Title: Diapositiva 1
1Los sacramentos de la Iglesia se distinguen en
los de inicia- ción cristiana Bautismo, Confirmac
ión y Eucaristía de la curación Penitencia y
Un- ción de los enfermos y al servi- cio de la
comunión y la mi sión Orden y
Matrimonio. Todos corresponden a momentos
impor- tantes de la vida cristiana y están
orde- nados a la Eucaristía como a su fin
es- pecífico.
2Los sacramentos de la iniciación
cristiana
La iniciación cristiana se realiza mediante los
sa- cramentos que ponen los fundamentos de la
vida cristiana. Los fieles, renacidos por el
Bautismo, se fortalecen con la Confirmación y
son alimentados en la Eucaris- tía.
3El Sacramento del Bautismo
4El primer sacramento de la iniciación
cristia- na recibe el nombre de Bautismo, en
razón del rito central con el cual se
celebra. Bautizar significa sumergir en el
agua. Quien recibe el Bautismo es sumergido en
la muerte de Cristo y resucita con Él como
una nueva criatura Se llama también baño de
regeneración y renovación en el Espíritu Santo e
ilumina- ción pues el bautizado es hijo de la
luz.
5- En la Antigua Alianza se en-
- cuentran varias prefigura-
- ciones del Bautismo
- el agua, fuente de vida y de
- muerte,
- -el arca de Noé, que salva por
- medio del agua,
- -el paso del Mar Rojo, que libera,
-el paso del Jordán, que hace entrar al pueblo de
Israel a la tierra prometida.
6Estas prefiguraciones del Bautismo las
cumple Jesucristo, el cual, al co- mienzo de su
vida públi- ca, se hace bautizar por Juan el
Bautista en el Jordán. Levantado en la Cruz,
de su costado abierto brotan agua y
sangre, signos del Bautismo y de la
Eucaristía. Después de su Resurrección confía a
sus Apóstoles la misión de ir a bautizar.
7Desde el día de Pentecostés, la Iglesia
adminis- tra el Bautismo al que cree en
Jesucristo.
8El rito esencial del Bautismo consiste en
sumergir en el agua al candidato o derra- mar
agua sobre su cabeza. Mientras se invoca el nom
bre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
9Puede recibir el Bautismo cualquier persona que
no esté aún bautizada.
10La Iglesia bautiza a los niños puesto que,
naciendo con el pecado original, necesitan ser
liberados del poder del maligno y trasladados
al reino de la libertad de los hijos de Dios.
11A todo aquel que va a ser bautizado se le exige
la profesión de fe, expresa- da personalmente, en
el caso del adulto. Por medio de sus padres y de
la Iglesia en el caso del niño.
El padrino o la madrina y toda la
comunidad eclesial tienen también una parte de
respon- sabilidad, en el desarrollo de la fe y de
la gracia bautismal.
12Los ministros ordinarios del Bautismo son el
obispo y el presbítero en la Iglesia la- tina
también el diácono. En caso de necesidad
cual- quiera puede bautizar, siempre que tenga la
inten- ción de hacer lo que hace la
Iglesia. Debe derramar agua sobre la cabeza
del candidato y pronunciar la fórmula
trini- taria bautismal.
13El Bautismo es nece- sario para la salva- ción de
todos aque- llos a quienes el Evangelio ha
sido anunciado y han tenido la posibili dad de
pedir este Sacramento.
14Cristo ha muerto para la salvación de
todos. Pueden salvarse todos aquellos que
mueren a causa de la fe, aun sin ser
bautizados. Se salvan así los
catecú- menos aquellos que, ba- jo el
impulso de la gracia buscan sinceramente
a Dios y se esfuerzan por cumplir su
voluntad. En cuanto a los niños
que mueren sin Bautismo, la Iglesia en su
liturgia los confía a la misericordia de
Dios.
15El Bautismo perdona el pecado original, todos los
pecados personales y todas las penas debi- das al
pecado. Hace participar de la vida divina
trinitaria mediante la gracia santificante. Da
la gracia de la justificación que incorpo- ra a
Cristo y a su Iglesia. Otorga las virtudes
teologales y los dones del Espíritu Santo.
16El bautizado perte- nece para siempre a Cristo
en efecto, queda marcado con el sello indeleble
de Cristo ( carácter ).
17El nombre es importante porque Dios conoce a cada
uno por su nombre. Con el Bautismo, el cristiano
recibe en la Iglesia el nombre
propio. Preferiblemente de un santo de
mo- do que éste ofrezca al bautizado un mo- delo
de santidad y le asegure su intercesión ante Dios.
18El Sacramento de la Confirmación
19En la Antigua Alianza los pro- fetas anunciaron
que el Espí- ritu del Señor reposaría sobre el
Mesías esperado y sobre to do el pueblo
mesiánico. Toda la vida y misión de Jesús se
desarrollan en una total co- munión con el
Espíritu Santo.
Los Apóstoles reciben en Pentecostés el
Espí- ritu Santo. A lo largo de los siglos, la
Iglesia ha seguido viviendo del Espíritu y
comuni- cándolo a sus hijos.
20Se llama Confirmación porque confirma y
refuer- za la gracia bautismal. Se llama
Crismación, pues- to que un rito esencial de
este Sacramento es la Un- ción con el Santo
Crisma. En las Iglesias Orientales la unción es
con el Santo Myron.
21El rito esencial de la Confirmación es la
un- ción con el Santo Crisma ( aceite de oliva
mezcla- do con perfumes, consa- grado por el
obispo ). Se hace con la imposi ción de manos
por par- te del Ministro, el cual pronuncia las
palabras sacramentales pro- pias del rito.
22El efecto de la Confirmación es la especial
efusión del Espíritu Santo, tal como su- cedió
en Pentecostés. Esta efusión imprime en el alma
un carácter indeleble y otorga un crecimiento
de la gracia bautismal.
Arraiga más profundamente la filiación divi- na
une más fuertemente con Cristo y con la Iglesia
fortalece en el alma los dones del Es- píritu
Santo concede una fuerza especial para
testimoniar la fe cristiana.
23El Sacramento de la Confirmación puede y debe
recibirlo, una sola vez, aquél que ya ha sido
bautizado.
Para recibirlo con fruto hay que estar en
gracia de Dios.
24El ministro origina- rio de la Confirma- ción es
el obispo. Se manifiesta así el vínculo del
confir- mado con la Iglesia en su dimensíon
Apostólica. Cuando es administrado por el
presbítero, éste como colaborador del obispo y el
san- to crisma, expresan ese vínculo apostólico.
25Presentación en POWER-POINT realizada por
Violeta Vázquez para www.oracionesydevociones.in
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