Title: Cuaresma
1(No Transcript)
2En la Iglesia existe una íntima unión entre todos
sus miembros, estén donde estén en la tierra,
en el purgatorio o en el Cielo la Comunión de los
santos.
Es como una suerte de corriente interior de
gracia y de vida divina, que circula entre todos
los miembros de la Iglesia y a todos aúna.
3La Iglesia se divide en tres
La Iglesia triunfante formada por aquellos que
han muerto y que están con Dios en el cielo
para toda la eternidad. La Iglesia purgante
formada por los que habiendo muerto en gracia
de Dios aún no han podido entrar en el cielo y
se están purificando en el purgatorio La
Iglesia militantes formada por los que todavía
están vivos, en la tierra.
4Estas tres porciones del Pueblo de Dios componen
una misma y sola Iglesia la única Iglesia de
Cristo.
Todos -dice el Catecismo-, aunque en grado y
modo diversos, participamos en el mismo amor a
Dios y al prójimo y cantamos el mismo himno de
alabanza a nuestro Dios. En efecto, todos los de
Cristo, que tienen su Espíritu, forman una misma
Iglesia y están unidos entre sí en Él (nº 954).
5La comunión de los santos nos enseña que hay
una relación permanente entre estos tres estados
distintos de la Iglesia. Los que están en el
cielo nos ayudan con su ejemplo y con su
intercesión ante Dios.
La vida no termina con la muerte y que, por lo
tanto, los que durante su vida en la tierra han
sido miembros de la Iglesia, lo siguen siendo
después de su muerte. La de la tierra ayuda a
la del purgatorio con sus oraciones y ofreciendo
la Misa.
6La Iglesia Triunfante
Los que han muerto que están ya con Dios en el
cielo-, ayudan a los que están aún en la tierra
intercediendo por ellos ante Dios. Dice el
Catecismo Por el hecho de que los del cielo
están más íntimamente unidos con Cristo,
consolidan más firmemente a toda la Iglesia en
la santidad, no dejan de interceder por nosotros
ante el Padre. Presentan por medio del único
Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús,
los méritos que adquirieron en la tierra. Su
solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra
debilidad (nº 956).
Y en el número siguiente, insiste En efecto,
así como la unión entre los cristianos todavía en
camino nos lleva más cerca de Cristo, así la
comunión con los santos nos une a Cristo, del que
mana, como de Fuente y Cabeza, toda la gracia y
la vida del Pueblo de Dios (nº 957).
71 Cor 2, 9 Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el
hombre puede imaginar lo que Dios ha preparado
para los que lo aman. . Es el modelo de la
Iglesia en la tierra, y su meta el objetivo
final de la misión que Cristo le confió.
Como ellos están más íntimamente unidos a Cristo,
consolidan más firmemente a toda la Iglesia en
la santidad... no dejan de interceder por
nosotros ante el Padre. Presentan por medio de
Jesucristo, los méritos que adquirieron en la
tierra a través de sus vidas de santidad, de
virtud, de buenas obras y de sufrimiento. Su
solicitud fraterna ayuda, pues nuestra debilidad.
(LG 49)
8Santo Domingo pronunciada esta frase cuando se
encontraba moribundo No lloréis, os seré más
útil después de mi muerte y os ayudaré más
eficazmente que durante mi vida.
Por eso, cuando alguien muere, sobre todo cuando
deja tanta tarea por hacer aquí en la tierra,
hay que recordar que no sólo sigue vivo sino que
también sigue trabajando.
9La Iglesia Purgante
La Iglesia Purgante, conformada las almas que se
encuentran en el purgatorio, es decir aquéllas
personas que no murieron en pecado mortal, pero
que están purgando penas por las faltas cometidas
hasta que puedan llegar al cielo. Los miembros
de la Iglesia purgante pueden recibir la ayuda
de los demás para su purificación y, a su vez,
interceder a favor de los fieles de la tierra.
Ellos, los difuntos, no necesitan ya nuestra
ropa o nuestra comida, ni siquiera las hermosas
flores que se colocan en los cementerios como un
homenaje hermoso a su memoria. En cambio,
necesitan nuestras oraciones. Rezar por los
difuntos es ayudar a los difuntos y seguir
cumpliendo el deber de amor que tenemos hacia
ellos.
La Iglesia peregrina, consciente de esta
comunión de todo el Cuerpo místico de Jesucristo,
desde los primeros tiempos del cristianismo
honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos
y también ofreció por ellos oraciones no
solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su
intercesión en nuestro favor (CIC nº 958). Una
forma especial de esta oración es el ofrecimiento
de la Eucaristía
10Los bienaventurados de la Iglesia triunfante ya
han alcanzado su meta y no necesitan auxilios
porque ya gozan de la presencia de Dios en el
Cielo. Pero ayudan mucho a los fieles de la
Iglesia peregrina y de la purgante con su
intercesión ante Dios.
La existencia de la vida después de la muerte y
de los que vivieron aquí en el mundo verdadero
del más allá, permite que exista entre una y
otra orilla una relación basada en el amor. El
amor es más fuerte que la muerte, como prueba la
resurrección de Cristo.
11El amor -de Dios- venció las ataduras del pecado,
de la muerte, de la corrupción.
Por eso, el amor que ha sido auténtico no
desparece con la muerte y las personas que se han
querido siguen relacionados tras la muerte de
uno de ellos y pueden seguir ayudándose.
12La Iglesia Militante
La Iglesia Militante, que somos todos los que
aún estamos en la tierra. La Iglesia Militante
es siempre misionera. Los fieles de la Iglesia
militante en estado de gracia pueden intervenir a
favor de los demás y de las almas del
purgatorio, con su oración y el mérito de sus
buenas obras. "Creemos en la comunión de todos
los que peregrinan en la tierra, de los que se
purifican después de muertos y de los que gozan
de la bienaventuranza celeste, y que todos se
unen en una sola Iglesia y creemos igualmente
que en esa comunión está a nuestra disposición
el amor misericordioso de Dios y de sus santos,
que siempre ofrecen oídos atentos a nuestras
oraciones" (SPF 30).
13Cristo ha fundado la Iglesia, hasta el final de
los siglos basada en dos promesas de Jesús Mt
16, 18 Las puertas del infierno no prevalecerán
contra Ella, y Mt 28, 20 Yo estaré con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
14Lumen gentium 48 La Iglesia sólo logrará su
plenitud consumada en la gloria del cielo,
cuando llegue el tiempo de la restauración de
todas las cosas y cuando, junto con el género
humano, también la creación entera quede
perfectamente renovada en Cristo.
15La Iglesia siempre ha considerado a María, además
de Madre de Dios, también Madre de los fieles
cristianos en el orden de la gracia.
1. Precede a la Iglesia, porque su concepción
inmaculada es el primer acto redentor de Cristo,
y su fe y obediencia libre son requisitos
previos para la entrada de Jesús en el mundo.
162. Está activamente presente en todo momento de
la fundación de la Iglesia (encarnación, vida,
muerte, resurrección de Jesús y Pentecostés).
3. Asunta en el Cielo, no ha dejado esta misión
salvadora, sino que con su múltiple intercesión
continúa obteniéndonos los dones de la salvación
eterna (Lumen gentium 62).
17El 21/11/1964 Pablo VI proclamó a María Madre
de la Iglesia. En su discurso de clausura de la
tercera sesión del Concilio Vaticano II afirmó
Por ser Madre de Aquel que desde el primer
instante de la encarnación en su seno virginal
se constituyó en Cabeza de su Cuerpo Místico que
es la Iglesia
María, pues, como Madre de Cristo, es también
Madre de los fieles y de los pastores es decir,
de la Iglesia.
18Siembra Amor
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