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Andar La Habana
Aquí tenemos la famosa esquina de Águila y Colón,
desconchada, en ruinas con sus muros incólumes y
atrapando en un abrazo mortal a todos sus
moradores
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Dentro de estos muros, hoy en ruinas, funcionó la
famosa sociedad del Pilar. Es todo lo que queda
de ese histórico centro cultural.
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Águila y Colón se debate ante el total desplome
de sus muros.
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Cuatro Caminos Monte y Belascoaín. Otrora zona
populosa y lugar principal del mercadeo de La
Habana. Hoy, también ha sido reducido a ruinas.
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Consulado y Neptuno
Qué no me digan que el culpable es el bloqueo!
Cuba, siempre ha producido los materiales de
construcción. Hay razones suficientes para
llegar a este deterioro?
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Lamparilla y Villegas Zona del Casco Histórico,
de La Habana intramuros donde pasearon nuestros
antepasados, que nunca pensaron que La Habana
llegaría alguna vez a este deplorable estado.
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Industria y Neptuno hoy, nada de industrias,
nada de Neptuno, Nada de nada. La gente deambula
por las calles.
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Volvemos a la calle Monte donde yacen
innumerables ruinas
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En la calle Monserrate, límite histórico de La
Habana intramuros, los escombros, la suciedad y
la indolencia se dan cita para contemplar la
lenta destrucción de lo que fue una bella ciudad.
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Así está el Prado. Sus espléndidos edificios en
ruina, apuntalados, llenos de goteras donde se
acumula toda la mierda, la mugre y las ratas.
Este es el premio que Cuba paga por una
administración inepta-
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Muralla y Bernaza,. Lugar cercano a la Moderna
Poesía. Te acuerdas?
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El parque del Cristo, con su magnífico pórtico,
historia de las legendarias procesiones de Semana
Santa, muestra también la desnudez de las casas
aledañas. Así se está muriendo mi Habana, La
Habana de las añoranzas y de los despojos.
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Aquí vemos el majestuoso paseo donde es
imposible recordar el pasado. Despoblado de los
árboles centenarios que lo poblaron y engalanaron
en décadas pasadas.
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Y para finalizar nuestro viaje al corazón de La
Habana, no podemos obviar este edificio ubicado
en la esquina de Zulueta y Teniente Rey. Si mal
no recuerdo, estas muletas llevan algo más de un
cuarto de siglo evitando (según el criterio de
las autoridades de arquitectura) el desplome de
este muro exterior. Todavía resistirá otros
veinticinco años.