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Diapositiva 1

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La vida escolar y la ense anza de la Historia.[1] La crisis educativa de M xico ha convertido la escuela en un lugar de aburrimiento, autoritarismo y rutinas. – PowerPoint PPT presentation

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Title: Diapositiva 1


1
La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
La crisis educativa de México ha convertido la
escuela en un lugar de aburrimiento,
autoritarismo y rutinas. La escuela mexicana ha
dejado de ser creativa. Maestros y alumnos
asisten a ella resignadamente, unos por sueldo y
otros por el certificado de estudios. Los padres
de familia tienen derecho de participar, a través
de la asociación respectiva, en algunos asuntos
relacionados con la educación de sus hijos. Sin
embargo, a pesar de lo que señalan las leyes, la
mayoría de las escuelas mantiene a raya a los
padres de familia. Estos se limitan a pagar
cuotas que se han hecho ley no escrita, a comprar
uniformes, libros y cuadernos, bonos de la Cruz
Roja o boletos de rifas y fiestas en beneficio de
la escuela. Otra labor del padre de familia,
aparte de las tareas endiabladas que hacen en
lugar de sus hijos, es la firma de boletas de
calificaciones además, siempre se le llama para
oír quejas y reproches, pero nunca para
felicitarlo por el trabajo de su retoño. Los
adolescentes son portadores, aparte de anemias y
parasitosis, de una cultura basada en imágenes
auditivas y visuales en esta la imaginación y la
elaboración de conceptos resulta muy difícil y,
por ello, alumnos y maestros se desesperan por
los patéticos resultados del proceso de
aprendizaje-enseñanza.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Los hábitos alimentarios, el vestido, el
lenguaje y las ideas del niño tienen como fuente
la televisión y no la escuela y la familia. Los
maestros de escuela se ven sometidos a tres
presiones el poder sindical, el poder
administrativo de las autoridades gubernamentales
y los problemas económicos derivados de salarios
que están muy por abajo del sueldo de un policía
o un soldado raso. El poder sindical y el poder
gubernamental actúan como una sola fuerza y su
objetivo es evitar que el maestro de grupo
adquiera conciencia de los problemas educativos y
de los problemas del país. Ambos poderes generan
corrupción para el efecto, otorgan doble plaza
al maestro, ascenso a director, comisión en las
oficinas sindicales o del gobierno para
descargarse de los grupos escolares, préstamos
oportunos, licencias para faltar a clases,
invitaciones a desayunos, banquetes y actos
políticos del partido oficial. La gran mayoría
de los directores de escuela, por su lado, son
simples administradores semipolicíacos están
alejados de la práctica pedagógica por eso,
carecen de calidad académica. Son ineptos, desde
el punto de vista técnico. En lugar de organizar
la escuela para que en ella se trabaje a gusto y
con resultados satisfactorios, se dedican a
congraciarse con sus autoridades superiores.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Los trabajadores no docentes, también llamados
"de intendencia", forman un sector que casi nunca
es tomado en cuenta a la hora de organizar la
escuela. Ellos únicamente reciben órdenes se les
trata como mozos, no como compañeros. Hacen de
mala gana el aseo del inmueble, pero, en cambio,
tienen fama por sus guisos picosos, por su
eficiencia para ir de compras al mercado, ya sea
motu propio o por encargo de la directora a una
maestra amiga. El lunes de cada semana, la
jornada escolar empieza con los honores a la
bandera. De honores sólo tiene el nombre ese
acto, porque en ese momento maestros y alumnos
intercambian impresiones sobre el pasado fin de
semana. Algunos adolescentes se adelantan a
saborear la torta, el taco y el agua fresca que
amorosamente les preparó la diligente mamá. Otros
están sin energía, bien porque jugaron o pasearon
mucho el día anterior, domingo, o bien porque el
salario de papá y los ahorros de mamá ya no
permiten una buena alimentación los afortunados,
que todavía conocen la carne y la leche,
derrochan salud empujando a los mas débiles o
lanzando objetos insólitos y aún las mochilas y
los útiles escolares. Un maestro o la jubilosa
directora cantan el Himno Nacional a todo lo que
dan sus pulmones. Casi nadie recuerda la antigua
posición llamada firmes ni como se hace el
saludo, ni la letra correcta del himno.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Al mismo tiempo, tienen lugar las escenas chuscas
y patéticas los niños retrasados, es decir, los
que llegan tarde, porque el Metro se detuvo una
hora, sin que nadie supiera el porque. Llegan los
adolescentes que no tienen más que un uniforme y
este no alcanzó a secarse después del lavado
semanal. Las niñas son detenidas en la puerta en
un rincón del patio porque la falda del uniforme
esta muy corta o muy larga y las tobilleras y
calcetines tienen adornos que no tolera el
criterio severo de algún profesor porfiriano.
Otros niños son detenidos en la aduana escolar
porque el corte de pelo no satisface los cánones
estéticos de otro mentor enemigo de los Beatles,
del Tri y el rock and roll. En fin, un grupo de
niños gimotea y suplica a la inflexible guardia
de maestros, conserjes y prefectos para obtener
acceso a las aulas. Ante el fracaso de sus
gestiones, entra en acción el comando de mamas
caritativas - Maestro, por esta vez permita que
estos inocentes sedientos de saber escuchen de
labios de sus maestros las luminosas enseñanzas y
la palabra juiciosa.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Señora, por favor no intervenga en asuntos
delicados reservados al talento y sabiduría del
personal docente usted sabe el artículo
tercero, la ONU, el Tercer Mundo, la "Renovación
Moral", la Reordenación Económica, el "Bienestar
para la familia" y otros parámetros impiden hacer
concesiones a los detractores de las
instituciones y al régimen de la Revolución
Mexicana. Por lo bajo, las madres
murmuran o hablan entre dientes "No se que dijo
el viejo ese, pero me ha asustado". Algún padre,
con alguna experiencia dentro de organizaciones
de damnificados, propone un plantón en Catedral
y, mientras se fija el lugar y fecha para una
pequeña asamblea de 20 horas con el fin de
redactar un pliego de peticiones, los niños de
todos modos se regresan a sus casas lentamente o
platican en el exterior de la escuela, juegan a
la pelota o visitan a personas condescendientes.
No falta el joven que ayuda a su familia en
negocios marginales, como venta de frutas y
verduras, tacos, atole y tamales.
Este adolescente se levanta a las tres de la
madrugada va a Jamaica y la Merced o al rastro a
traer la materia prima y asea el local. El
maestro zarista se queda viéndolo y le grita
"Haragán!, a ver si madrugas, o terminaras de
cargador en la Central de Abastos, de bolero,
vendedor de chicles, tragafuegos en Insurgentes o
limpiador de parabrisas en la Zona Rosa".
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
En esta escuela secundaria hay tres maestros que
imparten la materia de Historia Bernal Díaz,
Robespierre Rodríguez y María Puntillas.
Ya en el salón, el Profr. Bernal Díaz pasa
lista y revisa las tareas cinco biografías de
soberanos mexicas, diez de virreyes y diez de
presidentes de la República cinco mapas de
Europa y Asia con la nueva división política una
colección de estampitas una maqueta de la
batalla del Cinco de mayo y tres recortes
periodísticos acerca de Bosnia y Kosovo.
Naturalmente, el señor encomendero, o sea, el
maestro del siglo pasado pero longevo en el siglo
XX, no se toma la molestia de leer o comprobar la
calidad, exactitud y autenticidad del trabajo. Se
limita a "palomear" o a escribir una grandota "R"
(revisado) con tinta roja. Si el material es
excelente, por la apariencia, el pequeño autor es
acusado de haber copiado "te lo hicieron", le
dice el domine enojado. Si es de mala calidad,
visto siempre a vuelo de maestro, se le
administra una reprimenda y se le habla sobre
moralidad, ambición de "ser alguien en la vida" y
de Benito Juárez que de pastorcito llegó a
presidente.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
El esfuerzo sobrehumano de pasar lista
y revisar tareas consume normalmente 35 minutos
del tiempo del maestro. Sin embargo, no finaliza
el asunto, porque lo llaman urgentemente de la
dirección de la escuela llegó la jefa de clases
de Historia, la maestra Margarita Rutina. Antes
de asistir a la reunión con la jefa de clases, el
Profr. Bernal Díaz le pide a una alumna que, como
siempre, dicte un cuestionario para que los
alumnos busquen las respuestas en su libro.
La Profra. Rutina amonesta al maestro Bernal
Díaz porque su índice de reprobación rebasó el
20. Le hace ver que se deteriorará su imagen y
la de la escuela, además de que con ese
porcentaje las autoridades ya no podrán presumir
ante la UNESCO de la mejoría de la calidad de la
educación. También le dice que los alumnos
reprobados engrosaran la fila de desempleados,
asaltantes, narcotraficantes y prostitutas. El
director de la escuela también interviene para
hablar de la productividad de la enseñanza y de
la eficiencia del proceso educativo, tal como lo
escuchó del señor subsecretario, el cual forma
parte del equipo de tecnócratas que gobierna este
país. Por su parte el maestro
Robespierre enseña a sus alumnos el tema de la
independencia de México. Afirma que éste proceso
se explica por la explotación del hombre por el
hombre, porque la historia de la humanidad es la
historia de la lucha de clases. Explica que la
contradicción entre las fuerzas productivas y las
relaciones de producción provocó la Revolución de
Independencia y que los factores objetivos y
subjetivos estaban dados para que se produjera
ese proceso.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Por allá un alumno cuchichea "Cuando
empezará a hablar de la Independencia porque
hasta ahora no he entendido nada?". Otro
discípulo festeja que el maestro empieza a sufrir
un ataque de laringitis y ya no les dará clase.
Nos asomamos al aula donde la maestra
María Puntillas imparte su clase. Escribe en el
pizarrón las 999 fechas que los alumnos deben
memorizar también les pide que hagan diez planas
con los nombres de los caudillos más importantes
de la última unidad del programa. Por último, les
ordena investigar las batallas de la Alhóndiga de
Granaditas, del Monte de las Cruces, de Aculco y
cinco más. Un alumno osa levantar la
mano y preguntar que para que les va a servir lo
que les está enseñando la maestra. La Profra.
María Puntillas le responde que es ignorante y
flojo y que seguramente terminará como locutor de
Televisa. La Profra. María Puntillas
eleva tanto la voz para reprimir al alumno que
formula su pregunta, que despierta a seis
discípulos que se habían quedado dormidos por la
"amenidad" de la clase y por la mala
alimentación, la parasitosis y el trabajo para
ayudar a la economía familiar.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Durante el recreo, los profesores
permanecen en el salón de maestros y los alumnos
en el patio no hay convivencia. El recreo
transcurre al azar los adolescentes se
atropellan como pueden. En estos 20 minutos de
recreación funciona la cooperativa escolar.
Claro no es cooperativa es tienda escolar.
La regentea una persona allegada a la
dirección de la escuela, pero en la documentación
oficial aparece como impoluta cooperativa. Vende
refrescos embotellados, agua fresca y tacos con
bastante chile y poco cuidado higiénico,
alimentos chatarra y golosinas sin valor
alimenticio. Los precios son más altos que en las
tiendas del rumbo. Finaliza el recreo y
llueven quejas por empellones, ofensas verbales,
gestos pecaminosos y dinero hurtado. El salón
huele a sudor algún adolescente regurgita el gas
carbónico de su refresco y la salsa brava de sus
tacos y sopes. El maestro hace recuento
de bajas adolescentes desaparecidos o fugados,
vidrios rotos, balones ponchados, zapatos
extraviados, mochilas y cajas violadas, faltantes
en la cooperativa, maestras y niñas desmayadas,
focos fundidos, caños tapados. Algunos alumnos
empiezan a dejar ver sus dotes policíacas son
delatores de sus compañeros los maestros los
estimulan ponderándolos como ejemplo de la niñez
y otorgándoles altas calificaciones y mimos.
Se reinicia el trabajo en las aulas. La
maestra María Puntillas pide a un alumno que
proceda a leer en el libro de texto el siguiente
tema.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Por su parte el Profr. Bernal Díaz
dicta el resumen y el maestro Robespierre ha
quedado afónico, por lo que pide a sus alumnos
que se dividan en equipos y se repartan los temas
que faltan para que los expongan en las próximas
clases. Generalmente, la idílica vida
del salón de clases, en este punto, se interrumpe
porque llega el vendedor de ropa, perfumes,
libros, grabadoras, cecina de Oaxaca, mausoleos
del Ángel y métodos rejuvenecedores, o los
cobradores por los mismos conceptos.
En esta hora apacible del fecundo trabajo
escolar, el maestro también recibe órdenes
fulminantes una urgente reunión con el inspector
que prepara una campaña electoral de un diputado
o para distribuir propaganda para mejorar la
ecología y promociones de viajes por plazos a
Disneylandia. Al mismo tiempo, el
maestro debe entregar una lista de próximos
aprobados y reprobados, o sea que se le exigen
gracias de adivinador, una estadística de niños
que tienen perros, otra de niñas que no han hecho
la primera comunión, otra más sobre viajes del
niño y su familia al extranjero y la cantidad de
pavos que come al año.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
Asimismo, debe entregar en ese momento
la cooperación del grupo con la Cruz Roja, los
Rotarios, los Restauradores de Anahuac, los
Amigos del Primer Astronauta Mexicano, los bonos
del Ahorro Nacional, la cuota de la Asociación de
Padres de Familia y la del Día del Maestro y los
boletos de la próxima kermés, más la venta de la
cooperativa escolar. Sobre esto, se le
exige la presentación inmediata de la gráfica
sobre puntualidad, aseo y aprovechamiento de su
grupo y, asimismo, el periódico mural y los
trabajos acerca de veinte concursos diversos la
moral y Pemex, los sentimientos humanitarios de
la policía, Chiapas y la democracia, etcétera.
El día escolar llegó a su fin. A las
puertas de la escuela se arremolinan los padres
de familia que esperan a sus herederos. Mientras
aparecen los sobrevivientes de la aventura
escolar, surgen los vertiginosos comentarios
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
  • Mi hijito tiene mala suerte le tocaron maestros
    que no dejan tarea para hacer en la casa, y ahora
    no se que hacer para que se esté quieto y me deje
    ver mis telenovelas.
  • Cómprese otro televisor, comadre, para que el
    niño vea a Chabelo y las caricaturas.
  • Por medio de grupitos de padres y adolescentes,
    se abre paso el maestro Bernal Díaz no escucha,
    no ve, no piensa sólo sabe que debe llegar a
    tiempo con su patrón, el dueño de la flotilla de
    automóviles de alquiler si no llega
    puntualmente, se queda sin taxi para completar lo
    del gasto familiar.

1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
El profesor Robespierre también corre
para acudir a abrir su pequeña miscelánea. El
maestro Helesponto Sánchez tiene que ir a ocupar
su otro puesto mesero. El afortunado profesor
Nicolás Pérez Savonarola va despacio porque el
trabajo en la cantina, de la que es dueño en
Xochimilco, empieza realmente a partir de las
seis de la tarde. La maestra María
Puntillas también se ve calmada al abordar su
volkswagen su clientela del salón de belleza
llega más tarde. No así la maestra Polidora
Argonauta, que debe ir como de rayo a la otra
escuela secundaria, donde imparte clases de
cocina y Español, y a la otra escuela primaria,
la nocturna para trabajadores, donde por lo menos
tiene un aliciente a esta escuela asiste su
esposo para concluir la educación primaria, que
interrumpió porque pensaba ser torero, actor,
cantante, revendedor, lanchero en Acapulco o jefe
de aduanas o de pérdida comandante de la policía
judicial.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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La vida escolar y la enseñanza de la Historia.1
La escuela cierra sus puertas. El fantasma se
queda solo, pero un día ya no será fantasma si
los maestros quieren. Este relato, que tiene
mucho de ficticio y bastante de anecdótico,
pretende poner el acento sobre muchas llagas.
Sin embargo, no es generalizable, pues muchos
maestros, a pesar de la marginalidad en la que
trabajan y de que están alejados de la toma de
decisiones, hacen grandes esfuerzos todos los
días para modificar con sus prácticas docentes la
enseñanza de la Historia y las condiciones
sociales de su entorno.
1 Nieto López, José de Jesús. Didáctica de la
Historia. Aula XXI-Santillana, México, D.F.,
pág. 69-76.
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