L

1
L L E V A L A C R U Z
P O R L A S E N D A
DE LA VIDA
Por Noris Capín
2
La cruz del Señor fue un objeto pesado y macizo.
3
Peso que encorbaría nuestras espaldas, si la
tuviéramos que llevar sobre nuestros hombros
como lo hizo Jesucristo.
4
Cuando pensamos en nuestra propia cruz, debemos
honrar al Señor, para observar Su sufrimiento en
el Calvario.
Vengan a mi, todos ustedes, yo los haré
descansar. Mateo 1128-30
5
Cuando se medita sobre la cruz, pensamos, que es
imposible llevarla a cuestas por la senda de la
vida.
6
Debemos comprender el significado justo, de la
cruz de nuestra existencia.
7
Especialmente, cuando deseamos olvidar los
problemas y los agravios ya que es
imposible pensar que el peso lo podemos cargar,
con dignidad y fortaleza.
8
La cruz de nuestra vida, es el perfecto artefacto
que nos límita, intimida y nos lleva al quebranto
físico.
9
Si bien, la veracidad del madero sólo se
comprende con sacrificio y amor. La mayoría de
las veces, rechazamos nuestra cruz con hastío e
intolerancia.
10
Al entender lo que representa la cruz de todos
los días, debemos llegar más lejos, observar con
verdadera persistencia los puntos adversos y
trabajar favorablemente, con los dolores y las
desiluciones que llevamos dentro del alma.
11
Encontraríamos pues, una respuesta básica y
fundamental, la cual desviaría el rechazo
impávido que tenemos a la cruz de todos los días.
12
Cruz que se define como indeseable y abrumadora,
peso devastador que deteriora el alma, y destroza
el corazón.
13
Sin embargo, cuando pensamos que la cruz es una
victoria y un triunfo ante la muerte entendemos
la resurrección de nuestra vida.
14
Lo cual implica caminar en desafío contra todos
las injusticias y dificultades, que suelen azotar
nuestra vida.
15
Al abrazar nuestra cruz, demos gracias a Dios,
porque nos prepara a ser humildes de corazón al
dar un valor sustancial al propósito y la
voluntad de Dios en nuestra vida.
16
La cruz de nuestro Señor Jesucristo nos guía, y
nos purifica.
17
Al enterder esto, podríamos llevar
nuestra carga con valentía, fortaleza y
humildad. Honrando a Jesús a través de Su
propia cruz.
18
En cuanto a mi, de nada quiero presumir
sino de la cruz de nuestro Señor
Jesucristo.
Gálatas 614
19
Se lo llevaron injustamente, y no hubo quién lo
defendiera nadie se preocupó de su destino. Lo
arrancaron de esta tierra, le dieron muerte por
los pecados de mi pueblo. Isaías 538
-Si alguno quiere ser discípulo mío , olvídese
de sí mismo, cargue con su cruz cada día y
sígame. Lucas 923
20
Te doy gracias Señor, por la cruz de todos
los días. Gracias, Señor porque me enseñas
a cargar ese pesado madero con valor y
perseverancia por la senda
de la vida. Amén
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