Title: Diapositiva 1
1MARCELINO JOSÉ BENITO CHAMPAGNAT CHIRAT
Nació el 20 de mayo de 1789 en una familia
cristiana con muchos hijos, y fue bautizado al
día siguiente en la Parroquia de Marlhes a la que
pertenecía su aldea de Rosey, en Francia.
2Su padre, Juan Bautista, era un trabajador del
campo, con cierto grado de formación y cultura,
involucrado hasta cierto punto en la política de
la Revolución Francesa. Su madre, mujer piadosa,
se preocupaba de la educación de los hijos,
apoyada por una hermana religiosa que tuvo que
salir del convento por las circunstancias.
3Marcelino, al no asistir a la Escuela, aprendió
en su casa el valor del trabajo y del esfuerzo,
desarrollando incluso un pequeño negocio con los
corderos que sus padres le entregaron.
4Un día Marcelino sorprendió a sus hermanos y a
sus padres. Seré sacerdote porque Dios lo
quiere. Y Marcelino, a pesar de todas las
dificultades, ingresó al seminario para ser
sacerdote.
5Marcelino fue destinado a la Parroquia de La
Vallà y allí hizo realidad su sueño formar una
familia religiosa dedicada a la educación de los
niños y jóvenes.
6Marcelino se ganó el cariño de sus feligreses y
de los niños. Sus palabras saben a rosas,
decían.
7Poniendo a María como Primera Superiora y Recurso
Ordinario, Marcelino fundó la Congregación de los
Hermanos Maristas el 2 de enero de 1817 y les
puso como lema Todo a Jesús por María y todo a
María para Jesús.
8La vida de familia, el amor al trabajo, la
presencia de Dios y el amor a los pobres fueron
los cimientos de esta familia cuya misión
abarcaba todas las diócesis del mundo.
9Marcelino recorría y visitaba todas las aldeas
del territorio parroquial atendiendo con paternal
solicitud a todos los fieles, especialmente a los
niños y enfermos.
10No puedo ver a un niño, decía, sin sentir deseos
de decirle cuánto lo ama el Señor. Y pedía a
los Hermanos Digan a sus niños cuánto los ama
Jesús.
11Amad a María y hacedla amar. Ella lo ha hecho
todo entre nosotros. Con María lo tenemos todo
porque María siempre tiene a Jesús entre sus
brazos o en su corazón.
12Los Hermanos Maristas, enviados por su Fundador,
han invadido el mundo como catequistas,
educadores, evangelizadores, amigos de los niños
y de los jóvenes, especialmente de los más
necesitados.
13En medio de la Iglesia, el Hermano ejerce su
vocación de hijo de Dios y hermano de los hombres
con su carisma educativo mariano, su presencia
fraterna y su acogida solidaria a los más
desatendidos.
14Marcelino vive hoy en los niños y en los jóvenes,
en la familia Marista, en los laicos y los
Hermanos que caminan tras Jesús imitando a María.