Title: SALMO 100
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3? Este Salmo es una profesión de fidelidad a la
misión que Dios había confiado a David y a sus
descendientes la de gobernar con justicia la
Ciudad del Señor (v. 8).
? Es difícil determinar con exactitud en qué
circunstancias el rey davídico debía pronunciar
estas palabras. Probablemente, lo hacía en el
transcurso de una acción litúrgica, que
conmemoraba periódicamente la institución de la
dinastía y la alianza del Señor con la casa de
David.
? La tradición cristiana ha encontrado en este
Salmo el ideal y el programa de todo gobierno
justo.
4Voy a cantar la bondad y la justicia, para tí es
mi música, Señor voy a explicar el camino
perfecto cuándo vendrás a mí?
5Andaré con rectitud de corazón dentro de mi
casa no pondré mis ojos en intenciones viles.
6Aborrezco al que obra mal, no se juntará
conmigo lejos de mí el corazón torcido, no
aprobaré al malvado.
7Al que en secreto difama a su prójimo lo haré
callar ojos engreídos, corazones arrogantes no
los soportaré.
8Pongo mis ojos en los que son leales, ellos
vivirán conmigo el que sigue un camino
perfecto, ese me servirá.
9No habitará en mi casa quien comete fraudes el
que dice mentiras no durará en mi presencia.
10Cada mañana haré callar a los hombres
malvados, para excluir de la ciudad del Señor a
todos los malhechores.
11Te presento hoy, Señor, la lista de mis
propósitos. El final de unos ejercicios, el
principio de año o, sencillamente, un despertar
en el que he echado una mirada a mi vida y he
anotado algunos temas para recordármelos a mí
mismo y para que tú me los bendigas. Aquí están.
Sé que podía haber sido más concreto, y en la
práctica lo seré si así lo deseas pero por hoy
he preferido trazar sólo líneas generales para
enfocar mis esfuerzos y dirigir el día. Quiero
esforzarme porque haya rectitud y equidad en mis
acciones.
Sé demasiado bien que los propósitos en sí mismos
no sirven para nada. Podría enseñarte listas
enteras que he hecho año tras año, con la
sinceridad del momento y el exceso de confianza
de la juventud, y que hoy son sólo documentos
repetidos de santa ingenuidad y fracaso total.
Por eso hoy he querido, sencillamente, contarte
mis pensamientos e indicar la dirección que me
gustaría siguiese mi conducta. Hoy esa lista no
es un propósito, sino una oración es decir, que
la lista no es para mí, sino para ti. Es para que
tú te acuerdes y la vayas aplicando según surja
la ocasión. No son éxitos que yo he de lograr,
sino gracias que tú has de concederme.
12Señor Jesús, que has venido al mundo para que
pudiéramos andar con rectitud de corazón, tú, que
nos has propuesto como ideal de perfección a tu
propio Padre, concede a los hijos de tu casa la
verdadera perfección del amor que vivamos hoy en
tu presencia sin cometer fraudes, sin ojos
engreídos y así cantemos tu bondad y tu justicia
con cada una de las acciones de nuestra jornada.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.