Title: Sin t
1 Tomaron, pues, a Jesús, que llevando su
cruz, salió al sitio llamado Calvario (Jn 19,
16-17)
X
2Vía Crucis... Una calle por la que vamos
todos... Unas veces, colaborando con el dolor
inocente. Otras, cometiendo un pecado
semejante mirar desde la acera. Vía
Crucis... Interminable calle y vergonzosa
historia del dolor humano...
X
3I. Jesús condenado a muerte
4Pero ese hombre que tenían delante no podía ser
el Mesías. El Mesías no podía venir de Galilea,
como éste. El Mesías tendría que ser un
liberador del pueblo escogido, vencedor glorioso
de todos su enemigos. El Mesías tenía que
establecer un reino de felicidad y de paz.
5II. Jesús con la cruz
Tomaron, pues, a Jesús y Él, cargando con su
cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario.
(Jn. 19, 16-17)
6Nuestras cruces pueden ser la enfermedad, la
convivencia, la soledad, el desamor, el
desempleo pueden ser los problemas de los hijos
o de los ancianos puede ser una difamación
pueden ser tantos otros imponderables
extraordinariamente dolorosos.
7III. Jesús cae por primera vez
8Cuando te sientas débil, mira a Jesús que cae.
Cuando te sientas caído, mira a Jesús en tierra.
Cuando te parece que no puedes más, mira a Jesús
que se levanta. Él se ha hecho débil para que tú
seas fuerte. Desde que Cristo cayó, ninguna caída
tiene por que ser fatal. Desde que Cristo se
levantó, nadie debe desesperar. Su fuerza no
tiene límites.
9IV. Jesús encuentra a su madre
Hoy se continúa y completa en la labor entregada
de tantos y tantas Marías que ofrecen sus vidas
para aliviar el sufrimiento de los que caminan
con la cruz. Marías, sean o no madres, siempre
son Marías.
10V. El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
11Cristo sigue buscando cireneos. Hay tantos
hermanos que no pueden con su cruz! Ayudaos
mutuamente a llevar vuestras cargas, nos
advierte San Pablo. Y no digas que ése es su
problema. Y no digas que tu también tienes tus
cargas y quien te ayuda a ti. Mira, en la medida
que tú ayudes a los demás, a Cristo, te sentirás
aliviado. Cristo, no lo dudes, es un buen pagador.
12VI. La Verónica limpia el rostro de Jesús
El rostro afeado y sangrante se nos presenta cada
día. Le podemos contemplar en los rostros -de
los niños golpeados por la pobreza. -de los
jóvenes frustrados por la marginación. -de los
obreros mal retribuidos. -de los ancianos
relegados porque ya no producen. -de las personas
que sufren al lado tuyo.
13VII. Jesús cae por segunda vez
14VIII. Jesús consuela a las mujeres
Hijas de Jerusalén no lloréis por mí
(Lc. 23,28)
15Siempre es buenos que en nuestra vía dolorosa
encontremos personas capaces de compadecer y de
consolar. A veces solo nos quedan las lagrimas y
las palabras pero quizás es lo único que nos
hace falta.
16IX. Jesús cae por tercera vez
Todo un símbolo de nuestras debilidades, de
nuestras flaquezas, de todas esas muertes que
nos atan a la tierra. Jesús se levanta de nuevo
Cuanto se puede, cuando no se puede más!
17X. Jesús es despojado de sus vestiduras
Y se reparten sus vestidos, echando a suertes a
ver qué se lleva cada uno
(Mc. 15,24)
18Lo primero que se consuma es el despojo. Se le
quita lo único que le quedaba sus vestidos y su
honra. Empezó Jesús a despojarse voluntariamente
de su gloria y su riqueza, porque siendo rico se
hizo pobre y siendo Dios se presentó como
cualquiera.
19XI. Jesús es elevado en la Cruz
20Los gritos de los crucificados podían oirse hasta
en la ciudad. Pero en medio de esos gritos, hay
una palabra suave que se escucha como bella
melodía Padre perdónales, porque no saben lo
que hacen
21XII. Jesús muere en la Cruz
Jesús, entonces, dando de nuevo un fuerte grito,
expiró
(Mt. 27, 50)
22La muerte del Justo te obliga a decir no a toda
injusticia, y te obliga a decir sí a toda
entrega. Y te obliga a estar cerca, como María,
de todos los que, deben seguir soportando su CRUZ
23XIII. Jesús es bajado de la Cruz
24Es una ofrenda, con su hijo en brazos, María se
lo ofrece al Padre. Pero junto a la ofrenda del
Hijo, hace también la suya.
25XIV. Jesús es puesto en el sepulcro
En el lugar donde había sido crucificado
había un huerto, y en el huerto un sepul- cro
nuevo... Pusieron allí a Jesús
(Jn 19, 41-42)
26Cristo no puede morir para siempre, porque vivió
en el amor, y el amor es mas fuerte que la
muerte. No puede morir, porque es la Vida. Espera
un momento y será Pascua ...
27... Y cuando Cristo resucite todo será distinto,
todo será nuevo. Vamos a esperar la Pascua, pero
no tan solo la de Jesús, si no también la nuestra.