Title: 40' PADRE NUESTRO QUE ESTS EN EL CIELO
140. PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO
21. Por qué llamamos Padre a Dios
- Porque nos ha creado a su imagen y semejanza,
dándonos un alma espiritual, y la dignidad de
"persona", a semejanza de las Tres Personas
divinas. - No lo ha hecho así con los seres inferiores, en
los que encontramos simplemente un vestigio o
huella de Dios, no su imagen y semejanza.
3- Por la especial providencia que Dios tiene sobre
todos los hombres, a quienes ama singularmente a
cada uno y gobierna como seres libres. - Sobre todo porque nos ha elevado a tomar parte,
por la gracia, en la vida última de la Santísima
Trinidad, concediéndonos una
4- "participación en la naturaleza divina" (II Petr
1,5), que nos diviniza, y nos hace "hijos en el
Hijo, hermanos, por adopción, del Hijo
Unigénito. - Porque habiendo perdido esta dignidad por el
pecado, el mismo Hijo se ha hecho hombre y nos ha
redimido,
5- concediéndonos, como prueba de que somos hijos de
Dios, el don del Espíritu Santo. - Gal 4,5-6 "Al llegar la plenitud de los tiempos,
Dios envió a su Hijo, nacido de mujer... a fin de
que recibiésemos la adopción de hijos. Y porque
sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el
Espíritu Santo, que nos hace clamar Abba
Padre!.
6- Porque nuestro Señor Jesucristo nos ha dicho
- "cuando vayáis a orar, decid así
- Padre
- nuestro..."
- (Lc 11,1-2).
72. El sentido de la filiación divina es
fundamento nuestra vida espiritual
- El hecho de la filiación divina es la realidad
más fundamental de la vida cristiana. - En el orden de la creación la criatura humana es
persona en el orden sobre-natural (re-creación)
es hijo de Dios.
8- Esta filiación divina llegará a su plenitud en la
Gloria - I loann 3,2 "Ya ahora somos hijos de Dios, pero
todavía no se ha manifestado lo que seremos.
Cuando se manifieste seremos iguales a Él porque
le veremos como es. - La vida cristiana la santidad consiste en vivir
de acuerdo con esta altísima dignidad
9- como hijos de Dios Padre en el Hijo (formando
como una sola cosa con Él), por el Espíritu Santo
(vínculo de unión entre el Padre y el Hijo, y por
tanto, quien nos hace hijos adoptivos del Padre).
- Para vivir como hijos de Dios es preciso
considerar frecuentemente que lo somos
10- en esto consiste el sentido de la filiación
divina. - Una vez que el Hijo Unigénito se ha hecho hombre,
vivir como hijo de Dios significa imitar a
Cristo. - No sólo externamente, sino vivir su misma vida
sobrenatural, cada vez con más plenitud, hasta
llegar a ser, no sólo alter Christus sino ipse
Christus, el mismo Cristo.
11- El Hijo de Dios se ha hecho hombre para cumplir
perfectamente, con su voluntad humana, la
voluntad divina. - Así ha reparado la desobediencia de Adán y nos ha
redimido haciéndose "obediente hasta la muerte y
muerte de Cruz" (Philip 2,8).
12- La vida de un hijo de Dios consiste, pues, en
cumplir la voluntad del Padre, entregándose
completamente, para corredimir con Cristo. - La identificación con Cristo se alcanza en el
sacrificio en el amor a la Cruz. - Así lo dice S. Pablo "Yo estoy con Cristo en la
Cruz, y ya no vivo sino que Cristo vive en mí
(Gal 2,19-20).
13- La Misa es el centro y raíz de la vida de un hijo
de Dios, porque es renovación sacramental del
sacrificio de Cristo. - Cada día podemos unir nuestras obras a los
méritos de Cristo, como la gota de agua al vino
que se convertirá en su Sangre, para corredimir
con Él, con afán de salvar a todas las almas.
14- En la Misa adquieren valor nuestras acciones
diarias, hasta las más pequeñas, realizadas por
amor a Dios. - Cristo es Hijo de Santa María, y nos dio a su
Madre por Madre en el Calvario. - Ser hijo de Dios es ser hijo de Santa María.
- Por Ella nos viene toda la vida sobrenatural que
nos ha ganado su Hijo.
15- La vida de un hijo de Dios es vida de fe,
esperanza y caridad - de fe porque la conciencia de que dios es Padre
nuestro, nos lleva a confiar plenamente en Él, y
a abandonarnos en sus manos "Buscad primero el
Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os
dará por añadidura" (Mt 6,33)
16- de esperanza porque "si somos hijos de Dios,
también herederos" (Rom 8,17). - La filiación divina nos da la garantía de que
Dios nos tiene preparada la herencia de Cielo - de caridad porque los hijos de Dios son los que
se dejan guiar por el Espíritu Santo (Rom 8,14),
que es Amor.
17- El sentido de la filiación divina lleva a ser
contemplativos (buscar amorosamente la presencia
de Dios en todas las cosas) y a vivir la
fraternidad, pues somos hijos del mismo Padre. - En fin, la consideración de la filiación divina
nos fortalece ante las tentaciones y
dificultades
Figli di Dio
18- infunde en nuestras almas el temor filial de
ofender a nuestro Padre Dios, de modo que
aborrezcamos el pecado venial deliberado, y
confiemos en su misericordia y nos hace ver la
mano amorosa de Dios en todos los acontecimientos
de nuestra vida omnia in bonum!
193. Filiación divina y fraternidad cristiana
- Al llamar a Dios Padre Nuestro reconocemos que la
filiación divina nos une en Cristo "primogénito
de muchos hermanos" (Rom 8,29), por medio de una
verdadera fraternidad sobrenatural.
20- La Iglesia es esta nueva comunión de Dios y de
los hombres. - Por esto, la santidad cristiana, aun siendo
personal e individual, no es nunca individualista
o egocéntrica todos los cristianos han de sentir
una gran responsabilidad apostólica Omnes cum
Petro ad lesum per Mariam!
21- La fraternidad que establece la filiación divina
se extiende también a todos los hombres, porque
todos en cierto modo son hijos de Dios criaturas
suyas y todos están llamados a la santidad - "No hay, pues, más que una raza la raza de los
hijos de Dios".
22- Por ello, todos hemos de sentirnos solidarios en
la tarea de conducir a toda la humanidad hacia
Dios. - La filiación divina nos impulsa por tanto al
apostolado, que es una manifestación necesaria de
filiación y de fraternidad. - La santidad plenitud de la filiación divina es
inseparable del apostolado.
234. Vivir siempre en la presencia de Dios
- Dios no está lejos de nosotros, porque "en Él
vivimos, nos movemos y existimos" (Act 17,28). - El Creador, causa primera de todo lo que existe,
está presente en lo más íntimo de sus criaturas.
24- Además, la presencia de Dios en el alma en gracia
es de un orden más excelso y más íntimo, ya que
la Santísima Trinidad inhabita en ella como en un
templo (cfr. Ioann 14,23 II Cor 6,16). - Es posible ser habitualmente conscientes de la
cercanía de Dios
Presencia de Dios
25- procurando transformar la vida entera en una
oración continua, mediante el cumplimiento exacto
y amoroso de los deberes cotidianos . - Toda la jornada puede ser tiempo de oración de
la noche a la mañana y de la mañana a la noche.
26- Más aún como nos recuerda la Escritura Santa,
también el sueño debe ser oración. - Para llegar a vivir siempre en la presencia de
Dios es preciso un esfuerzo constante por elevar
el corazón al Señor para esto nos son de gran
ayuda las industrias humanas o despertadores de
la presencia de Dios.
27- Primero una jaculatoria, y luego otra, y otra...,
hasta que parece insuficiente ese fervor, porque
las palabras resultan pobres... y se deja paso a
la intimidad divina, en un mirar a Dios sin
descanso y sin cansancio. - Vivimos entonces como cautivos, como prisioneros.
28- Mientras realizamos con la mayor perfección
posible, dentro de nuestras equivocaciones y
limitaciones, las tareas propias de nuestra
condición y de nuestro oficio, el alma ansia
escaparse. - Se va hacia Dios, como el hierro atraído por la
fuerza del imán.
29- Se comienza a amar a Jesús, de forma más eficaz,
con un dulce sobresalto.
30Buenos Aires, 8 de septiembre 2008 Auditorio del
CUDES P. Juan María Gallardo juanmariagalla
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Presentación de estudio para que los asistentes
puedan estudiar los contenidos de la clase y
para que, quien quiera utilizarla, pueda
modificarla según su propio estilo P. JMG