Title: Diapositiva 1
1Domingo 4º de Cuaresma
Día 3 de Abril de 2011
Ciclo A
2En este 4º domingo de Cuaresma, la Iglesia nos
presenta
la curación por Jesús del ciego de nacimiento.
3Narra san Juan este milagro en forma de enseñanza
o catequesis.
Era uno de los evangelios escogidos por la
Iglesia para la preparación del bautismo.
Después de hablar del agua que salta hasta la
vida eterna (la samaritana), hoy se habla de la
luz, porque en el bautismo se nos da la luz de la
fe.
4Había tenido Jesús una discusión con los
fariseos, en la que decía al principio
Yo soy la luz del mundo el que me sigue no
camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida.
5En ese ambiente de discusión con los fariseos y
de doctrina sobre la luz, se realiza esta
curación del ciego.
Para Jesús es como testificar de una manera
gráfica su proposición.
6En aquel tiempo un ciego era una persona muy
marginada. No podía apoyarse en organizacio-nes y
seguridades que hoy puede encontrar. Por eso, lo
único que le que-daba era pedir limosna, vivir de
la caridad.
Encontrarse con Jesús significaba poder ser
persona capaz de trabajar y vivir por sí mismo.
7En la narración de este suceso se da una
contraposición. El ciego comienza por ver
corporalmente para llegar a ver en el espíritu.
Pero los fariseos, que se creen que ven en el
espíritu, aparecen con poca vista, hasta
convertirse en ciegos totales en el espíritu.
8En este milagro resalta la iniciativa de Jesús.
No es el ciego quien va a pedir un milagro, sino
es Jesús quien, sintiendo una gran compasión al
ver al ciego, se acerca a él.
9Comienza el suceso con una pregunta que le hacen
los discípulos a Jesús Quién pecó, éste o sus
padres, para que naciera ciego?
Había una creencia popular de que un mal, como
podía ser un defecto físico, debía ser
consecuencia de algún pecado del sujeto o de sus
padres.
10Jesús responde que la culpa no es de ninguno.
A veces hay defectos que son consecuencia de
algún vicio de los padres. Esto es consecuencia,
no castigo por un pecado. Dios no castiga en esta
vida.
11Jesús anuncia que aquella ceguera va a redundar
en mayor gloria de Dios.
A veces no dejamos que en las obras se manifieste
la gloria de Dios.
12Jesús hace un pequeño rito. Con la saliva hace un
poco de lodo y lo unta en los ojos del ciego.
Quizá se nos hace un poco raro ese rito y como
falto de higiene. Pero en aquella cultura
significaba un paso de su poder a la otra persona.
Era para despertar la esperanza de la curación.
13El último rito que le pedía Jesús al ciego era
lavarse en la piscina de Siloé.
Y volvió sano
14Y comienzan las dudas de la gente Es o no es el
mismo que había sido ciego?
Los fariseos no lo creen y preguntan a los
padres, quienes prefieren que se lo pregunten a
quien había sido ciego. Luego viene una larga
conversación de éste con los fariseos.
15Quien había sido ciego es echado del templo.
Jesús va a su encuentro y le da la luz del alma.
16Es muy interesante el proceso de visión
espiritual que recibe aquel ciego.
- Para él Jesús primero es un hombre, aunque se
sienta curado.
- Cuando le preguntan los fariseos, dice que
Jesús tiene que ser un profeta.
- Después valientemente contra los fariseos, que
dicen que Jesús es un pecador, el que ha sido
ciego dice que tiene que ser venido de Dios.
- Al final se postra ante Jesús declarando que
acepta que Jesús es el Mesías.
17Por el contrario, los fariseos van avanzan-do en
la ceguera. Ante la evidencia del milagro se
cierran en la oscuridad de su corazón.
"No hay peor ciego que el que no quiere ver".
18A veces nos cerramos en la oscuridad. Debemos ser
valientes, acudir a él para poderle defender con
las obras de nuestra vida.
Siempre confiando en Dios.
19El encuentro con Jesús le cambió la vida al ciego.
No basta encontrarse materialmente, porque
también los fariseos se encontraban con Él pero
su terquedad les impedía cambiar de vida.
20Una de las consecuencias del milagro es que de
todo mal podemos sacar un bien. Pero para ello
necesitamos de la luz de la fe.
Necesitamos que Dios nos meta la luz en el alma
para ver el sentido de la vida.
21Solemos mirar las cosas y personas por su
apariencia pero Dios mira el corazón.
Como sucedió cuando Dios mandó ungir al elegido
de Dios, que era David, el más pequeño de los
hermanos y era pastor.
Nos lo cuenta la 1ª lectura, que es del primer
libro de Samuel, en el capítulo 16.
22Debemos llegar a ver todo con los ojos de Jesús.
Nuestra vida cristiana debe ser irnos
trans-formándonos en Cristo, que es la luz del
mundo.
23La fe no es algo estático sino dinámico. No es
sólo tener una luz, sino hacer las obras de esa
luz. Y que esa luz sirva para alumbrar a otros.
Eso nos dice hoy san Pablo en la 2ª Lectura (Ef
5) Ahora sois luz por el Señor. Vivid como
hijos de la luz. Buscad lo que agrada al Señor
24La fe no es verdadera sin la caridad
La fe es escuchar la palabra del Señor para
cumplirla. La Cuaresma es un tiempo más apto para
la escucha de Dios.
25Hoy en la 2ª lectura de san Pablo hay una frase
de ánimo, que parece ser un himno que ya cantaban
los primeros cristianos
"Despierta tu que duermes, levántate de entre los
muertos y Cristo te iluminará".
26La fe entra normalmente por los buenos ejemplos
de los mayores. Cuando nos quejamos de que hay
muchos jóvenes ciegos en el espíritu, es porque
sus padres o las personas adultas no les hemos
dado suficientes buenos ejemplos y buena doctrina.
27Pidamos a Dios que no miremos superficialmente,
sino que nos enseñe a mirar desde lo profundo.
Jesús, abre nuestros ojos.
28Abre mis ojos,
Automático
29Jesús, quiero verte,
30conmigo tenerte,
31decirte que te amo.
32Abre mi oído
33hoy quiero escucharte,
34Abre mis ojos
35para contemplarte.
36Abre mis ojos
37Que María nos ayude a tener los ojos abiertos
para Jesús.
AMÉN