Title: Peluquerías Barcelona
1Peluquerías Barcelona para todas las edades
La clientela de las peluquerías de Barcelona es
muy variada. Por descontado, por estos
centros pasa, al menos una vez al año, toda la
población de la ciudad más una buena
proporción de visitantes.
Tenemos el segmento infantil, los niños y niñas
de la ciudad a los que no les corta el
pelo su propia familia. Existe una tendencia
creciente a situar peluquerías en Barcelona
cerca de colegios o centros deportivos. De esta
forma mientras un hermano, por
ejemplo, juega a fútbol, se aprovecha para llevar
al otro al peluquero. Suelen ser centros
que las familias recuerdan y que, si saben cuidar
un poco a sus clientes, acaban
generando su propia clientela asidua. En estos
centros es importante establecer
protocolos a la hora de afrontar típicos
problemas infantiles como los berrinches, la
rebeldía, el niño inquieto o las liendres.
Los adolescentes suelen recomendarse entre ellos
adonde ir, por lo que las peluquerías
de Barcelona que tienen o empiezan a tener este
tipo de clientela con una frecuencia de
asistencia bastante mayor que la infantil-,
harían bien en plantearse promociones por
traer un amigo o precios especiales 2 en 1.
También es especialmente relevante para
estas edades disponer de revistas internacionales
de moda que puedan ofrecer
inspiración a los más atrevidos, que luego
arrastran a otras u otros a imitarlos. Aunque,
en general, en la adolescencia todos tienden a
llevar el mismo estilo. Es el momento del
grupo y lo importante es pertenecer.
Peluquerías Barcelona in crescendo
Los veinteañeros son el cliente más versátil para
las peluquerías de Barcelona. Ya con
su propia personalidad, ganas de probar, de
conocerse, y con un cabello fuerte y sano,
son los clientes que vienen con cierta asiduidad
a lavar y cortar, muchas veces sin
secar porque les gustan los peinados libres y sin
esfuerzo.
De corto a largo, mechas, ondulaciones, productos
de fijación en esta edad se prueba
todo, por lo que para un peluquero son fuente de
renovación y aprendizaje continuo. Si
es un buen peluquero, la continua observación de
diferentes rostros, fisonomías y tonos
de piel permite extraer unos parámetros generales
de buenas y malas combinaciones que
le van a permitir aconsejar a sus clientes para
que renueven su imagen con buen tino.
Los treintañeros suelen disminuir su presencia en
las peluquerías de Barcelona por falta
de tiempo o porque priorizan en esta edad la
atención a sus hijos y a sí mismos
únicamente destinan una cuota de mantenimiento.
Suelen ya cortarse el pelo según los
dos o tres estilos que saben que les favorece,
variando en función de la moda. A esta
edad empiezan a solicitar los primeros servicios
de coloración y nutrición del cabello.
La llegada a los cuarenta acerca de nuevo a la
población a las peluquerías de Barcelona,
con problemas nuevos. Pérdida del cabello,
fragilidad, coloración permanente, cortes o
peinados más estudiados para solventar
determinadas debilidades o carencias. Hombres
y mujeres han recuperado cierta independencia del
cuidado familiar y desean sentirse de
nuevo atractivos. Es la edad óptima para mimarse.
La edad madura y sus fenómenos asociados como la
menopausia, problemas de tensión,
colesterol obligan a las personas a tomarse en
serio su salud. En las peluquerías de
2Barcelona es el momento de aportar nuestros
conocimientos para mantener con salud
una cabellera que todavía puede mantenerse
abundante y con vida. A esta edad ya no se
suelen pedir cambios sino más bien controlar el
cabello. Muchas mujeres comienzan a
acudir semanalmente a la peluquería para ello.
Acudir a las peluquerías de Barcelona se
convierte al crecer en un hábito placentero y
frecuente que deviene en círculo social de
amistad. De todos es conocido el ambiente
íntimo y favorable a la charla amigable de una
peluquería. En una fase de la vida en que
el papel preponderante es el de cuidador de una
familia de dos generaciones, ser el
sostén de lo creado, el centro de belleza se
convierte además en un momento para sí
mismo, en que son los demás quienes nos cuidan.
De aquí que esa cita obligada con la
peluquería que muchas personas han cumplido de
jóvenes se convierte en un grato
momento dedicado a sí mismo.
El cabello además se ha vuelto frágil, delicado,
y hay que tratarlo con ternura. Lavarlos
con jabones muy suaves, peinarlo de la forma que
le da más cuerpo, darle el trato que se
merece después de tantos años vividos.
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