Title: Diapositiva 1
1Domingo 06 de Agosto, 2006. Fiesta de la
Transfiguración del Señor Dios nuestro, que en
la transfiguración gloriosa de tu Hijo unigénito
fortaleciste nuestra fe con el testimonio de
Moisés y Elías y nos dejaste entrever la gloria
que nos espera, como hijos tuyos, concédenos
seguir el Evangelio de Cristo para compartir con
él la herencia de tu Reino. Por nuestro Señor
Jesucristo Amén. Daniel 7, 9-10.13-14 Su
vestido era blanco como nieve Salmo responsorial
96 Reina el Señor, alégrese la tierra. San Pedro
1, 16-19 Nosotros escuchamos está voz venida del
cielo
Todos esperaban al Mesías salvador y capaz de
eliminar a los enemigos. Jesús necesitaba revelar
la verdad de su misión.
EL HIJO AMADO DEL PADRE
2Marcos 9, 2-10 Este es mi Hijo amado En aquel
tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a
Juan, subió con ellos a un monte alto y se
transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se
pusieron esplendorosamente blancas, con una
blancura que nadie puede lograr sobre la tierra.
Después se les aparecieron Elías y Moisés,
conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a
Jesús Maestro, qué a gusto estamos aquí!
Hagamos tres chozas, una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías. En realidad no sabía lo
que decía, porque estaban asustados. Se formó
entonces una nube, que los cubrió con su sombra,
y de esta nube salió una voz que decía Este es
mi Hijo amado escúchenlo. En ese momento miraron
alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que
estaba solo con ellos. Cuando bajaban de la
montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie
lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre
resucitara de entre los muertos.
Ellos guardaron este secreto, pero discutían
entre sí qué querría decir eso de resucitar de
entre los muertos
EL HIJO AMADO DEL PADRE
3Nada de triunfalismo Los discípulos son
obstinados y sólo quieren ver a Jesús como un
Mesías triunfal e invencible. Pero él no se deja
encasillar en esas pretensiones puramente
mundanas de sus discípulos y de la multitud. Es
fiel a la voluntad del Padre y por eso acude a la
oración para recibir la guía necesaria para
elegir el camino adecuado. El camino en Jesús
es Éxodo a Jerusalén Allí el Mesías había
de sufrir porque la gloria de Dios se llama
humildad. La gloria de Dios es que el ser
humano viva (San Irineo de Lyon) Sufrieron una
gran decepción los discípulos. Pues la cruz les
aterraba. Él les ofrecía su limitada humanidad
ellos buscaban un Mesías triunfador. Él les
ofrecía un camino de servicio ellos buscaban el
poder. Él les pedía hacerse como niños,
descubrir los valores que habitan escondidos
entre los pobres y construir el Reino a partir de
los pequeños.
EL HIJO AMADO DEL PADRE
4La transfiguración es Una narración simbólica
que quiere expresar la victoria total de Jesús.
Una especie de adelanto de lo que Cristo es y
representa para la humanidad. Mostrar al Padre
que presenta a Jesús como su Hijo. Recordemos que
hubo más manifestaciones el Nacimiento anunciado
a los pastores, la voz que clama al salir Él de
las aguas, la entrada en Jerusalén, la
Eucaristía, su muerte en la Cruz, su resurrección
y ascensión a los cielos....
Hoy en día hay transfiguración? En la
Eucaristía La Consagración del pan y del vino en
su Cuerpo y su Sangre. Esa es la mayor
manifestación que hay en nuestros días. Allí
está presente la Trinidad Cristo nos invita a
verle en la Eucaristía con ojos de fe. Él nos
está esperando para que le encontremos en el
sagrario. Él está allí, y se te transfigurará
sólo si estás dispuesto a seguirle con humildad y
amor
EL HIJO AMADO DEL PADRE
5Necesitamos la oración para Hacer memoria de lo
que había hecho Dios con su pueblo. Abrirse su
gracia y para tomar fuerzas en el duro camino.
La oración es una experiencia de gratuidad.
Transformar al ser humano y para ayudarle a ver
las cosas con claridad. Es el arma más
poderosa que tiene el cristiano a tal punto de
afirmar que quien ora se salva y quien no ora se
condena (San Alfonso) La oración es muy
importante toda nuestra vida debe ser una
continua oración. .
Aunque no debemos quedarnos con meros
rezanderos. Necesitamos lugares especiales para
la oración, para el encuentro con los hermanos,
para la alabanza y para el estudio de la Palabra,
pero no podemos quedarnos ahí. No por miedo a
bajar del monte a la llanura y enfrentar la
realidad
EL HIJO AMADO DEL PADRE