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Proyecto para una Galería Abierta. Cuando me
propusieron escribir unas palabras para el primer
catálogo que presentaría la apertura de la
Galería Abierta en la Universidad Camilo
Cienfuegos de Matanzas, tuve la oportunidad de
decidir, sobre dos ejes temáticos el primero, a
partir del comentario crítico referido a las
obras que se exponen, que sería lo habitual o
también, resaltar el acontecimiento desde un
punto de vista más asociado a la política
cultural. Preferí este último, porque documentar,
investigar y escribir acerca de las obras y los
autores comprendidos en esta muestra, puede ser
una tarea para los estudiantes del Centro, con
los cuales garantizaríamos la vitalidad del
proyecto. En segundo lugar, porque estamos en un
momento de construcción de una historia, una
historia que las universidades cubanas también
esta -, la tenían visible antes. Por lo tanto,
hoy no se inaugura un nuevo sitio, sino un nuevo
tiempo, donde las maravillosas opciones de lo
temporal que en él se alojan, nos permiten rendir
tributo a un pasado que distinguía nacionalmente
a este Centro, insigne por su quehacer cultural.
Y nos permiten también modelar el futuro que
podemos y debemos construir en estos momentos de
enfrentamiento ideológico, donde el aserto de que
el Arte es un arma de la Revolución exige
acciones concretas que demuestren el compromiso
a la noción de lo circunstancial. Si la formación
de profesionales universitarios es nuestro
horizonte, la pluralidad del conocimiento tiene
que ser el escenario de nuestro compromiso. Así
pues, integrar la Ciencia con el Arte para lograr
un discurso más universitario -léase más
culto-, es la base de este proyecto que intenta
unirse al mismo empeño, ya firme de esta
Universidad en un milenio donde el conocimiento
está definido por la persistencia en la
fragmentación, como resultado lógico de su
evolución y el desarrollo científico.
Persistencia que ha llevado a la proliferación de
nuevas especialidades con perfiles cada vez más
estrechos y como consecuencia, un contexto
paradójico según el cual el desarrollo del
conocimiento puede conducirnos a grandes zonas de
ignorancia, como lo argumenta añadiría que de
manera magistral- Núñez Jover. Debía
considerarse como un pecado para un universitario
precisamente por la ignorancia que provoca-, el
intento del solo saber de lo señalado en su
especialidad, con la peculiaridad que estos
Pecadores no tendrán que ir a ningún purgatorio
de ultratumba a pagar su culpa, ya que junto al
pecado llevan su penitencia o acaso hay algo más
triste y penoso para un universitario que vivir
de espalda a la huella de su tiempo y de su
historia. Tal vez por esto se acuñó la lapidaria
frase, proyectada desde una autoridad en el
magisterio de la medicina que dice El médico
que sólo sabe de medicina, ni de medicina
sabe Los caminos están definidos o se es un
profesional mutilado por el mucho saber de lo
específico, o se es un universitario cabal
distinguido porque, a través del arte, ha acogido
la pluralidad de tendencias que forman nuestra
vida cultural, promoviendo además un constante
debate y reflexión teórica en torno a todas las
áreas del conocimiento humano. Pero este dilema,
aunque parezca opcional, no lo es para este
proyecto. La universidad tiene necesidad del
arte, en tanto el arte, siente necesaria la
universidad. Para animar este encuentro entre
Ciencia y Arte es clave el papel de los
profesores quienes, al explicar su ciencia como
un conocimiento provisional, la convierten en una
aventura maravillosa, que motiva la imaginación
en la búsqueda de posibilidades de sustitución y
de lo nuevo. De este modo, aunque la metodología
de trabajo entre el artista y el científico sea
distinta y la ubicación del YO protagónico se
sitúe también en planos diferentes, hay entre
ellos una gran interdependencia nótese como el
científico, en sus ideales de proyecto, al
formular una hipótesis, o al presentar un diseño,
convierte su hacer en un acto de creación que,
por los conductos de la imaginación y con arreglo
a las leyes de la belleza, intenta hacer visible
lo invisible, mientras que al artista le resultan
imprescindibles recursos de la Ciencia, como
ocurre con la cerámica que tanto depende de la
química y la física.
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Cómo se empobrecerían la universidad y el arte
si desatienden el yacimiento inagotable de
conocimiento que poseen! Tenemos que remodelar
nuestros proyectos, ahora con una visión
sociocultural que comprometa el trabajo en equipo
de una manera estratégica, donde todos nos
apropiemos de los procesos sensibles y diversos
que brinda el arte y los incorporemos, de forma
real, al proceso educativo que debe caracterizar
la enseñanza universitaria. Y no puede ser mejor
la ocasión porque, además de contar con un
colectivo de profesionales altamente calificado y
sensible un trabajo extensionista que desde
diversos ángulos incluye, además de los naturales
compromisos con nuestra nación, a un importante
número de países tenemos como complemento en
nuestro Centro a la Carrera de Estudios
Socioculturales que puede ofrecer -como una
inserción a los requerimientos de nuestra
realidad-, estrategias actualizadas para
fortalecer la formación y capacitación de
profesionales aptos para incorporarse crítica y
creativamente a la sociedad. Por ello, el
objetivo fundacional de esta Galería Abierta,
consiste en promover la obra de los artistas,
como una plataforma de difusión local, nacional e
internacional y al mismo tiempo significa,
funcionalmente, la instauración de una
institución cultural en el interior de esta
universidad, como parte de su proyecto de
desarrollo interno y de extensión universitaria,
en cuya esencia existirá una propuesta para el
intercambio cultural mediante la realización de
talleres, clases magistrales, conferencias y
exposiciones, que impliquen el acercamiento entre
sus miembros y el de otros centros y países. Por
fortuna, su trabajo comienza con un valioso
patrimonio donado por importantes artistas, como
resultado de la inestimable labor de gestión del
profesor Marcelino Rivas, quien conjuga en su
propia persona esta integración como científico y
artista. Dicha colección está caracterizada por
la experimentación y por una libertad temática
que sumada a la diversidad de estilos, mezcla de
diferentes generaciones y experiencias,
demuestran que es posible la existencia de una
sinergia perfecta. Las piezas sirven, asimismo,
como soporte para identificar, a pesar de la
integración sin límites lograda, las
características individuales de sus creadores
entre los que se encuentran Catherine Merrill de
Estados Unidos de América Juan Pablo Cárdenas de
Colombia y de Cuba Eduardo Roca Salazar, Alberto
Lescay Merencio, Antonio M. Lewis Belgrove,
Ernesto García Peña, Sergio G. Roque Ruano,
William Hernández Silva, Manuel Hernández Valdés,
Osmany Betancourt Falcón, Edel Arencibia
Rodríguez, Lázaro J. Zulueta Ortega, Sergio M.
González Reyes, Luis Grasso Campis, Eugel Díaz
Rodríguez, Osley Geilin Padrón, Walberth E.
Lizano Guerra, Héctor L. Correa Almeida, Odalys
de la C. Marrero Nodarse, Luis A. Correa Almeida,
Rafael de la Barrera Rodríguez, Marcelino Rivas
Santana, David Fernández Duany, Alfredo
Fernández Duany, Félix E. Alpízar García, Adrián
Socorro Suárez, Raúl S. Miranda Blanco, Leonor
Jorge Vergara Averhoff, , Alfredo E. Castro
Morell, Lázaro Infante Pérez, Yoel Peláez
Rodríguez, Yeins Gómez Sousa y se encuentra
también, uno de los mayores representantes de
nuestra cultura, hombre de una extraordinaria
carrera artística, un profesor enérgico y
brillante y culto, que se sabe su provincia de
memoria y escultor de méritos que lo ubica entre
los más grandes de los últimos cien años Agustín
Drake Aldama a quien hemos querido dedicar esta
mención como gratitud por lo que él significa
para nuestra provincia. Gracias MAESTRO. Gracias
a cada uno de estos artistas que hicieron posible
que esta Universidad posea hoy, la mayor muestra
de murales de cerámica en el país. Y gracias una
vez más a la ACAA, el FCBC, la UNEAC, y al CPAP
que tanto han apoyado para que hoy podamos
inaugurar este proyecto que pretende convertirse
en referencia obligada para los registros del
currículum vítae de artistas y profesionales
asociados al quehacer artístico y
cultural. Muchas gracias.   MSc. José R. Sousa
Ojito
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Comentario crítico Como resultado comunitario
del evento de participación colectiva Arte del
Fuego 2008, salen a la luz estos murales de
cerámica creados en un ambiente donde la amistad,
el intercambio mutuo y la transmisión de
experiencias fue la tónica dominante, como
expresión de ese espíritu de libertad y
experimentación que sólo se facilita cuando el
componente humano domina todos los espacios.
Para muchos constituyó su actividad iniciadora
en la cerámica, mientras otros consagrados al
barro dieron cabida a una ejecutoria espontánea
pero la resultante expuesta hoy en las paredes de
esta universidad nos enriquece a todos ya que
confrontamos de modo singular lo cotidiano y
definitivo del hecho artístico. El criterio
curatorial por estas razones no resultó fácil, en
tanto estuvo marcado por vientos de empresas
mayores que hoy se hacen realidad con la creación
y apertura de la Galería Abierta de este centro,
que ya cuenta con obras escultóricas emplazadas
en los espacios de circulación de este conjunto
arquitectónico y a las cuales se les sumarán con
posterioridad las creaciones de otros artistas,
que al igual que estos, percibirán la importancia
del hecho, y donarán sus piezas como una muestra
conciliatoria de intereses, cuestionamientos,
formulaciones polisémicas y pasiones que siempre
despiertan el hecho creativo vinculado desde
tiempos inmemoriales al fragor de las
universidades. Todo está preparado para que en
la exhibición permanente se desarrolle el
pensamiento universitario y se renueve la
tradición que forma parte de nuestra identidad de
hacer crecer al hombre a través del compromiso y
conocimiento de su época. En la muestra integrada
por artistas de primer nivel y jóvenes creadores
se aprecia la preocupación por el hombre y su
contexto, los varios caminos que nos llevan a
comprenderlo están enfocados siempre en el amor
como vía de comunicación, como vehículo de
conocimiento seguro. Estos fragmentos de
lenguajes tan diferentes atrapan precisamente por
sus variables expresivas, en los que la línea
asume el protagonismo dejando en algunos casos al
color su lucimiento a partir de las sorpresas que
depara la mágica transformación de los esmaltes
en la técnica de sobrecubierta utilizada.
Realizados una parte en casas de jóvenes familias
ceramistas como los Samper y los Rivas, bajo el
auspicio del Taller de Cerámica de Varadero, del
Fondo Cubano de Bienes Culturales, que emerge
como sitio único en el país por la naturaleza
magnífica de sus producciones, espacio
aglutinador de una significativa cantera de
artistas que han dejado allí su huella en el
quehacer y la experimentación, e indudable
eslabón de crecimiento y valor de la cerámica
escultórica en Cuba. También la destreza
alfarera, el regalo de técnicas más primitivas y
el apacible y fecundo ambiente propiciado por el
Taller de los Correa en Jovellanos, propiciaron
el desarrollo y conclusión de estos murales. Con
ellos pretendemos una renovación del entorno. Las
singulares esculturas también emplazadas en los
espacios de circulación, permiten comprobar cómo
en la praxis artística es posible imaginar,
reparar o armar un mundo, teniendo como vehículo
la sugerencia de imágenes con una ingenuidad
espectacular que exponen el oficio de una
manufactura cuidadosa. Ello asombra por su
monumentalidad y por la apropiación de una
tecnología que, más allá de lo factual, aporta
evidencias cognoscitivas de ciertas técnicas y de
la realidad. La forma de existencia de esta
Galería y sus resultados artísticos se
garantizan por las credenciales que explican el
respeto y el prestigio de los artistas que aquí
exponen. De tal suerte, cualquier argumento
formal o análisis minucioso de la trayectoria de
los mismos redundaría en lo innecesario. Lo
cierto es que estamos en un punto donde el
reconocimiento a la diversidad de ideas y
expresiones artísticas es garante del avance que
pretendemos. Esta propia muestra lo reafirma al
yuxtaponer, por encima de diferencias
generacionales, formas de pensar y de decir
dentro de un discurso que anuncia la reafirmación
de lo cubano a partir de la técnica y lo
nacional, dentro de una amplia visión de
diferentes temas.
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Con este pretexto hoy volvemos a unir a
importantes nombres de la plástica nacional y
matancera. Cada uno de ellos, es capaz de
mantener, desde sus perspectivas, conceptos
rurales o de ciudad, códigos como la
arquitectura, la naturaleza y la religión,
paisajes y guajiros, para crear sus discursos en
una verdadera clase de organización del espacio,
expresado por medio de gamas cromáticas
brillantes que armonizan, junto a la definición
de formas y figuras, el espacio visual que nos
proponen. Algunos no necesitan en sus creaciones
de representaciones figurativas, porque sus obras
tienden al lenguaje visual autónomo, que
caracteriza, en estos casos, a un abstraccionismo
muy singular. En ellas concurren diferentes y, en
ocasiones, caprichosas formas, enriquecidas con
sugestivos símbolos que se integran con armonía
para conformar, finalmente, una obra dotada con
su propio significado, que exalta, con mucha
destreza, la fuerza del color. Dentro de esta
pluralidad se ha logrado conjugar una simbología
que funde armónicamente, tradición, cultura y
naturaleza, en el medio plástico utilizado.
Gracias por tanta maestría que supo compartir
consciente la permanencia y perdurabilidad de la
creación y hacer expansiva y plena la
contribución a la cultura matancera y
nacional. Esta trascendente exhibición de obras
y su extraordinario significado ha servido
también para medir nuestras fuerzas, más bien
para mostrarlas en un singular proyecto que nos
involucra activamente a todos, al convertir esta
enorme instalación en un ingenioso espacio
expositivo de creación colectiva, que garantizará
el diálogo obra-espectador a partir de la
relación dialéctica unidad-diversidad, que
caracterizan esta muestra. Mediante esta
confrontación cotidiana llegaremos a divisar la
excepcional fuerza del arte y su impronta en el
mejoramiento humano, en su incalculable poder de
elevación de la espiritualidad. a partir de la
mágica vibración que nos provoca tanto avance,
tanta dignidad, tanta creación y solidaridad.
Lic. Caridad Rodríguez Reina