40' PADRE NUESTRO QUE ESTS EN EL CIELO - PowerPoint PPT Presentation

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40' PADRE NUESTRO QUE ESTS EN EL CIELO

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Porque nos ha creado a su imagen y semejanza, d ndonos un alma espiritual, y la ... sentir una gran responsabilidad apost lica: Omnes cum Petro ad lesum per Mariam! ... – PowerPoint PPT presentation

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Title: 40' PADRE NUESTRO QUE ESTS EN EL CIELO


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40. PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO
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1. Por qué llamamos Padre a Dios
  • Porque nos ha creado a su imagen y semejanza,
    dándonos un alma espiritual, y la dignidad de
    "persona", a semejanza de las Tres Personas
    divinas.
  • No lo ha hecho así con los seres inferiores, en
    los que encontramos simplemente un vestigio o
    huella de Dios, no su imagen y semejanza.

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  • Por la especial providencia que Dios tiene sobre
    todos los hombres, a quienes ama singularmente a
    cada uno y gobierna como seres libres.
  • Sobre todo porque nos ha elevado a tomar parte,
    por la gracia, en la vida última de la Santísima
    Trinidad, concediéndonos una

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  • "participación en la naturaleza divina" (II Petr
    1,5), que nos diviniza, y nos hace "hijos en el
    Hijo, hermanos, por adopción, del Hijo
    Unigénito.
  • Porque habiendo perdido esta dignidad por el
    pecado, el mismo Hijo se ha hecho hombre y nos ha
    redimido,

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  • concediéndonos, como prueba de que somos hijos de
    Dios, el don del Espíritu Santo.
  • Gal 4,5-6 "Al llegar la plenitud de los tiempos,
    Dios envió a su Hijo, nacido de mujer... a fin de
    que recibiésemos la adopción de hijos. Y porque
    sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el
    Espíritu Santo, que nos hace clamar Abba
    Padre!.

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  • Porque nuestro Señor Jesucristo nos ha dicho
  • "cuando vayáis a orar, decid así
  • Padre
  • nuestro..."
  • (Lc 11,1-2).

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2. El sentido de la filiación divina es
fundamento nuestra vida espiritual
  • El hecho de la filiación divina es la realidad
    más fundamental de la vida cristiana.
  • En el orden de la creación la criatura humana es
    persona en el orden sobre-natural (re-creación)
    es hijo de Dios.

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  • Esta filiación divina llegará a su plenitud en la
    Gloria
  • I loann 3,2 "Ya ahora somos hijos de Dios, pero
    todavía no se ha manifestado lo que seremos.
    Cuando se manifieste seremos iguales a Él porque
    le veremos como es.
  • La vida cristiana la santidad consiste en vivir
    de acuerdo con esta altísima dignidad

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  • como hijos de Dios Padre en el Hijo (formando
    como una sola cosa con Él), por el Espíritu Santo
    (vínculo de unión entre el Padre y el Hijo, y por
    tanto, quien nos hace hijos adoptivos del Padre).
  • Para vivir como hijos de Dios es preciso
    considerar frecuentemente que lo somos

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  • en esto consiste el sentido de la filiación
    divina.
  • Una vez que el Hijo Unigénito se ha hecho hombre,
    vivir como hijo de Dios significa imitar a
    Cristo.
  • No sólo externamente, sino vivir su misma vida
    sobrenatural, cada vez con más plenitud, hasta
    llegar a ser, no sólo alter Christus sino ipse
    Christus, el mismo Cristo.

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  • El Hijo de Dios se ha hecho hombre para cumplir
    perfectamente, con su voluntad humana, la
    voluntad divina.
  • Así ha reparado la desobediencia de Adán y nos ha
    redimido haciéndose "obediente hasta la muerte y
    muerte de Cruz" (Philip 2,8).

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  • La vida de un hijo de Dios consiste, pues, en
    cumplir la voluntad del Padre, entregándose
    completamente, para corredimir con Cristo.
  • La identificación con Cristo se alcanza en el
    sacrificio en el amor a la Cruz.
  • Así lo dice S. Pablo "Yo estoy con Cristo en la
    Cruz, y ya no vivo sino que Cristo vive en mí
    (Gal 2,19-20).

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  • La Misa es el centro y raíz de la vida de un hijo
    de Dios, porque es renovación sacramental del
    sacrificio de Cristo.
  • Cada día podemos unir nuestras obras a los
    méritos de Cristo, como la gota de agua al vino
    que se convertirá en su Sangre, para corredimir
    con Él, con afán de salvar a todas las almas.

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  • En la Misa adquieren valor nuestras acciones
    diarias, hasta las más pequeñas, realizadas por
    amor a Dios.
  • Cristo es Hijo de Santa María, y nos dio a su
    Madre por Madre en el Calvario.
  • Ser hijo de Dios es ser hijo de Santa María.
  • Por Ella nos viene toda la vida sobrenatural que
    nos ha ganado su Hijo.

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  • La vida de un hijo de Dios es vida de fe,
    esperanza y caridad
  • de fe porque la conciencia de que dios es Padre
    nuestro, nos lleva a confiar plenamente en Él, y
    a abandonarnos en sus manos "Buscad primero el
    Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os
    dará por añadidura" (Mt 6,33)

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  • de esperanza porque "si somos hijos de Dios,
    también herederos" (Rom 8,17).
  • La filiación divina nos da la garantía de que
    Dios nos tiene preparada la herencia de Cielo
  • de caridad porque los hijos de Dios son los que
    se dejan guiar por el Espíritu Santo (Rom 8,14),
    que es Amor.

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  • El sentido de la filiación divina lleva a ser
    contemplativos (buscar amorosamente la presencia
    de Dios en todas las cosas) y a vivir la
    fraternidad, pues somos hijos del mismo Padre.
  • En fin, la consideración de la filiación divina
    nos fortalece ante las tentaciones y
    dificultades

Figli di Dio
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  • infunde en nuestras almas el temor filial de
    ofender a nuestro Padre Dios, de modo que
    aborrezcamos el pecado venial deliberado, y
    confiemos en su misericordia y nos hace ver la
    mano amorosa de Dios en todos los acontecimientos
    de nuestra vida omnia in bonum!

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3. Filiación divina y fraternidad cristiana
  • Al llamar a Dios Padre Nuestro reconocemos que la
    filiación divina nos une en Cristo "primogénito
    de muchos hermanos" (Rom 8,29), por medio de una
    verdadera fraternidad sobrenatural.

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  • La Iglesia es esta nueva comunión de Dios y de
    los hombres.
  • Por esto, la santidad cristiana, aun siendo
    personal e individual, no es nunca individualista
    o egocéntrica todos los cristianos han de sentir
    una gran responsabilidad apostólica Omnes cum
    Petro ad lesum per Mariam!

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  • La fraternidad que establece la filiación divina
    se extiende también a todos los hombres, porque
    todos en cierto modo son hijos de Dios criaturas
    suyas y todos están llamados a la santidad
  • "No hay, pues, más que una raza la raza de los
    hijos de Dios".

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  • Por ello, todos hemos de sentirnos solidarios en
    la tarea de conducir a toda la humanidad hacia
    Dios.
  • La filiación divina nos impulsa por tanto al
    apostolado, que es una manifestación necesaria de
    filiación y de fraternidad.
  • La santidad plenitud de la filiación divina es
    inseparable del apostolado.

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4. Vivir siempre en la presencia de Dios
  • Dios no está lejos de nosotros, porque "en Él
    vivimos, nos movemos y existimos" (Act 17,28).
  • El Creador, causa primera de todo lo que existe,
    está presente en lo más íntimo de sus criaturas.

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  • Además, la presencia de Dios en el alma en gracia
    es de un orden más excelso y más íntimo, ya que
    la Santísima Trinidad inhabita en ella como en un
    templo (cfr. Ioann 14,23 II Cor 6,16).
  • Es posible ser habitualmente conscientes de la
    cercanía de Dios

Presencia de Dios
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  • procurando transformar la vida entera en una
    oración continua, mediante el cumplimiento exacto
    y amoroso de los deberes cotidianos .
  • Toda la jornada puede ser tiempo de oración de
    la noche a la mañana y de la mañana a la noche.

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  • Más aún como nos recuerda la Escritura Santa,
    también el sueño debe ser oración.
  • Para llegar a vivir siempre en la presencia de
    Dios es preciso un esfuerzo constante por elevar
    el corazón al Señor para esto nos son de gran
    ayuda las industrias humanas o despertadores de
    la presencia de Dios.

27
  • Primero una jaculatoria, y luego otra, y otra...,
    hasta que parece insuficiente ese fervor, porque
    las palabras resultan pobres... y se deja paso a
    la intimidad divina, en un mirar a Dios sin
    descanso y sin cansancio.
  • Vivimos entonces como cautivos, como prisioneros.

28
  • Mientras realizamos con la mayor perfección
    posible, dentro de nuestras equivocaciones y
    limitaciones, las tareas propias de nuestra
    condición y de nuestro oficio, el alma ansia
    escaparse.
  • Se va hacia Dios, como el hierro atraído por la
    fuerza del imán.

29
  • Se comienza a amar a Jesús, de forma más eficaz,
    con un dulce sobresalto.

30
Buenos Aires, 8 de septiembre 2008 Auditorio del
CUDES P. Juan María Gallardo juanmariagalla
rdo_at_gmail.com www.oracionesydevociones.info
Presentación de estudio para que los asistentes
puedan estudiar los contenidos de la clase y
para que, quien quiera utilizarla, pueda
modificarla según su propio estilo P. JMG
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