Title: Sonetos no
1Sonetos, no
2Libre al viento No queráis encerrar mi
pensamiento, sea que esté despierto o esté
dormido, en el duro corsé de un vil soneto pues
me sentiré atado y oprimido. Dejadme realizar
lo que yo quiero que es sublimar mi pecho
dolorido en la palabra mágica del verso que
otorga libertad a mis sentidos. Dejadme vagar
libre en los jardines donde crecen petunias y
alegrías y las enredaderas tienen crines para
trepar al viento melodías que desmayen lamento de
violines enfrentando sonetos y armonías.
Juan Manuel del Río
3Decirme por qué Decidme por dónde se va la vida
tan pronto si aún no ha fermentado el vino de
aquel amor incipiente y primero. Decidme por
qué se va el silencio al vacío si aún no nació la
palabra para decir te quiero a mi amor
primero. Decidme quién soy, por qué y para qué
estoy aquí, si aún no sé pronunciar mi nombre
mucho menos mi apellido igual que el niño recién
nacido. Decidme si sé amar el silencio si aún
no sé acallar el llanto de mi ser escueto de
hombre ni cuál es mi nombre. Decidme por qué
tiemblo ante el misterio de tu amor omnipresente
ni mis ojos saben ver la luz tan
evidente. Sólo quiero saber, mi Dios, si
estaré junto a ti y Tú junto a mí. Juan
Manuel del Río
4Era bella la rosa Vi la rosa y era bella,
sublime, sencilla, candorosa, con su aroma y su
blusa carmesí. Qué otro color que no fuera el
múltiple color de la rosa, suave como la seda
podría yo amar? Era espléndida, bella, la rosa,
y sentí instintivo afán de rozar con mis dedos
profanos, de sus pétalos sedosos la piel. Casi
sin darme cuenta su fragancia sutil me envolvió
a la vez que una espina avispada en mi mano se
clavó. Me dieron ganas de extraer un pétalo de
seda a la rosa y guardarlo en las hojas de un
viejo libro de rezos encerrando en la cárcel de
papel su color y su aroma. Me dije la rosa
tiene belleza, armonía, aroma y color, el libro
guardará también su sabor como guarda los rezos
al Creador. Juan Manuel del Río
5Recuerdos míos Si el agua por el río no
corriera dónde la mar estaría, dónde la nube su
sed abrevaría? Dejad correr el agua por el río
dejad que la nube corra loca por esos cielos por
donde la luna corre y hasta las estrellas
corren. Yo dejo correr mis recuerdos sin que lo
sepa el río, sin que lo sepa la nube, y a veces
de mí mismo me río sin que lo sepa la nube sin
que lo sepa el río. Dejad correr mis recuerdos
dejad que la mar se trague el río sin que lo sepa
la nube sin que se dé cuenta ni la mar ni el
río. Dejad que a la mar se lleve mis recuerdos
el río aunque lo sepa la nube aunque la mar lo
sepa que también los versos se irán al
olvido. Dejad sentarme a la orilla para ver
llevarse el río los recuerdos que he vivido.
Juan Manuel del Río