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23 de Abril de 2009
GRACIAS
Por Pureza de María
2
Nací para el cielo y a él dirigiré todas mis
aspiraciones...
3
Dios nos ha creado sólo a Él debemos
servir
4
Debo servir a Dios, pues Él es mi Señor y
mi Creador
5
Que Dios haga sepamos aprovechar tantos
beneficios y tantos medios como pone en nuestras
manos para atraernos a Sí
6
Pensaré que sólo Dios puede llenar y
satisfacer mi corazón
7
Dios nada deja sin recompensa
8
Nos esperan tiempos de prueba pero en el crisol
se purifica el oro
9
Seguiré constantemente sus huellas y no le
abandonaré
10
Oración y confianza en el que lo puede todo
11
Quiero decididamente seguir a Cristo, ya
que me conduce a segura victoria...
12
Las contrariedades, los sacrificios y
sufrimientos son el lapicero con que copiamos
en nosotros el divino Modelo
13
Más vale hablar con Dios que hablar de Dios
14
Confiemos en Dios y en Él descansemos...
15
Para mí sólo tiene importancia lo que agrada
a Dios
16
Sea todo para mayor gloria de Dios y bien de
nuestras almas
17
Digan Providencia...
No cae la hoja del árbol sin la voluntad de Dios
18
No quiero nada más que cumplir la voluntad de
Dios en todo y siempre
19
Debo santificarme con el cumplimiento de
mis deberes
20
Confianza y buen ánimo!
21
Nuestras propias miserias... son una garantía
para nosotros del amor de Dios
22
Dejemos venir las cosas por sus pasos
23
Dios para venir a nosotros nos quiere en paz...
24
Que nuestra Purísima Madre sea el imán de
nuestros corazones
25
Con la protección de la Virgen Santísima
todo resultará bien
26
Pequeñas cosas que tengáis,
contádselo todo a la Virgen
27
Vale tanto un alma!
28
Labraremos nuestra felicidad a medida que
labremos la de los demás
29
Uno el cielo con la tierra, y hago de la
tierra el cielo
30
Debemos escribir las ofensas en la arena, los
beneficios en el mármol para olvidar las
ofensas y ser agradecidos
31
Santa alegría, cariño y dulzura
para todo el mundo
32
No falta alegría donde hay virtud
33
El mundo sin niños causaría el efecto
de un jardín sin flores
de un cielo sin estrellas
de una vida sin ilusiones, sin objeto y sin
esperanza
34
Nada hay verdaderamente grande y permanente
fuera del bien
35
Bendigamos a Dios y a nuestra Purísima
Madre, que velan sobre nosotros
36
Sea todo para mayor gloria de Dios