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Medio Sitio Web fyo.com Sección Hacienda /
Lecheria Fecha 22 Mayo 2006 Parte 1 de 2
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51445idtipoinformacion129
Para que los lácteos entren a Europa hay que
hacer los deberes El Instituto Nacional de
Tecnología Industrial (INTI) y la Unión Europea
intentan ampliar las exportaciones de productos
lácteos argentinos al viejo continente El
Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(INTI) y la Unión Europea intentan ampliar las
exportaciones de productos lácteos argentinos al
viejo continente. En ese marco, el español Mario
Román Esteban disertó en el INTA Rafaela sobre la
implementación de Buenas Prácticas Ganaderas El
Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(INTI) y la Unión Europea intentan ampliar las
exportaciones de productos lácteos argentinos al
viejo continente. En ese marco, el español Mario
Román Esteban disertó en el INTA Rafaela sobre la
implementación de Buenas Prácticas Ganaderas, una
de las exigencias para quienes quieran ser
proveedores del mercado europeo. -Además de
resaltar la necesidad optimizar los tambos, por
qué puso el énfasis en las pymes queseras? -El
proyecto entre INTI y UE tiene como objetivo que
las pymes locales mejoren su competitividad.
Incluye varios rubros, pero en lácteos se trata
de potenciar las pequeñas fábricas, que pensamos
que son las que podrían tener unos productos más
adecuados en el mercado europeo. -Usted trabaja
hace tiempo en Argentina recorriendo tambos e
industrias Están muy lejos de lograr las
condiciones para ingresar a la UE? -La situación
es muy variada en toda la República. Están las
que reúnen los requisitos y otras donde hay que
hacer un esfuerzo mayor. Pero hablando de tambos,
podemos decir que en general -en cuanto a
composición fisicoquímica y microbiológica de la
leche- está dentro de los parámetros exigibles
por la UE, por lo cual simplemente hay que
invertir tiempo en documentar lo que se hace
dentro del establecimiento. En cuanto a las
instalaciones de transformación de las industrias
hay que generar unos documentos específicamente
para el análisis de peligros que no son
obligatorios en Argentina y que sí lo son en
Europa, lo cual conlleva un tiempo de dedicación,
de redacción de esos documentos y de controles
nuevos. -Cuáles son los puntos críticos de los
tambos que relevó? -La recomendación principal es
que hay que focalizar en calidad de leche. Una
vez que esté dentro de los parámetros adecuados,
todo lo demás irá viniendo poquito a poco. Hay
que trabajar en sanidad animal para mantener
niveles muy altos en ausencia de brucelosis y
tuberculosis en mejorar los sistemas de
identificación de los animales para evitar la
presencia de residuos o de leche de animales
enfermos dentro de la leche que se produzca. -Y
las industrias? -Están en una fase de definición
de producto. Es decir, reciben leche en unas
condiciones que podrían estar adecuadas para
producir para UE y lo que hay que hacer es
definir los productos que entrarían en el mercado
europeo. No se puede producir queso de barra, hay
que producir quesos que tengan características
diferenciales. Hay que buscar productos que se
identifiquen con la Argentina. Ese es un poco el
desafío.
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-En qué plazo podría darse esto? -El proyecto
tiene como objetivo que, en lo que queda del año,
algunas industrias estén en condiciones de ser
homologadas. Ese es un objetivo que creo que se
va a conseguir para algunas de las industrias
dentro del proyecto -son 15 de Santa Fe, Entre
Ríos, Córdoba y Buenos Aires-. El resto habrán
avanzado en sistemas de calidad como para mejorar
su competitividad, que es también otro de los
objetivos del proyecto. -Usted dijo que hay que
cobrar la leche por calidad en lugar de hacerlo
por litro. Aquí la liquidación de materia prima
tiene sus inconvenientes. Que sugeriría para
superar estos problemas? -Este es un tema que
tiene que abordar el gobierno para tratar de
resolverlo. No se puede dejar que la situación
permanezca como está ahora, en la cual no hay
reglas claras para producir, vender esa leche y
comprarla. Eso hace que, dependiendo de la zona,
de la región o la presión de la industria, el
tambero se vea potenciado o no tenga ningún
interés en mejorar la calidad de su leche. Una
reglamentación como la que existe en Europa,
donde se especifican claramente cuáles son los
límites desde el punto de vista fisicoquímico y
microbiológico, facilita las reglas del juego
para trabajar. Y eso es lo que habría que hacer
aquí en Argentina. Deberían decir "estos son
límites mínimos a partir de los cuales hay una
prima o una penalización". Eso facilitaría que el
tambero sepa con qué objetivo tiene que
trabajar. -Que opinión le merece la restricción
a la exportación de lácteos argentinos para
favorecer el consumo interno? -Yo creo que el
gobierno debe de intervenir en un caso como este,
en el cual la industria tiene que tomar
conciencia de que el mercado mas cercano es el
más interesante porque es el que da trabajo a
futuro. Entonces hay que trabajar en las dos
líneas potenciar los mercados interno y externo.
Pero lo que no se puede hacer es abandonar uno de
ellos porque no conduce a nada. Lo que no se
puede hacer es imponer unas cargas a la
exportación (retenciones) que al final repercuten
en el tambero. No es ese el objetivo que se
buscaba. Entonces hay que ver cómo se articula de
manera que el desarrollo sea adecuado hay que
conseguir que no siempre paguen los mismos, que
esa es la finalidad. Habrá que subir los precios,
posiblemente habrá que intervenir, pero
conseguir que el mercado se vaya desarrollando
poco a poco y dejando que funcione. -Las
retenciones llegaron por el comportamiento
cíclico de la lechería. En su momento sobró
leche, cuando el consumo cayó junto con el poder
adquisitivo. Cuando el bolsillo de la gente se
recuperó la producción no dio abasto. Esto
desnuda la escasez de un plan. Cómo se evita
esto en Europa? -Allá el problema es distinto. El
volumen de consumo está establecido y se mueve
muy poquito. Y, en leche de vaca, hay un sistema
de cuota. Todo ganadero sólo puede producir esa
cuota, no más. Si lo hace es penalizado. Eso
llevó una planificación de mucho tiempo sabiendo
cual es el consumo y la evolución, lo que hizo
que el mercado sea muy estable, con precios
estables que se mueven simplemente por efecto
económico, de inflación en cada momento o de
costos. No hay fluctuaciones como para que falte
o sobre producto en un momento determinado. -Hace
unos años que está en contacto con la lechería
argentina.Qué futuro avizora para el
sector? -Está creciendo y teniendo un desarrollo
magnífico. La exportación está funcionando muy
bien. Cada vez se mejora el precio y se consiguen
volúmenes muy interesantes. Respecto del mercado
interno creo que hay que mejorar las dos
posiciones y ver realmente lo que se está
exportando. El peligro que veo en la situación
actual es que está basada en algunos productos
que pueden tener una continuidad relativa de cara
al futuro en el comercio mundial. Exportar leche
en polvo o productos que en un momento
determinado pueden ser producidos más baratos por
otros países es un riesgo que a corto plazo puede
ser muy interesante pero no a medio. La idea de
trabajar en productos específicos como los quesos
característicos y buscar mercados más estables
que los de ocasión, que son los que se están
creando ahora debe preocupar a la industria y
empezar a trabajar en ese camino. Porque si no
puede haber problemas a mediano plazo. "Lo que
hay que hacer es definir los productos que
entrarían en el mercado europeo. No se puede
producir queso de barra, hay que producir quesos
que tengan características diferenciales. Hay que
buscar productos que se identifiquen con la
Argentina. Ese es un poco el desafío "Mario Román
Esteban, médico veterinario y experto de la UE en
Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control
(ACCPP)