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Llegado Señor un Año Nuevo. Gracias, debe ser la
mejor palabra. Aunque debemos detener el camino
para pensar seriamente Y Dios? Y la
familia? Y mi hogar? Y mi trabajo? Y mi todo ?
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Antes debemos recordar que el Señor Dios nos
entregó al comienzo del 2005 unas páginas en
blanco para que las fuéramos escribiendo. Es
decir, que cada uno tiene un libro por entregar
(2005) y un libro por escribir (2006) Esta es una
gran verdad y además, que ya no podemos hacer
nada por el 2005, pues ya terminó y a el jamás
volveremos. Mucho menos arrancarle o tachar
algunas de aquellas cosas que en este momento es
motivo de arrepentimiento. Pero con el libro
nuevo del 2006 si podemos hacerlo con mayor
fundamento. Me estoy invitando y te invito a
hacerlo con toda la calma del mundo. Será mejor
que lo abracemos, si es posible besémoslo y
hagamos de cada escritura una tinta con sabor y
vida.
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Digo esto, porque jamás podremos engañarnos a
nosotros mismos, mucho menos a nuestra
conciencia. Ella tendrá el valor, a cualquier
hora, de reclamar y llamar a capítulo a cada
uno. Entonces, el lapicero será nuestra propia
iniciativa, la tinta el esfuerzo y sacrificio, el
material que le recubre es nuestro cuerpo bien
dispuesto y altamente preparado para vencer los
errores, el repuesto, de seguro, las
oportunidades que Dios nos irá brindando para no
decaer y al caer levantarnos con tal fuerza para
no volver a probar lo terrible del fango. Ahora,
creo que sí, Gracias y Perdón Señor. Desde aquí
rezaré por ti y por mí. Espero, que desde allá,
reces por mi y por ti. Felicidades 2006 P. Marcelo