

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• Curioso fue el inicio de un estudio del
  psiquiatra Arjam Braam de la Universidad de Vrije
  (Amsterdam).
• Hace unos años comenzó a examinar a personas
  de edades comprendidas entre los 55 y los 85 años
  con la intención de llegar a la conclusión de que
  los individuos con mayor formación religiosa eran
  más propensos a sufrir depresiones si se los
  comparaba con los que no sentían necesidad de
  acudir a la Iglesia.

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• Nada más lejos de la realidad.
• Tras un examen de 3.000 personas llegó a la
  conclusión de que en los lugares donde la
  práctica religiosa era más baja, la depresión
  aumentaba rápidamente, al contrario de lo que
  sucedía donde la religiosidad se mantenía el
  porcentaje de personas deprimidas era muy bajo.

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• El profesor Braam destacó que los que no
  participan en los sacramentos no tenían una
  experiencia de gracia o perdón, por lo que la
  acumulación de tensiones se producía de manera
  más fácil. Les resultaba más difícil la
  armonización de un bienestar interior.

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• Asimismo, el 75 por ciento de los médicos
  que asistieron a un Congreso de Familias en
  Estados Unidos manifestaron que las oraciones
  favorecen la recuperación de los pacientes.

El 83 por ciento de los pacientes que
participaron en actividades de oración y
meditación demostraron sustanciales beneficios
para la salud mental, frente a los pacientes que
en el mismo programa no se aplicaron a la
práctica religiosa,
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• según apuntaba un estudio del National
  Institute for Healthcare Research (EEUU).
• Son cada vez más los estudios que surgen de
  universidades de todo el mundo y artículos
  publicados en prestigiosas revistas que
  demuestran que la práctica religiosa, rezar y
  meditar ayuda a estar más sano.

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Plerluigi Zucchi, director del Instituto para
la terapia del dolor de la Universidad de
Florencia, está convencido de que las oraciones y
la meditación elevan el umbral del dolor y
consiguen que los tratamientos farmacológicos
sean más eficaces.
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• Por su parte, un estudio sobre 5.000
  personas que realizó la Universidad de
  California, Berkeley, revelaba que las que
  acudían a Misa una vez o más por semana tenían un
  índice de mortalidad un 30 por ciento más bajo
  que los no practicantes.

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• De igual forma, un instituto de investigación
  clínica del gobierno de los EEUU está estudiando
  las variaciones de la actividad cerebral durante
  la oración mediante la resonancia magnética, el
  encefalograma y el TAC.

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• Espectaculares fueron también los resultados
  del estudio realizado sobre personas operadas de
  corazón en la Darthmouth Medical School que
  revelaron que la curación en pacientes que se
  habían declarado creyentes era tres veces
  superior a los no religiosos.

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• Los resultados de este tipo de estudios han
  sido tan a favor de la conexión entre la práctica
  religiosa y la salud que en varias facultades de
  Medicina de Estados Unidos se ofrecen cursos de
  espiritualidad, subrayando el papel que juegan
  las convicciones y creencias religiosas en la
  salud de los pacientes.

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• Nada hay más sublime en el mundo que Jesucristo,
  y nada más sublime en Jesucristo que su Santo
  Sacrificio en la Cruz, actualizado en cada Misa,
  puesto que la Santa Misa es la renovación del
  Sacrificio de la Cruz.
• Más merece el que devotamente oye una Misa en
  gracia de Dios, que si diera todos sus bienes
  para sustento de los pobres.
  (San Bernardo)

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• Oír una misa en vida o dar limosna para que se
  celebre, aprovecha más, que dejarla para después
  de la muerte
• (San Anselmo)
• Con cada Misa aumentas tus grados de gloria
  en el Cielo. En ella recibes la bendición del
  Sacerdote, que Dios ratifica en el Cielo.

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• Si la verdad es que Cristo se ofrece al Padre
  Eterno todos los días en la Santa Misa por la
  salvación de los hombres, por la salvación de
  todo el mundo, vamos a dejarlo solo?

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• Busquemos la media hora diaria para unirnos a
  Jesús en la Santa Misa, para adorar al Padre y
  darle el honor que se merece, para darle gracias
  por tantos favores recibidos, para aplacar su ira
  irritada por tantos pecados y darle plena
  satisfacción por ellos e implorar gracia y
  misericordia para todos los hombres del mundo, en
  fin, para agrandar el Cielo y hacer más Gloriosa
  la Pasión de Cristo.